Así cambia el turismo en Aragón: más visitas, más costes, mismo sueldo
Empresarios y trabajadores celebran los buenos registros del turismo aragonés en los últimos años y la tendencia alcista del sector, pero animan a «la actualización» del modelo a nivel autonómico y la mejora de las condiciones para mantener la competitividad en el largo plazo.

Un camarero sirve una comanda en un bar de la plaza del Pilar, en Zaragoza, en una imagen de archivo. | ÁNGEL DE CASTRO
La línea ascendente de los datos turísticos en Aragón es una nota positiva para el sector, que saca pecho de su poder en la economía autonómica y reivindica su potencial para el futuro. La calificación final, sin embargo, deja para empresarios y trabajadores algunas correcciones que deben realizarse para asegurar el buen futuro a medio y largo plazo del sector en la comunidad.
Luis Femia, gerente de la Asociación Profesional de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia, valora «positivamente» esos datos, pero matiza que entre los problemas a los que se enfrenta el turismo en la comunidad no se encuentra «la falta de demanda». «El incremento se nota en la facturación, pero no en la rentabilidad», lamenta Femia, que también ha registrado «una subida de costes, por la energía o las materias primas».
Desde Cafés y Bares sostienen que el aumento de precios en la hostelería, que existe, es «moderado si se compara con el IPC» y asegura que a los hosteleros cada vez «les cuesta más absorber los costes».
El propio Femia sí que pone «deberes» al sector para evolucionar al mismo ritmo que la sociedad. «Hay que transformar la jornada de trabajo, porque el modelo de 7.00 a 00.00 horas se va a extinguir», reflexiona el representante de la patronal zaragozana de la hostelería, que destaca que ya hay locales que solo abren de jueves a domingo «porque les salen mejor las cuentas». La conciliación, la digitalización y la profesionalización completan esa lista de quehaceres.
También, la búsqueda de experiencias: «No se busca el atractivo de un solo restaurante u hoteles, la oferta es variada y se quiere aprovechar todo de los destinos». «El futuro turístico de Aragón es bueno y se mantiene en una buena posición, se tienen los mimbres para ser unos referentes», cierra Femia.
Una de las mayores dificultades, en las que coincide con los sindicatos, es la mejora de las condiciones laborales. «La falta de personal afecta a todos los mercados de trabajo», concreta Femia, que espera que «las políticas económicas» apuesten por una situación de entendimiento entre patronal y sindicatos.
Los trabajadores
Precisamente la mejora de las condiciones laborales es la principal exigencia de los sindicatos, que apuntan a esta medida como «la clave» para que los trabajadores vuelvan a fijarse en el sector hostelero: «Si hay mejores condiciones, se dejaría de ver la hostelería como algo pasajero mientras se busca otra profesión».
La responsable de Turismo de UGT en la comunidad, Patricia Rubio, celebra que el sector «empieza a ponerse las pilas» en materia laboral, con la firma de un convenio mejor para los empleados en Zaragoza. «La vida sube, pero no al ritmo que crecen los registros del turismo en la comunidad», analiza Rubio, que cree que la subida salarial en Zaragoza y la negociación en Teruel existe por «una mayor concienciación y la unión de fuerzas de los sindicatos».
Sobre las exigencias de los potenciales empleados, Rubio argumenta que «la gente está cansada de entrar a un sector que sigue funcionando como hace 40 años», por lo que se pide «un respeto por las condiciones laborales» y una transición hacia la conciliación y profesionalización: «Ya no se quiere vivir para trabajar, sino trabajar para poder vivir».
En Comisiones Obreras, Marta Laiglesia, secretaria general de la federación de Servicios en Aragón, critica que «las condiciones en el sector no han cambiado mucho, la seguridad se podría mejorar y hay que cumplir más en materia de jornada y salarios». Lamenta, también, que «la atomización» en la hostelería impide una mejor organización, ya que muchas empresas ni siquiera tienen los seis empleados que se exigen como mínimo para tener representación sindical.
La concienciación está ahí. «Hemos tenido una colaboración con el influencer SoyCamarero para dar mayor visibilidad a las peticiones», concreta Laiglesia, que insta a las autoridades políticos, como también hace la patronal, a participar en el proceso: «Debe haber mejoras en la inspección de trabajo». En esa concienciación, Laiglesia defiende el sello «hoteles justos», que CCOO ha entregado a aquellos establecimientos «que demuestran que sus condiciones laborales son justas».
En último lugar, los sindicatos señalan que los trabajadores «poco pueden hacer» ante la expansión de las viviendas de uso turístico, pero sí piden que no se olvide: «No son apartamentos que se llevan solos, hay trabajadores de mantenimiento y limpieza que tienen derechos, como todos».
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