Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Sin ruta escolar para ir a Jaca: "Llegar al instituto es una odisea"

Una familia de Ansó denuncia que su hija se ha quedado sin transporte escolar para llegar al IES Pirineos de Jaca por haber comenzado el curso este mes de enero a raíz de un traslado. Todos los días lectivos tienen que llevarla doce kilómetros en su coche personal hasta Hecho, donde se incorpora a la ruta en bus.

La carreteras de la Jacetania han recibido estos días las primeras nevadas del año. | VERÓNICA LACASA / EUROPA PRESS

La carreteras de la Jacetania han recibido estos días las primeras nevadas del año. | VERÓNICA LACASA / EUROPA PRESS

David Chic

David Chic

Zaragoza

Empezar el curso cuando las clases llevan varios meses en marcha siempre es un problema. Cuesta adaptarse a los nuevos compañeros, al ritmo de las lecciones y también a las dinámicas que se han establecido entre los profesores. Y todavía es más complicado afrontar el cambio cuando la organización del transporte escolar no lograr dar respuesta a las necesidades de la nueva alumna.

Esto es lo que le ha sucedido este curso a una familia de Ansó, que denuncia que su hija se ha quedado sin transporte público para llegar al IES Pirineos de Jaca por haber comenzado el curso este mes de enero a raíz de un traslado. Todos los días lectivos tienen que llevarla doce kilómetros en su coche personal hasta Hecho, donde se incorpora a la ruta en bus.

La joven, de 15 años, cursa cuarto de la ESO y comenzó el curso estudiando en Inglaterra, aunque por circunstancias vitales tuvo que volver a su localidad natal terminado el primer trimestre. En las últimas semanas de diciembre su madre inició sus trámites para la matriculación, pues el centro que le corresponde es el instituto jaqués. En ese momento ya trasladó que necesitaba transporte público, un derecho que tienen todos los alumnos que se desplazan en la comarca, pero por la distribución actual de las rutas no ha podido acceder a él.

Esto ha provocado que la madre tenga que conducir todos los días, tanto por la mañana como por la tarde, de ida y vuelta, los 12 kilómetros que separan Ansó de Hecho, donde la adolescente se monta en el autobús que hace la ruta a Jaca. Se da la circunstancia de que todos estos viajes los realiza detrás de la furgoneta de nueve plazas en la que viajan hasta ese mismo autobús sus ocho compañeros del pueblo que también van al instituto.

Según explicaron desde la consejería de Educación del Gobierno de Aragón, desde la comarca, entidad que tiene delegadas las competencias en transporte escolar, intentaron buscar otros taxistas pero estaban todos comprometidos en otros servicios. La otra opción era llegar a Ansó con el autobús que hace la ruta de Siresa pero lo descartaron por la peligrosidad de la carretera en invierno y un vehículo tan grande.

De hecho, este es el gran inconveniente al que se enfrenta todas las mañanas a las siete la familia de la adolescente. «Pasar el puerto nevando es toda una odisea, además conduciendo detrás de una furgoneta que está realizando el mismo trayecto», denuncia la madre afectada, que ha preferido no dar su nombre. «La educación es un derecho y nosotras tenemos un problemón», asegura.

La alternativa que se le ha ofrecido desde la comarca, que ha barajado la posibilidad de buscar otros modelos de escolarización, ha sido una beca individualizada de transporte, algo que no alivia la obligación de tener que conducir los 48 kilómetros diarios. «Todos los políticos hablan de la necesidad de mantener los pueblos vivos y de la necesidad de que la gente se instale en ellos, pero cuando se necesitan no son capaces de ofrecer servicios elementales escudándose en normativas estrictas de licitaciones que parecen importar más que la seguridad de mi hija», lamenta. Al parecer, según explican desde la comarca, ampliar el número de plazas «no es fácil» porque implicaría un cambio en la categoría del actual contrato.

Por el momento, y hasta el inicio del próximo curso en septiembre, no parece haber posibilidad de modificar las rutas. «Los días que no puedo llevar a mi hija tengo que pedir favores a mis conocidas, algo que por el momento no ha sido un problema porque en los pueblos no somos tan individualistas, pero esta no es una solución razonable», lamenta.

Tracking Pixel Contents