El pueblo de Huesca con nombre de mujer casada que tiene una diabla en su iglesia

Este pequeña localidad se encuentra situada en un recóndito valle del Pirineo

El pueblo de Huesca con nombre de mujer casada que tiene una diabla en su iglesia.

El pueblo de Huesca con nombre de mujer casada que tiene una diabla en su iglesia. / VALLES TRANQUILOS

El Pirineo aragonés alberga numerosos lugares con encanto que conservan su esencia y tradiciones prácticamente intactas. En muchos de ellos aguardan mitos y leyendas que se pierden en los albores del tiempo, como demuestran los vestigios prehistóricos, cuevas y dolmenes, que salpican algunas zonas de la cordillera aragonesa.

Esta localidad del norte Huesca, situada a 20 kilómetros de Jaca, se encuentra en uno de los valles más inexplorados de los Pirineos Occidentales. El valle de Aísa está atravesado por el río Estarrún y cuenta con un inconfundible perfil montañoso dominado por los picos Aspe (2.645 metros), Llena de la Garganta y Llena de Bozo.

El municipio de Aísa está formado por las localidades de Aísa, Sinués y Esposa. Este último pueblo con nombre de mujer casada destaca por una singularidad: tiene una diabla en el altar mayor de su iglesia.

Vista general del valle de Aísa con la localidad de Aísa, el río Estarrún y sus tres picos al fondo.

Vista general del valle de Aísa con la localidad de Aísa, el río Estarrún y sus tres picos al fondo. / SERVICIO ESPECIAL

La diabla de Esposa y su leyenda

La Iglesia de San Bartolomé de Esposa es un templeo románico del siglo XIV. En su interior llama la atención el retablo dedicado al santo, que según la tradición consiguió derrotar al diablo pese a todo lo que este le ofrecía. La escena lo muestra triunfante con la diabla tirada en el suelo.

Se trata de una representación única en Aragón, donde solo otra localidad cuenta con un diablo representado en su altar mayor, Villanúa. La diabla de Esposa es una figura conocida en la zona. Una antigua leyenda popular cuenta que en los días de tormenta la diabla de Esposa y el diablo de Villanúa se encuentran en el barranco de La Fuente.

Interior de la iglesia parroquial de Esposa con la diabla en su altar mayor.

Interior de la iglesia parroquial de Esposa con la diabla en su altar mayor. / GOBIERNO DE ARAGÓN

También en la entrada de la iglesia, de suelo empedrado, puede contemplarse una hexafolia, la rosa de seis pétalos que es uno de los símbolos más extendidos de la cultura indoeuropea. Solo que, en lugar de seis pétalos, la de la iglesia de Esposa tiene siete. La localidad contaba además junto a su cementerio un esconjuradero, elemento típico de la cultura y tradición pirenaica, ya desaparecido.

Diversos documentos atestiguan la presencia de brujas en el valle de Aísa en la Edad Media. En Esposa hay constancia de varios juicios a mujeres acusadas de brujería que terminaron quemadas en la hoguera. La toponimia de la zona también lo refleja. Cerca de Esposa, precisamente en Villanúa, se puede visitar la Cueva de las Güixas.

De ruta por el valle de Aísa

El valle de Aísa ofrece numerosas opciones para una excursión de un día o una escapada de fin de semana. Esposa es una de las paradas del GR 15, también conocido como senda prepirenaica, que conecta el norte de Aragón de este a oeste. Desde este punto se puede visitar la vecina localidad de Aísa, con su antiguo molino harinero restaurado, o abandonar el valle en dirección a Borau.

Antes de llegar a esta localidad, encontraremos un desvío en el camino para llegar hasta el Monasterio de San Adrián de Sasabe, construido en el siglo IX, uno de los monumentos más importantes y desconocidos de la comunidad, refugio de los Obispos de Aragón durante la conquista de Huesca por parte del Califato Omeya.

Ruta por el Circo de Igüer en el Parque Natural de los Valles Occidentales, en el valle de Aísa.

Ruta por el Circo de Igüer en el Parque Natural de los Valles Occidentales, en el valle de Aísa. / HUESCA LA MAGIA

También la localidad de Sinués destaca por su intensa actividad cultural. En ella se puede visitar su torreón restaurado, que alberga exposiciones temporales.

Siguiendo la carretera hacia la cabecera del valle, pasado Aísa, se ubica el área recreativa de Santa Juliana, con instalaciones deportivas, piscina y merendero. Continuando por la carretera al norte se accede al Parque Natural de los Valles Occidentales, un paraje natural lleno de encanto donde podremos realizar diversas rutas para conocer lugares como su fantástico Hayedo, el Circo de Igüer o El Chorrotal y las Pozas del río Estarrún.

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