Desigualdad según para quién: los chicos celebran los avances y ellas recalcan que "queda mucho por hacer"

Jóvenes universitarias de Zaragoza detectan «desinformación» sobre la lucha feminista y recalcan que «queda mucho por hacer» hasta lograr la igualdad real. Ellos celebran los avances, aunque consideran que ya se han alcanzado cotas de igualdad suficientes

Dos jóvenes pasean por el campus de San Francisco en_Zaragoza, cerca de la facultad de Educación.

Dos jóvenes pasean por el campus de San Francisco en_Zaragoza, cerca de la facultad de Educación. / Josema Molina

Laura Carnicero

Laura Carnicero

Zaragoza

La rutina es –casi– la misma para todos y para todas, pero no lo son las percepciones sobre la igualdad entre hombres y mujeres. Ir a clase por la mañana o por la tarde, pasar por la cafetería de Derecho, salir a tomar el aire entre clase y clase, saltarse alguna sesión en uno de los muchos bares que rodean al campus de San Francisco de la Universidad de Zaragoza, estudiar para las próximas convocatorias y planificar el fin de semana siguiente. Chicos y chicas comparten el día a día estudiando en las aulas de las distintas facultades y, sin embargo, hay cosas que no comparten. Para ellas, mayoritariamente, en un día como el 8 de marzo, «queda mucho por reivindicar». Para ellos, ya se ha alcanzado un nivel de igualdad «que ojalá hubiera existido siempre».

Un paseo por el campus en la semana previa al 8M para preguntar a las nuevas generaciones qué opinan de la lucha feminista y de la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres sirve como termómetro –que no como ley– de lo que ocurre entre los jóvenes en Aragón. Y de las conversaciones con cuatro grupos de jóvenes en la veintena se deduce que cunde la sensación de un cierto retroceso en el apoyo al feminismo, al tiempo que no son evidentes los discursos en contra, o abiertamente machistas. 

«Se ha avanzado bastante, pero queda mucho por hacer. Las leyes están avanzando, pero socialmente falta bastante para una igualdad real». Ángela, Nerea y Ángela, estudiantes de Filología Inglesa de 20 y 21 años de edad, creen que está aumentando la «desinformación» sobre lo que significa el feminismo y recalcan que «el feminismo no es machismo revertido». Las tres se definen como feministas y avisan de comportamientos que minusvaloran los argumentos en defensa de la igualdad. «Intentas explicar qué es el feminismo y la gente no lo entiende o no quiere. Cuando eso ocurre con chicas te choca aún más», añade Ángela.

Cerca se sientan en otro banco del campus Sofía, Lucía y Roberto, estudiantes de primer curso de Derecho y FP de Telecomunicaciones. Con 18 y 17 años, respectivamente, aseguran que participarán en la marcha feminista de esta tarde porque «queda mucho por hacer». «Aunque el feminismo ha conseguido cosas, queda por avanzar para lograr esa igualdad completa: falta lograr la igualdad en el trabajo y también en la justicia hacia las mujeres», señala Sofía, especialmente interpelada en este aspecto por los estudios de Derecho que está cursando. Roberto reconoce que no participará con ellas en la marcha, aunque asegura que «hay igualdad, pero poca».

Frente a la facultad de Filosofía y Letras conversa otro grupo, también rondando la veintena, con planes para asistir a las manifestaciones por el 8M y un discurso nítidamente feminista. Marta cursa un grado superior de Laboratorio; Raúl, Filología Inglesa; Darien, Medicina; y Artis y Eva, otro grado de Anatomía Patológica. Entre ellas cunde la sensación, también, de que no se entiende –o no se quiere entender– el concepto de lo que representa el feminismo. «Hay mucha desinformación. Cuando mencionas que eres feminista, o defiendes algo desde un punto de vista feminista, siempre sale alguien diciendo ‘ni machismo ni feminismo, igualdad’», lamenta Marta.

"Si dices que eres feminista, sale alguien diciendo que 'ni machismo ni feminismo, igualdad'"

Artis considera que el movimiento feminista en_Zaragoza «es un poco rancio», ya que se fija «solo en los problemas de las mujeres blancas y se deja de lado a otros colectivos, y a las mujeres migrantes y más vulnerables». Su compañera Eva asegura, con 20 años, que le preocupan «las generaciones más jóvenes». «Siendo mujer –o no– creo que es una lucha que hay que seguir. Y, en comparación con otros países, queda mucho por avanzar», asegura.

No se mostraron tan convencidos de que quedaran logros por conseguir otro grupo de estudiantes de Filología Inglesa, con mayoría de chicos. Mario y Daniel, portavoces de media docena de compañeros, consideraron que «la igualdad que hay ahora está bien» y, eso sí, que «tenía que haber sido siempre así».

Un paseo por el campus en la semana del 8M deja matices en el aire. Y la sensación de que ellas son conscientes de que se pone en duda el feminismo. Por eso, la mayoría saldrán hoy a la calle, como el año pasado, y como harán el año que viene. 

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