Entrevista | José Juan Arceiz Secretario general de UGT Aragón

"Hay que hacer Aragón más atractivo para trabajar, no solo para invertir"

José Juan Arceiz tras su reelección como líder de UGT Aragón, el pasado viernes en Zaragoza. | CARLA GREENWOOD

José Juan Arceiz tras su reelección como líder de UGT Aragón, el pasado viernes en Zaragoza. | CARLA GREENWOOD

Zaragoza

UGT Aragón celebró el pasado viernes su noveno congreso regional, en el que José Juan Arceiz fue reelegido secretario general con un apoyo de casi el 94%. Inicia el mandato con el objetivo de hacer llegar el sindicato a más trabajadores y empresas, sobre todo a las que carecen de representación sindical.

¿Qué le ha llevado a dar este paso?

Cuando llegué a la secretaria general en abril 2023, la verdad es que fue un poco de sopetón, tenía muchas dudas de si era el momento, pero decidí dar el paso por el apoyo de las federaciones. Ahora sí que quería presentarme al congreso para ser secretario general de la UGT Aragón. Y eso para mí es importante. Estos casi dos años me han servido sobre todo para aprender. Venía de una federación de Industria con las cosas muy claras, los términos muy marcados, mucha experiencia en la negociación colectiva y en el conocimiento de los sectores, y pasaba a un terreno que desconocía. El tema institucional más bien no lo había tratado. Y el diálogo social tampoco. En este tiempo he aprendido mucho del resto de agentes sociales

¿Cómo se encuentra el sindicato?

La verdad es que Daniel (Alastuey) me dejó hace casi dos años un sindicato muy unido y cohesionado. Desde entonces ha seguido así. Estamos en buen momento, también a nivel orgánico. Hemos crecido en afiliación en 2024 y nos hemos estabilizado. Todo el marco para hacer el congreso era mejor.

El sindicato pasó por momentos duros tras la crisis de 2008. ¿Se han curado todas las heridas?

La crisis de 2008 fue brutal para todos. Se cerraron miles de empresas y hubo millones de despidos, gente que perdió su empleo y no lo recuperó en un corto plazo. Tuvimos que adaptarnos. Pero la pandemia nos dio un impulso. Fuimos capaces de negociar miles de ertes de personas que no conocíamos en cientos de empresas sin representación sindical. Eso nos volvió a situar en el mapa e iniciamos una senda de recuperación, sobre todo de imagen. Y los acuerdos con el Gobierno de España en pensiones y en infinidad de temas sociales han demostrado nuestra utilidad.

¿Por qué son necesarios los sindicatos?

No somos necesarios, somos imprescindibles. Todas las personas trabajadoras necesitan tener una unión para poder defender sus derechos y conseguir más. Todavía lo somos más conforme vamos avanzando hacia este liberalismo del que todo vale y todo es digital. Por supuesto, tenemos que abrirnos a nuevas situaciones. Nos podrán insultar y tratar de desprestigiarnos, pero muchos de los que nos critican luego vienen a nosotros a pedir ayuda cuando vienen mal dadas. Y me alegro de ello y de que nos conozcan.

Vivimos en una sociedad cada vez más individualista, ¿cuesta más movilizar a los trabajadores por reivindicaciones laborales?

Sí, cuesta más que la gente capte nuestros mensajes. Hoy en día lo que no entra por el teléfono parece que no existe. Por otra parte, las redes sociales tampoco representan la realidad. Los sindicatos no somos algo ajeno a la sociedad, pero seguimos teniendo una fuerza importante. Estamos ahí. En UGT podemos decir que somos la organización o entidad con más afiliados de Aragón, con más socios incluso que el Real Zaragoza.

¿Cuáles son sus propósitos para el nuevo mandato?

El lema del congreso, Más y mejor sindicato, es una total declaración de intenciones. Por un lado, defender el diálogo social. Hemos llegado a un acuerdo de legislatura con los empresarios y la DGA que ahora tendremos que cumplir punto por punto. Esa lealtad institucional tiene que ser de ida y vuelta. La unidad de acción es el otro eje que vertebra la estrategia. Y tenemos que llegar a más trabajadores y trabajadoras. Ser capaces de romper la barrera de la empresa pequeña, donde tenemos que entrar, y fortalecernos en las grandes. Hay cientos de empresas sin representación, las que llamamos blancas en el argot sindical, y que la necesitan. Cuando nos conocen saben que todo va mejor, por ejemplo, en prevención de riesgos laborales. Y cuando hablamos de un mejor sindicato, se trata de abrirlo más si cabe, que sea más transversal, transparente y cercano a la afiliada, el afiliado o cualquier persona trabajadora. Para eso, tenemos que mejorar nuestros servicios.

¿Cómo valora la ola de inversiones que está llegando a Aragón?

Desde luego que lo vemos bien. Pero hay que hacer las cosas bien. Primero, ser capaces de que los aragoneses decidan quedarse en su tierra para trabajar. Sería lo ideal. Eso solo se hace con formación en lo que van a necesitar los centros de datos, la gigafactoría o BonÀrea. También tenemos que ser capaces de atraer a gente de fuera porque no somos suficientes para tantos proyectos. Aragón tiene un futuro prometedor sobre el papel, pero para que venga gente de otras comunidades o países hay que hacerlo más atractivo para trabajar, no solo para invertir. Para ello, hay que ofrecer vivienda asequible, tener buenos servicios públicos y mejores salarios.

Los empresarios insisten en que la falta de trabajadores ya es uno de sus mayores problemas.

Hay que matizar. Es verdad que falta mano de obra cualificada. Hay dificultad para encontrarla en algunas profesiones o categorías. Eso se puede solucionar. Necesitamos que la orientación laboral sea acompasada a la orientación escolar. Orientar bien a los chavales hacia los nichos de empleo que tenemos, hacer atractivo el sector de la construcción, el industrial o la hostelería.

¿Hay comités de empresa en los centros de datos?

Todavía no porque ahora mismo están naciendo y el número de trabajadores es creciente. Hay que buscar cuál es el mejor momento para celebrar elecciones sindicales.

"Los agentes sociales de Aragón no jugamos con las cosas de comer. Con esto no enredamos. Quizás es porque tenemos menos recursos y posibilidades que en Madrid o Barcelona. Somos menos y tenemos que cuidar más nuestro entorno laboral"

El futuro del automóvil en Aragón es alentador tras confirmarse la gran inversión de la gigafactoría, pero el presente está siendo complicado. ¿Teme que haya eres en el sector? 

Las medidas coyunturales creo que serán suficientes para pasar el periodo valle que vive el sector. En Stellantis Figueruelas hemos estado años metidos en un erte durante un largo tiempo, en el que hemos sufrido pero hemos llegado a la orilla. El objetivo es que todo el mundo llegue a la orilla y esa fábrica de baterías sea capaz de absorber el posible exceso de mano de obra que puede provocar el tener unos volúmenes de producción inferiores a los que estamos acostumbrados. 

En Aragón se respira paz social y sintonía entre los agentes sociales. No ocurre igual a nivel nacional.

Madrid no es la realidad de nuestro país. Allí hay excesivo ruido y pocas nueces. No puede ser que todo gire en torno a la política. La economía es más cosas. En Aragón sabemos separar lo que es importante, lo que decimos, las cosas de comer. Y con las cosas de comer no podemos enredar. Quizás es porque nosotros tenemos menos recursos y posibilidades que en Madrid o Barcelona. Somos menos y tenemos que cuidar más nuestro entorno laboral. Eso no significa que renunciar a mejorar nuestras condiciones.

El acuerdo con la patronal no ha sido posible en la reducción de la jornada laboral. El Gobierno ha aprobado la medida pero parece difícil que se convalide en el Congreso. ¿Llegará a aplicarse?

Estoy convencido de que sí. Hay que apelar a las personas, a los diputados que tienen que votar esa ley en el Parlamento para que no impidan que otros disfruten una jornada similar a la suya. Por desgracia, no se ha podido llegar a un acuerdo con la patronal porque se ha atrincherado en argumentos que ya no tienen ningún sentido, que están pasados de moda y que son del siglo pasado. Se malinterpreta y se usa inadecuadamente la palabra productividad. En los países de nuestro entorno todos tienen menos horas que nosotros y todos son más competitivos. La competitividad no está basada en largas jornadas, sino en jornadas más cortas y más tecnología.

¿En Aragón hubiera sido posible un acuerdo de este tipo?

No lo sé porque no lo hemos planteado. Sí que es verdad que tenemos una mayor disposición a llegar a acuerdos. Estoy seguro de que en Madrid se ha puesto toda la carne en el asador pero no ha sido posible. Si nos hubiéramos tomado todos más en serio la reducción de jornada convenio a convenio, igual hoy no estaríamos hablando de esto. En el del Metal de Zaragoza, hace 25 años bajamos la jornada y en el últimos convenio la hemos vuelto a bajar.

¿Cómo valora la gestión del Gobierno de Jorge Azcón?

En lo que se refiere al diálogo social, está cumpliendo lo prometido en su investidura. Tenemos un acuerdo de legislatura que contempla muchas cuestiones que ahora hay que cumplir. Las relaciones de UGT con el Gobierno de Aragón son leales, pero el diálogo social tiene que ser de ida y vuelta. No puede ser unidireccional. Las dos partes hasta hoy estamos cumpliendo con nuestra parte del acuerdo. Es cierto que hemos tenido problemas a nivel de sindicato en servicios públicos como educación o sanidad, pero nada que no se pueda arreglar con diálogo y buena voluntad.

¿Cómo valora el relevo de Javier Lambán a Pilar Alegría al frente del PSOE de Aragón?

Se abre una nueva etapa en el Partido Socialista que creo que le puede venir bien, principalmente, por la renovación. Lo que esperamos es que sea un cierre de filas en torno a la nueva dirección porque cuando las organizaciones están unidas, los caminos son mucho más fáciles para todos.

En 2024 murieron 41 personas en accidentes laborales, ¿qué debe hacerse para atajar esta lacra?

Los datos actuales son inadmisibles. Estamos haciendo muchos esfuerzos para que no sea así, pero está claro que no somos capaces de llegar a donde se producen los accidentes, que son mayoritariamente en empresas pequeñas y sin representación sindical. La colaboración con la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Aragón es total. El apoyo a nuestras propuestas está siendo correspondido. Debemos seguir trabajando en esta línea y continuar con las campañas de seguridad y salud laboral. Hacen falta cambios en dos vías. Por un lado, cambios legislativos. La ley de prevención, aprobada en 1995, fue avanzada en su tiempo pero hay cosas en las que está obsoleta. Y hay que hacer campañas de concienciación más agresivas, como las de tráfico. Hay accidentes y accidentes. Los hay que son totalmente evitables, como las caídas en altura o los atrapamientos en zanjas, que deberían ser sancionados más duramente. 

¿Le preocupan los efectos en Aragón y España de la política de Donald Trump en Estados Unidos?

Sí. Ese refrán que dice que ahora que va todo bien verás como viene alguien y lo fastidia es perfectamente aplicable a Trump. Los aranceles son medidas de ida y vuelta, cortoplacistas, con las que no gana ninguna de las partes, pero pueden afectar a la inflación ahora que la tenemos controlada. Europa tiene que tener voz propia y, a poder ser, una. Creernos de verdad que no somos un grupo de amigos o un club de economía, sino posiblemente la mejor región del mundo para vivir. Tenemos que tener nuestra propia identidad. Y si nos atacan por un lado, buscar nuevos mercados y aliados.

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