Belchite estalla de alegría: "La suerte se repite. Hace justo diez años que vendimos el mismo premio"

06.766. Este es el número que ha desatado la alegría en Belchite. Loterías Soto, la administración de esta localidad zaragozana ha sido la encargada de vender este agraciado número, el segundo premio de la Lotería del Niño. Una serie completa que deja un reguero de 750.000 euros, 75.000 al décimo vendido, principalmente, a vecinos de la comarca, aunque por el momento todavía desconocen las identidades de los premiados.

"Siempre es una buena noticia, sea mucho poco, has repartido alegría en el pueblo", aseguraba Jaime, el propietario de este establecimiento tras conocer a través de EL PERIÓDICO que había vendido uno de los números afortunados. El reloj marcaba las 12.24 horas. Escasos diez minutos después ya conocía el resultado: "¡750.000 euros!", exclamaba. Una serie completa de un número "aleatorio" que todavía espera a sus agraciados. "Ha llamado alguna persona, pero todavía no sabemos exactamente a quién lo hemos vendido, ya que los diez décimos han sido de ventanilla", explicaba el lotero, que regenta este negocio junto a su primo Guillermo, en un negocio familiar que lleva repartiendo suerte más de 40 años.

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Casualidades, hace justo diez años que este lotero también vendió el segundo premio de la Lotería del Niño. "Ya sabe la gente que en 2035 tendrán que comprar aquí...", subrayaba Ainhoa, la pareja de Jaime. "Siempre hace la misma ilusión, repartas mucho o poco, es un momento muy especial, sobre todo si sabes que una parte importante del dinero se va a quedar en tu pueblo", decía el lotero, justo antes de descorchar ese champán para celebrar con vecinos y amigos un día de Reyes que, seguro, recordará.

Y dicho y hecho. Apenas el reloj marcaba la 1 del mediodía que Jaime, acompañado de su familia y sus amigos, daba el pistoletazo de salida a la celebración. Tras una mañana de regalos de Reyes, toca celebrar el segundo premio a golpe de champán y sus respectivos brindis. Los vecinos, curiosos, se detenían a preguntar. "¿Es qué ha tocado o qué? ¡Anda, qué alegría!", decía una de ellas desde su coche.

Otro de los vehículos estacionados frente al establecimiento acabó, literalmente, bañado en champán. "¡Verás cuando lo coja el dueño, vamos a tener que pagarle el autolavado! Va a flipar", expresaba uno de los presentes. Mientras, una pareja bromeaba tras haber comprado lotería en el establecimiento, aunque sin que el azar les premiase. "Deberías haber comprado más...", les decía Jaime en tono jocoso, mientras, entre risas, le contestaban si le parecía "poco" todo lo que tenían. "Esta te la guardo", decía uno de ellos.

Hace unos años, además de ese segundo premio del Niño que hoy se repite, esta misma administración también repartió un quinto premio en la Lotería de Navidad. "Siempre hace que vendas con más alegría y repercute en las ventas. No tanto como en sitios más grandes, pero se nota", aseguraba Jaime, justo cuando llegaban desde la delegación de Loterías y Apuestas del Estado a la localidad. "Os he traído dos camiseticas y carteles", anunciaba el representante. "Soy friolero, pero la ocasión lo merece", contestaba Jaime, antes de enfundarse la camiseta que transmitía la felicidad del momento: "Segundo premio vendido aquí".

En ese momento, Guillermo, el otro regente, aclamaba lo que ya empezaba a ser evidente. "¡Que no falte el champán, joder, que ha caído el segundo!", gritaba, mientras seguían sumándose vecinos a la celebración, así como curiosos de los bares colindantes que se asomaban a compartir la alegría. Y, posteriormente, Jaime recordaba el momento en el que han recibido la noticia. "Nos hemos enterado por vosotros. Estábamos de camino a Zaragoza y hemos tenido que dar media vuelta", concluía, antes de ser reclamado por la actividad más repetida a lo largo de la mañana, la de atender a los interesados: "¡Jaime, que suena otra vez el teléfono!".