El pequeño pueblo de Teruel con nombre de mujer y una preciosa torre barroca
Se encuentra en la Comarca del Jiloca a orillas del río Huerva y no llega a treinta habitantes

Panorámica del pequeño pueblo de Teruel con nombre de mujer y una preciosa torre barroca / AYUNTAMIENTO DE BEA
La provincia de Teruel esconde en su extenso territorio pueblos desconocidos para el público general con un patrimonio muy interesante. Aunque el fenómeno de la despoblación ha dejado muchas localidades de Aragón con muy pocos vecinos, los pocos ciudadanos que quedan en los pequeños pueblos de Zaragoza, Teruel y Huesca luchan por mantener vivas las tradiciones de toda la vida.
Hay pueblos que casi pueden contar los habitantes con los dedos de las manos. Y es que Teruel es una de las provincias de toda España con más localidades que no alcanzan los 50 vecinos. Uno de los pequeños pueblos turolenses que conserva un bonito casco urbano tiene nombre de mujer y es famoso por su preciosa torre barroca.
Bea se encuentra situada en la Comarca del Jiloca a más de 100 kilómetros de la capital turolense junto al nacimiento del río Huerva a los pies de la sierra de Oriche. Es una localidad construida a más de 1.110 metros de altitud y todo a su alrededor es de gran valor natural.
El pueblo está ubicado sobre un terreno arcilloso y quebrado y además está rodeado por montes poblados de bosques de rebollo, carrascas, aliagas, matojos y estepas. Tal importante es la vegetación de Bea, que ha sido declarada Lugar de Interés Comunitario.
Solo 27 habitantes
Los orígenes de Bea se remontan a la Reconquista y fue Jaime I en 1248 el que dictó que el pueblo dejase de pertenecer a la Comunidad de Aldeas de Daroca y se uniese a la Sesma de Barrachina.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Bea contaba en 2024 con tan solo 27 habitantes, que trabajan en la ganadería y la agricultura. Los beanos, gentilicio del pueblo, siempre han estado muy ligados al cultivo de cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Como muchos pueblos de Aragón, Bea conserva a la perfección los torreones típicos conocidos como peirones.
Qué ver en Bea
Dentro del pequeño casco urbano de Bea, que cuenta con cuatro calles bien empinadas, destaca claramente la iglesia de San Bartolomé y su imponente torre barroca. Este templo, datado del siglo XVIII, se levantó sobre una construcción anterior del siglo XIII. En su interior hay unos preciosos retablos de estilo barroco que bien merecen una pequeña parada en tu viaje.
También reviste especial interés un trinquete de planta rectangular, donde se solía jugar a pelota-mano y que además ha servido como salón de baile en las fiestas patronales.

Torre de la Iglesia de San Bartolomé en Bea / AYUNTAMIENTO DE BEA
Otro lugar destacado en Bea es la Ermita de San Jorge, un espacio sagrado donde los beaneros acuden para rendir homenaje a este santo patrón cada 23 de abril. En las afueras de la localidad turolense y camino de Fonfría se encuentra en buen estado de conservación el molino donde en épocas pasadas se molía el trigo y otros cereales.
Actualmente el lugar se ha transformado y sirve de lugar de visita para que los visitantes conozcan cómo se trabajaba la tierra cuando la tecnología se encontraba en un estadio muy distinto al actual. En las instalaciones del molino también se han reunido toda la vida los vecinos del pueblo cuando era la época de la cosecha y se convertía en lugar de jolgorio con comidas populares y verbenas.
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