Antonio Maíllo: «Sumar ha renunciado a ser un paraguas para ser un partido más»

El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha presentado en Zaragoza un proceso para recomponer la unidad «sobre bases políticas» con el objetivo de provocar «un cambio de estado en el ánimo de la izquierda».

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, este sábado en Zaragoza. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, este sábado en Zaragoza. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA

David Chic

David Chic

Zaragoza

Se han reunido en Zaragoza con decenas de colectivos sociales con el objetivo de «levantar el estado de ánimo de la izquierda». ¿Es posible algo así en el contexto actual?

Es necesario. De hecho, la Convocatoria por la democracia pretende construir un proyecto esperanzador de país. Eso se hace con propuestas políticas y no con dimes y diretes. Las propuestas tienen que buscar el beneficio de la mayoría social. En el combate actual de la política mundial creo que está más que justificado que la izquierda deje la melancolía, que no es una categoría política, y la convierta en un proyecto de esperanza.

¿Cómo piensan revertir esa tendencia?

Tenemos que reconciliar posturas. Y crear espacios en los que se generen las condiciones adecuadas para que en las próximas elecciones existan propuestas unitarias que permitan consolidar gobiernos o lograr cambios, como pasa con el Gobierno de Aragón.

¿Una propuesta unitaria implica concurrir a las elecciones con nuevas siglas?

Cuando hablo de generar las condiciones adecuadas hablo de bajar al suelo para hablar de políticas de vivienda, de políticas industriales, de medidas ante la crisis ecosocial y servicios públicos. Sobre eso tenemos que construir. Si estamos de acuerdo en eso, la herramienta para llevarlo a cabo se hará con unas primarias en la elección del representante y, desde luego, buscando a las mejores personas.

¿En qué ámbito se producirían esas primarias?

Esas primarias tienen que implicar a todas las organizaciones que estén de acuerdo con las propuestas, también a las personas que no pertenecen a organizaciones pero que puedan aportar.

¿La marca Sumar seguiría siendo válida para la nueva disputa electoral?

Creo que lo que surja se llamará de otra forma. Sumar ha renunciado a ser paraguas de nada y se ha convertido en un partido más como lo es Izquierda Unida.

¿Una apuesta de unidad como Zaragoza en Común sigue siendo el paraguas adecuado para disputar la alcaldía?

Eso lo tendrán que decidir los integrantes del proyecto. Nosotros somos un proyecto federal y será Izquierda Unida en Aragón quien tenga que valorar cuál es la fórmula de concurrencia y de presentación. En eso somos bastante serios. Nosotros establecemos unas directrices y una matriz política y sobre esas bases cada territorio se adecúa al contexto que consideren los compañeros. Pero no se debe olvidar que cuando se agota un ciclo electoral es necesaria una rendición de cuentas y decidir si esa experiencia ha sido positiva o no. Pero eso lo dejamos a responsabilidad de la federación territorial.

Habla de cambio de ciclo político, ¿la alianza entre el PSOE y Sumar en el Gobierno de España está amortizada?

Para nada. De hecho, IU tiene muy claro que este proceso unitario está justificado para mantener un proceso de profundización democrática que es el mejor sistema de combate contra el fascismo o el autoritarismo que pretende instalarse en nuestras vidas. Los procesos unitarios se hacen porque son el único modo de que se puedan mantener esos gobiernos, no nos engañemos. Si hay una fragmentación en el espacio de la izquierda alternativa será muy difícil reeditar gobiernos.

¿Cómo valora IU la acción del Gobierno de España?

Desde IU transmitimos una reflexión al respecto, que es bien recibida por otras organizaciones: en este momento es necesario cumplir con el pacto de investidura y evitar en la medida de lo posible tensiones que no resuelven problemas. Un ejemplo es lo que se ha visto estos días con el salario mínimo. El logro de un hito histórico no puede convertirse en una disputa. El desplazamiento del debate no ha beneficiado a ninguna de las partes. Tenemos que saber resolver esa cuitas y ser leales a los compromisos adquiridos. Por eso tenemos que pedir al PSOE que facilite esos cumplimientos.

Las últimas movilizaciones en la calle, del sector primario, parecen capitalizadas por la derecha. ¿Les preocupa perder ese espacio?

La extrema derecha parece capitalizar las protestas, pero no es verdad que toda la gente del campo esté de acuerdo con esas políticas, pues Vox está defendiendo posturas contrarias a sus intereses. En las movilizaciones hay todo tipo de banderas. Es un movimiento muy transversal porque el malestar del campo tiene orígenes muy diferentes.

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