El 15% de los adolescentes sin problemas previos de salud mental se autolesiona

Crecen las atenciones por malestar emocional entre los jóvenes al presentar dificultades para afrontar contratiempos cotidianos y desciende el suicidio

Un menor con los brazos vendados, en una imagen de archivo.

Un menor con los brazos vendados, en una imagen de archivo. / David Castro

Zaragoza

Cortes, rasguños, quemaduras y golpes en la piel. Hasta un 15% de los adolescentes se autolesiona al vivir emociones negativas aunque no presenten ninguna patología previa. Así lo explica a este diario Pedro Ruiz, jefe de psiquiatría infanto-juvenil del hospital Clínico de Zaragoza que este miércoles ha participado en la jornada de salud mental del Colegio Oficial de Farmacéuticos. El dato alarma todavía más si se tiene en cuenta que, según Ruiz, este comportamiento ha crecido en los últimos años: «Antes llamaban de algunos institutos para pedir asesoramiento porque dos o tres alumnos se cortaban. Ahora en todos los centros hay gente que se autolesiona». Según informa Ruiz, un 40% de los que tienen patologías mentales se autolesiona.

Determinar los porqués es difícil. Ruiz indica que la demanda de atención en salud mental por malestar emocional se ha incrementado de forma muy notable, lo que significa que cada vez más adolescentes presentan dificultades para adaptarse a los problemas de la vida cotidiana. El psiquiatra apunta también a las redes sociales como «factor desencadenante». «Se cortan y lo comparten», indica.

Más allá del malestar emocional, Ruiz revela que también ha crecido la demanda de atención en otras patologías como el conjunto de Trastornos del Espectro Autista, entre los que se incluye el síndrome de Asperger. En cuanto a los de la Conducta Alimentaria (TCA), señala que «ha bajado la edad de aparición de síntomas».

Esta tendencia al alza la rompe el suicidio infanto juvenil que, según afirma Ruiz, «ha bajado en el último año». «Estamos preocupados y es normal, pero es uno de los temas más controlados», comenta. En esta línea, Rosa Morillo, farmacéutica comunitaria y vocal del Colegio Oficial de Farmacéuticos que este miércoles ha formado parte de la jornada, explica que «el menor riesgo de suicidio está en los menores de 20 años y los mayores de 90».

¿Y qué papel juega el farmacéutico en la prevención? Morillo cuenta que deben estar atentos a síntomas de alarma como la acumulación de fármacos. O, lo que es lo mismo, que un paciente acuda a por un blíster de un medicamento antes de lo previsto porque ha consumido más dosis de las estipuladas. Otro síntoma de alarma es la higiene personal. Morillo tiene una paciente que acude cada día a la farmacia para recibir su medicación. «Es importante porque implica que se levante, se asee y salga de casa», cuenta.

Apoyo a los pacientes

Así, subraya que el farmacéutico comunitario sirve «de apoyo» a los pacientes. Con todo, recomienda que se apoyen también en otros entornos y recuerda que, además de acudir al Salud, el teléfono 024 ofrece asistencia las 24 horas.

Unas y otras cuestiones se enmarcan en una realidad que Ruiz subraya: el aumento de la demanda asistencial. Un incremento que llega, entre otras cuestiones, porque «se ha puesto de moda la salud mental». «Igual se muere su mascota y acuden al psicólogo. Es normal que una persona viva un duelo y llore, porque eso significa que tiene emociones», sostiene para explicar que esta tendencia es positiva pero que se debe «filtrar» cuando se debe recibir la atención.

Porque, subraya Ruiz, en Aragón están «desbordados». «Faltan psicólogos. Estamos muy justos», afirma. «La comunidad no puede sacar pecho en cuanto a inversión en salud mental. Estamos en déficit desde hace décadas. No pido tener el nivel europeo, pero sí contar con más recursos», insiste.

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