100 minutos al día en TikTok: “Engancha igual que una droga”

Los aragoneses se encuentran entre los que más fotografías comparten en sus redes sociales

Los jóvenes pasan más de 100 minutos al día en TikTok: “Engancha igual que una droga”

Los jóvenes pasan más de 100 minutos al día en TikTok: “Engancha igual que una droga” / FreePik

Alba Ortubia

Alba Ortubia

Zaragoza

Una hora 40 minutos. Ese es el tiempo que pasa, de media, la juventud española haciendo scroll y viendo vídeos en TikTok. La plataforma, pese a ser consciente de los peligros que acarrea para los adolescentes, no ha hecho grandes cambios para evitar que los y las menores sigan pasando en ella más de 100 minutos al día. Los expertos alertan de que las consecuencias, a edades tempranas, pueden ser fatales. 

TikTok creó una herramienta que permite a madres y padres establecer límites de tiempo de uso por parte de los menores a 60 minutos por día, pero con escasos resultados. ¿Por qué? Según documentación interna de la propia compañía, por su algoritmo hiperpersonalizado. Para adquirir el hábito solo hace falta ver 260 vídeos que, si bien a priori parecen bastantes, "pueden durar tan solo ocho segundos y se reproducen para los espectadores en rápida sucesión, de manera automática", según su propia investigación.

TikTok es la red social en la que más tiempo pasan los jóvenes españoles, como refleja el informe ‘El dilema digital: La infancia en una encrucijada’. “TikTok no requiere de ningún proceso atencional, es decir, no requiere que estemos esforzándonos en prestar atención. A nuestro cerebro le gusta no tener que trabajar tanto”, explica Javier Clemente, psicólogo zaragozano.

Este consumo sencillo de contenido audiovisual vuelve la aplicación muy adictiva. “Nuestro cerebro funciona, además, a través de un sistema de recompensas: cuando consumimos algo muy placentero, el sistema se activa y nuestras hormonas nos hacen querer más. Engancha igual que una droga, TikTok actúa de forma muy similar en nuestro cerebro”, subraya Clemente.

¿Qué peligros tiene TikTok para los jóvenes?

Aunque todos los grupos poblacionales pueden caer en el consumo excesivo de redes sociales, los adolescentes son aún más susceptibles a los efectos nocivos de estas plataformas. “Los jóvenes se exponen a un riesgo mayor porque están creando su propia identidad y aprendiendo a relacionarse con el mundo”, asegura Tatiana Iñiguez, socióloga y profesora de la Universidad de Zaragoza. 

Aragón, junto a Madrid, Galicia y Cataluña, es una de las comunidades dónde más porcentaje de gente publica fotografías en las redes y con más frecuencia (19%), solo superada por Extremadura (20%). Según Clemente, los jóvenes aragoneses pueden encontrar un foco de inseguridad en las vidas idílicas -y muchas veces irreales- que muestran algunos perfiles. “Muchas personas vienen a la consulta con trastornos de la conducta alimentaria derivados del uso excesivo de las redes. Al compararse con las vidas y los cuerpos perfectos de las influencers, terminan devaluando su realidad”, expone el psicólogo aragonés. 

Otra de las consecuencias más preocupantes del componente adictivo de TikTok es la pérdida de capacidad de concentración: el cerebro se acostumbra a recibir estímulos continuos y fáciles de procesar. “Esta hiperestimulación cerebral merma las capacidades cognitivas: mucha gente desarrolla una especie de “déficit de atención” porque su facultad para concentrarse y memorizar se aletarga”, afirma Clemente.

El “cyberbullying”, el acoso en las plataformas digitales

Además, ciertas personas aprovechan el anonimato de las redes sociales para faltar al respeto a los usuarios. Este fenómeno se conoce como “cyberbullying”, una forma de acoso que se lleva a cabo a través de los medios tecnológicos. “Se puede insultar a la gente sin consecuencias. En Internet existe una impunidad total, porque, si el acosador se ampara en una cuenta falsa, nadie puede ponerle nombre y apellidos”, denuncia Tatiana Íñiguez. Sin embargo, detrás de cada pantalla hay una persona de carne y hueso que soporta las humillaciones. “La virtualización se convierte en deshumanización. Mucha gente jamás se atrevería a hablar a las personas así si las tuviese delante”, sostiene Clemente. 

¿Cómo utilizar las redes de forma responsable?

A pesar de que el consumo indiscriminado de redes sociales puede ser perjudicial para la salud mental, las redes sociales no tienen por qué poner en riesgo a los usuarios si las usan de manera responsable. “Desde el ámbito educativo, tenemos que enseñar a los alumnos las herramientas necesarias para que sean críticos con lo que consumen: no todo lo que vemos es real”, puntualiza la socióloga, que también exige el compromiso de las corporaciones tecnológicas: “no toda la responsabilidad debe recaer en los consumidores, las empresas tienen que poner de su parte en la filtración de contenidos”, concluye.

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