Lambán: la ‘voz propia’ de Aragón pierde el mando
Lambán deja de ser el secretario general 13 años después. La trayectoria del político e historiador de Ejea de los Caballeros, que lo ha sido todo en Aragón, concluye tras un año y medio de desgaste, desde que anunció su retirada y perdió las elecciones en 2023. La recuperación económica, la gestión de la pandemia y la oposición a Sánchez y al independentismo marcan su legado.

Javier Lambán con Sánchez y los candidatos a las municipales en mayo de 2023. / Ángel de Castro
Por primera vez en trece años, el PSOE en Aragón cambiará de voz. Javier Lambán Montañés (Ejea de los Caballeros, 1957) deja de ser el secretario general después de tres legislaturas y le entregará el bastón de mando a su sucesora, Pilar Alegría, quien fuera también su mano derecha en una época que parece ya tan lejana que algunos han olvidado. El político ejeano pondrá fin así a una carrera política en la que lo ha sido todo en Aragón, desde concejal hasta alcalde de su ciudad, diputado provincial, autonómico, presidente de la DPZ y del Gobierno de Aragón. Su legado habla de una comunidad pujante en lo económico y un partido con heridas que sanar. Javier Lambán anunció después de su derrota electoral en 2023 que no se presentaría más a liderar el partido, pero continuó marcando el paso y evitó anticipar el Congreso Regional que algunos, como la federación del Alto Aragón, le pedían casi a gritos para reconfigurar un partido que necesitaba reconstruirse tras una derrota sin paliativos, desde el Pignatelli hasta la inmensa mayoría de los ayuntamientos de la comunidad.
El líder ejeano fraguó su figura política curtiendo una imagen de barón independiente de la cúpula de Ferraz, un dirigente «con voz propia», un verso suelto, que ha reivindicado siempre su derecho a expresar sus opiniones, aunque fueran minoritarias en el partido. En la última época, su fractura con el secretario general de su partido, Pedro Sánchez, fue total. Las malas relaciones se entienden bien al comprobar las escasas visitas del presidente del Gobierno; o la ausencia de reuniones bilaterales entre ambos Ejecutivos, pese a ser del mismo color político.
Javier Lambán también es el líder que se inventó y se creyó el «Aragón social, verde y digital» que anticipó el crecimiento económico de la comunidad al calor de la expansión de las energías renovables -no sin polémica- y abrió la puerta a la llegada de las grandes multinacionales de los centros de datos en un territorio rico en espacio y en energía barata y limpia. La recuperación de la logística, convirtiendo a Zaragoza en un puntal imprescindible en el sur de Europa, y el levantamiento de unos servicios públicos de calidad tras los recortes del PP por la crisis de 2008 figuran entre sus logros y su legado.
También fue Lambán el inventor del primer cuatripartito en Aragón, el proyecto político que aglutinó a más de la mitad del arco parlamentario, poniendo en práctica un experimento que unió a los dos partidos aragonesistas, el PAR y Chunta Aragonesista, con Podemos y el PSOE. Partidario de la gran coalición entre socialistas y populares a nivel nacional, en Aragón siempre mantuvo las distancias con sus oponentes del PP y evitó caer en las trampas que los de Azcón le pusieron más de una vez para mostrar, precisamente, sus contradicciones con Sánchez y su postura respecto del independentismo catalán.
Nadie en el PSOE aragonés le pone un pero a su legado. Sin embargo, sus posiciones políticas, cada vez más alejadas de los postulados de Sánchez, y la pérdida de casi todo el poder territorial, han hecho mella en una militancia que ha pedido cambio. En el último año y medio, Javier Lambán ha seguido manteniendo una posición de fuerza frente a Sánchez sin tener fortaleza territorial, y sufriendo, casi sin saberlo, un desgaste soterrado en lo orgánico.
Cuando llegó el momento de convocar el cónclave para elegir a su sucesor, oficialmente se mantuvo al margen, pero fue beligerante de puertas adentro para covencer a su discípulo, Darío Villagrasa, a presentar una candidatura alternativa. Después, ese respaldo no se tradujo en un apoyo explícito y Villagrasa acabó acompañándose a sí mismo. Desprovisto de respaldos, el número dos del lambanismo optó por ceder a la evidencia de que el poder del PSOE en Aragón ha cambiado de bando. Lambán cede el bastón de mando a Alegría, pero mantendrá su voz propia.
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