INVERSIONES PRIVADAS

Lidl estudia al menos tres alternativas para su complejo logístico en Aragón

La multinacional mantiene su apuesta por instalarse en la comunidad y afirma que lo hará en las mismas condiciones en las que iba a llevarlo a la ampliación de Plaza, que ya suma más de tres meses paralizada

Establecimiento de Lidl en la calle Marqués de la Cadena, uno de los que ha estrenado la multinacional en Zaragoza en los últimos años. | EL PERIÓDICO

Establecimiento de Lidl en la calle Marqués de la Cadena, uno de los que ha estrenado la multinacional en Zaragoza en los últimos años. | EL PERIÓDICO

David López

David López

La multinacional Lidl mantiene su apuesta por instalarse en Aragón con una inversión que rondaría los 100 millones de euros a pesar del varapalo judicial recibido para la ampliación de la Plataforma Logística de Zaragoza, denominada Plaza 4.0, que promovía la firma Wilcox en los terrenos colindantes con la autovía A-2 y el club de golf privado de La Peñaza. El revés recibido en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) mantiene paralizada esa expansión desde hace más de tres meses pero su llegada a la capital aragonesa no peligra, según afirma el Gobierno de Aragón desde el primer día y ha podido confirmar este diario, ya que sobre la mesa cuenta con al menos tres ubicaciones alternativas en el territorio.

A estas tres propuestas habría que añadir una cuarta, la que ya tenía más que atada para llevar su inversión a los terrenos de Plaza 4.0, pero cada día que pasa pierde más fuerza porque la tramitación administrativa que requiere impulsar un nuevo expediente desde el inicio puede acabar siendo incompatible con los plazos que manejaba Lidl. Lo que es seguro es que la espera que está dispuesta a asumir la multinacional es finita y se espera que tome una decisión en firme antes del próximo verano. El reloj corre en contra de los intereses del promotor del suelo, Wilcox, y a favor de la DGA y la propia multinacional, que podrían cerrar un acuerdo en los próximos meses sin tener desatascada la ampliación de la plataforma logística.

En las mismas condiciones

Desde el Gobierno de Aragón se apuesta por no pronunciarse sobre las conversaciones que ya están manteniendo con Lidl desde hace más de tres meses. La misma posición que ha adoptado la multinacional, que lleva con mucha cautela cada paso que se da en las dos direcciones, tanto la de Wilcox por desbloquear la ampliación de Plaza como la del Gobierno aragonés por atar una ubicación alternativa para ellos.

«Tenemos opciones y alternativas suficientes y será Lidl la que nos dirá sus preferencias en función de la ubicación y los tiempos que precisa su inversión, nos ponemos a su entera disposición». Con estas palabras Octavio López, consejero de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística de la DGA, dejó claro desde el principio, cuando se produjo el revés judicial a mediados de octubre del pasado año, que en el Ejecutivo manejaban varias alternativas para retener la inversión en la comunidad. Que habría opciones en Zaragoza o en su área metropolitana para que la multinacional siguiera adelante con sus planes. Aunque, obviamente, la solución no puede demorarse mucho y debería estar resuelto todo este embrollo durante el primer semestre de 2025. En los planes de la empresa siempre ha estado la necesidad de comenzar las obras de construcción con vistas a 2028, y el calendario va avanzando sin que esté atado nada en el plano administrativo.

No obstante, la posición del Gobierno de Aragón con respecto a los planes de la promotora que quiere impulsar la ampliación fallida en Plaza parece haber cambiado y, según ha podido saber este diario, está dejando en manos de los propietarios de esos suelos el peso de las negociaciones para desbloquear el proyecto. Estos están en contacto con los particulares que recurrieron la operación, aunque son conscientes de que cualquier solución pasa por comenzar el trámite administrativo de Plaza 4.0 desde el principio. Aunque también hay mucho terreno recorrido con todos los informes y estudios que se hicieron para el primer intento.

Mientras, la encrucijada judicial no es tampoco el único obstáculo que hay que resolver. Sobre la mesa sigue la necesidad de llegar a un acuerdo con el Ministerio de Transportes sobre las importantes afecciones que había sobre la autovía A-2 y las obras necesarias.

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