Los herederos de Joaquín Costa demandarán a la DPH por «daños y perjuicios» si no compra la casa del jurista en Graus

Los cinco copropietarios de la casona del regeneracionista consideran que han sido «burlados» ante la falta de movimientos para formalizar la compraventa acordada en la pasada legislatura

Casa natal de Joaquín Costa en Graus.

Casa natal de Joaquín Costa en Graus. / El Periódico de Aragón

David Chic

David Chic

Zaragoza

La casa de Joaquín Costa en Graus, máximo exponente del regeneracionismo, llevaba camino de convertirse en un museo sobre su figura al término de la pasada legislatura. La familia del jurista había cerrado un acuerdo de venta del inmueble con el anterior equipo de gobierno de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), que ahora consideran que ha sido «burlado». Por ese motivo han avanzado a este diario que están preparando acciones legales con la intención de demandar a la institución por «daños y perjuicios» tras haber perdido interesados privados en la adquisición del inmueble en los últimos dos años.

El inmueble, actualmente en desuso excepto en época de vacaciones, fue tasado durante la pasada legislatura en 207.000 euros y desde la institución presidida actualmente por Isaac Claver no se han dado pasos para formalizar el acuerdo al alegar que no se les ha permitido conocer el estado del edificio. Los cinco copropietarios herederos quieren que la casona se convierta en un lugar de estudio y difusión de la figura del pensador grausino. Insisten en que fue lo que se pactó con el anterior presidente de la DPH, Miguel Gracia, siguiendo el modelo de las casas natales de Lope de Vega en Madrid y de Benito Pérez Galdós en Las Palmas, o la que habitó José Saramago en Lanzarote, y que no existen razones para no seguir adelante tras el cambio de legislatura, según afirmó esta semana la portavoz de los familiares, Adriana Auset.

En el interior todavía se conservan algunos de los enseres personales del pensador, que volvió a Graus en los últimos años de su vida. La familia defiende que el mejor uso para las cuatro plantas es el de ser un centro en el que se divulgue su mensaje, pues el pensamiento de Costa «sigue plenamente vigente en la sociedad», algo que en su opinión se plasma en las muchas veces que todavía es citado en la vida política actual.

Además, indican que en Aragón no existe un espacio como el que estaba pensado para el lugar. «Sería un centro de estudio cultural muy enriquecedor», citan, a la manera del centro Buñuel de Calanda. «Los políticos aragoneses tienen que asumir que su importancia internacional no es menor que la del cineasta», asegura Auset.

Los herederos, que llevan varios años tratando de vender el edificio, consideran que aceptaron el precio de tasación, bastante por debajo de algunas ofertas de compradores privados que habían recibido, por su interés en que se difunda el legado de Costa en el lugar de su nacimiento. Sin embargo, si no progresa la operación tienen previsto iniciar un proceso legal que les lleva a recuperar los fondos perdidos por el mantenimiento en los últimos años y por haber frenado propuestas de varios compradores.

La familia alega que en el caso se está actuando con «cinismo» después de que todos los grupos políticos mostraran su acuerdo con la compra en un pleno de la DPH de abril de 2023. También lamentan la falta de implicación del actual Ayuntamiento de Graus para cerrar la compraventa, sobre todo cuando mañana estarán participando en la ofrenda floral que todos los años se organiza para conmemorar la muerte del regeneracionista, que se produjo el 8 de febrero de 1911.

La casa de Joaquín Costa forma parte del legado del que fuera uno de los principales impulsores de las ideas de progreso en el sector agrario y la utilización del agua. En 2022, el Ministerio de Cultura compró la parte del archivo personal del jurista que todavía permanecía en Graus y en junio de 2024 este conjunto fue legado al Archivo Provincial de Huesca.

«Gracias al interés que demostró su familia ese conjunto de documentos ahora está conservado en Huesca y disponible para su estudio sin que haya costado ni un euro», recuerda Auset, evidenciando la «buena voluntad» de los herederos.

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