Aragón sale a la ofensiva para hacerse un hueco en la pujante industria militar
Administraciones públicas y tejido productivo se alían para desarrollar en la comunidad un polo logístico e industrial del sector de la defensa al calor de las oportunidades de financiación y grandes inversiones previstas en España y Europa, un ‘hub’ que podría contar con su propio polígono empresarial en Zaragoza

Un robot de desactivación de explosivos fabricado en Binéfar por la empresa Escribano. / Escribano
A la ofensiva. Así se lanza Aragón para tratar de armar un polo industrial, logístico y tecnológico en torno al pujante sector de la defensa y la seguridad, donde se vislumbran oportunidades al calor de grandes inversiones previstas tanto a nivel español como europeo. La comunidad parte de una buena base para cumplir con éxito la misión. Por un lado, la larga tradición militar del territorio, tanto en infraestructuras castrenses como desde el punto de vista educativo. Y por otro, una rica amalgama de empresas dedicadas a esta actividad, ya sea de forma exclusiva o dual. El sector está en pleno apogeo debido a la creciente inestabilidad internacional. La comunidad quiere aprovechar esa inercia para erigirse en referente a nivel nacional e internacional.
La creciente tensión geopolítica que respira el mundo y la apuesta de la Unión Europea por avanzar en una seguridad común abonan el terreno. El gasto en defensa de España debe alcanzar el 2% del PIB en el 2029 frente al 1,3% del último año, de acuerdo con el compromiso sellado por el Gobierno con la OTAN. Eso supone añadir unos 11.000 millones de euros a la inversión actual, que ronda 20.000 millones. La UE acelera en paralelo los fondos destinados al sector con diferentes instrumentos para adaptar y reforzar de su base tecnológica e industrial ante la creciente incertidumbre mundial, con dos conflictos armados abiertos, en Ucrania y Oriente Medio.
Este escenario abre un abanico de posibilidades de financiación que Aragón quiere aprovechar a través del desarrollo del denominado Hub Logístico e Industrial de Defensa, una iniciativa estratégica impulsada a través de la unión de varias administraciones públicas (Gobierno de Aragón, Delegación del Gobierno en la comunidad y Ayuntamiento de Zaragoza) y el clúster Aeronáutico, Aeroespacial y Defensa (Aera), entre otras agrupaciones empresariales. A través de la colaboración público-privada, el proyecto pretende impulsar un ecosistema transversal del sector, con una base firme y un amplio potencial de crecimiento.
La iniciativa, que ya cuenta con el apoyo el Ministerio de Defensa, pretende consolidar el despliegue de la logística militar y el desarrollo de la industria de la defensa en torno a Zaragoza, principalmente. También busca centralizar y dinamizar las capacidades en torno a la formación, la innovación, el emprendimiento o las infraestructuras. La idea empezó a germinar hace un año y se ha ido tomando forma a través del grupo de trabajo creado por sus impulsores. La puesta de largo del proyecto se prevé que sea este mes de febrero.
«Lo que pretendemos es impulsar la industria de defensa y seguridad», explica Mar Paños, directora general de Promoción Industrial e Innovación del Gobierno de Aragón. «Tenemos una base industrial y también una tradición militar y de defensa. Queremos aunar esas dos capacidades para impulsar el sector, atraer nuevas actividades y generar talento», subrayó.
La "pata aragonesa" de la empresa que ha tomado el control de Indra
La compañía madrileña Escribano Mechanical & Engineering, una de las más puntera del sector militar en España y que ha tomado el control del grupo Indra, tiene una «pata aragonesa». Está en Binéfar (Huesca), donde hace casi un año adquirió la Aunav, una empresa especializada en el desarrollo de tecnología de desactivación de explosivos. Aunque fundada en el 1988, fue en 2002 cuando empezó a hacer robots para la Policía Nacional ante para la amenaza del terrorismo de ETA. Con el tiempo, ha ido evolucionando hasta convertirse en un referente del sector y ha crecido hasta alcanzar una plantilla de 100 trabajadores y en torno a 20 millones de euros de facturación, el 70% procedente de la exportación. «Tenemos un robot de unos 150 kilos de peso, que ahora mismo es el mejor que hay en el mercado de desactivación de explosivos», afirma Rafael de Solís, director de la unidad de Robótica del grupo. Las perspectivas de futuro de la empresa son halagüeñas, que prevé triplicar su plantilla hasta 300 trabajadores con la ampliación de la fábrica oscense.
En el Ejecutivo autonómico confían en los efectos positivos del crecimiento del sector en términos de empleo, riqueza y valor añadido, además del efecto arrastre que puede tener sobre el resto de la industria y la creación de innovación que luego se transfiere al sector civil. «Que nos sirva como un elemento más de atracción de empresas, inversiones y profesionales», afirma Paños.
El proyecto que capitanea la DGA está estudiando diferentes posibilidades. Una de ellas es que el hub se localice en un espacio físico concreto de la comunidad –podrían ser varios–, es decir, crear un polígono o parque empresarial especializado en esta rama industrial. De momento, no hay nada decidido, aunque todo apunta al entorno de Zaragoza, según las fuentes consultadas. «Se están analizando varias ubicaciones, viendo las capacidades de cada territorio», precisa Baños.
Instalaza y Escribano
Quien ya ha elegido destino para ampliar su actividad es la empresa zaragozana Instalaza, una de las principales industrias armamentísticas en España, que trasladará a otro emplazamiento la fábrica que ahora tiene en el Casco Histórico de Zaragoza, cerca del parque Bruil. La compañía es líder nacional y uno de los principales referentes europeos en el diseño, desarrollo y fabricación de «sistemas de armas lanzados desde el hombro» (lanzacohetes y lanzagranadas).
Las nuevas instalaciones se levantarán en los polígonos 109 y 110 del término municipal de la capital aragonesa, junto a la autovía Mudéjar (A-23). El productor de armas y municiones cuenta ya en este entorno con el denominado polvorín de Cadrete, que en 2021 fue declarado de interés militar por el Ministerio de Defensa en 2021.
El proyecto, que contempla una inversión de 52 millones en una primera fase, supondrá la creación de entre 100 y 120 empleos directos y otros 50 indirectos. El Gobierno de Aragón cree que la inversión de Instalaza en «infraestructuras avanzadas y procesos de alta tecnología» puede servir como «catalizador para atraer nuevas empresas» al ecosistema del hub, «fomentando la colaboración entre entidades públicas, privadas y académicas», según recoge la declaración de interés autonómico del proyecto publicada recientemente.
Esta no es la única gran inversión anunciada en el sector en los últimos meses. Escribano Mechanical & Engineering tiene previsto ampliar la fábrica que tiene en Binéfar, especializada en el desarrollo de robots para la desactivación de explosivos y que trabaja para las Fuerzas Armadas y el resto de cuerpos de seguridad. Cuenta con 107 empleados y espera llegar a las 300 personas en dos o tres años, lo que supondría triplicar la plantilla.
Hay una treintena de empresas en Aragón que forman parte de este sector, de las que una decena son proveedoras del Ministerio de Defensa, que tiene en esta tierra al 10% de sus contratistas. Ademas de Instalaza y Escrbiano, figuran otros nombres como Arpa, fabricante de equipos móviles de campaña; UpLifting, especializado en equipos tácticos para el manejo de cargas y contenedores; Mecanus, de procesado de chapa y mecanizado; o Altus, de ropa militar.
Casi todas ellas se han implicado en el proyecto del hub, en el que también se han alistado firmas como Adelte, Converzar, Puntes, Converzar, Dagartech, Diapol, Equimodal, FabricAir, Hispano Vema, Kepar, Ebroacero, Lecitrailer, Mann Hummel o Composite Manufacturing.
Aragón, en la mayor feria del sector
Este heterogéneo grupo de empresas, que pertenecen a sectores relacionados con la defensa y logística, una base firme y con un amplio potencial de crecimiento. Para conseguir los objetivos, Aragón aporta su compromiso forjado en años de relación con el Ejército y un sector industrial potente e innovador.
Prueba del interés es que Aragón estará por primera vez en Feindef, la mayor feria del sector de la defensa en España. La cita, que tendrá lugar en Madrid del 12 al 14 de mayo, supondrá la presentación del hub a nivel nacional. La comunidad participará con una delegación de 31 empresas que quieren ampliar su presencia en este mercado. «Va a ser un punto de difusión muy importante», recalca la directora general de Promoción Industrial.
Los promotores del polo logístico e industrial de la defensa Aragón también están analizando también las necesidades formativas que requiere este sector, una área en la que Aragón ya es una referencia gracias a la Academia General Militar de Zaragoza, donde se imparte la enseñanza superior del Ejército de Tierra de España. En sus instalaciones se encuentra además el Centro Universitario de la Defensa, adscrito a la Universidad de Zaragoza. Los instrumentos financieros que se podrían utilizar.
El papel del Clúster Aera
«Hay muchas capacidades y tenemos que mostrarlas fuera a través de iniciativas como esta para que conozcan todas las potencialidades que hay en Aragón», concluye Paños. Entre ellas cita el fácil acceso a energías renovables, la ubicación geoestratégica, la disponibilidad de espacio o las capacidades logísticas. «El tema tecnológico, que es otra gran apuesta del Gobierno de Aragón, se complementa muy bien con este sector», añade. Además de ayudar a crecer al tejido productivo local, el objetivo final del Ejecutivo que preside Jorge Azcón es atraer nuevas empresas de la industria de la defensa, algo que en el Pignatellí se ven plausible a medio y largo plazo.
Otro aliada fundamental del proyecto es Aera, el primer clúster que se creó en Aragón. Nació hace ya 18 años con vocación aeronáutica, pero que en 2022 amplió el foco a los sectores aeroespacial y de defensa. Esta última actividad está «muy ligada por tradición al sector aeronáutico en España», apunta Alejandro Ibrahim, presidente de la agrupación empresarial innovadora.
El también director del aeropuerto de Teruel ve igualmente en Aragón «un enorme potencial de crecimiento» en el negocio de la defensa, «una tierra de tradición militar desde hace años». Hasta ahora, recuerda, la parte más industrial del sector se ha concentrado en otras zonas de España, como Madrid, Andalucía, Asturias o Albacete, pero cree que la comunidad tiene su nicho, sobre todo en las actividades «más tecnológicas». Para ayudar a ello, Aera participa «de forma activa» en el grupo de trabajo que quiere hacer de este negocio un nuevo motor económico de la comunidad.
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