Parece Islandia, pero es España: la cascada de hadas que te encontrarás en una montaña legendaria de Aragón

Una pequeña ruta de senderismo conduce a una de las cascadas más bonitas de Aragón (y de España)

Descubre uno de los rincones secretos más bonitos de Aragón.

Descubre uno de los rincones secretos más bonitos de Aragón. / Istock / Jef Wodniack

Lidia Lozano

Cuentos de hadas y fantasía es lo que podemos encontrarnos en Islandia. Un país repleto de leyendas entre paisajes impresionantes, bajo auroras boreales y salpicados de las cascadas y los saltos de agua más impactantes del planeta. La naturaleza se abre paso entre una belleza insólita que, aunque creamos lo contrario, bien podríamos encontrarla en España, concretamente en los Pirineos aragoneses.

En Huesca, a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se oculta un enclave privilegiado y secreto que no demasiada gente conoce. Un breve sendero conduce hasta una bella cascada que nace del afluente del río Ara, en el barranco homónimo. Para acceder a ella hay que partir de la localidad de Broto y tan solo son necesarios cinco minutos de camino para contemplar unas vistas inigualables.

En el corazón de los Pirineos...

Se trata de la cascada de Sorrosal, que presenta una caída de cien metros, se divide en dos tramos y se creó gracias al retroceso glaciar y la erosión del agua. Los más valientes pueden llegar hasta lo más alto de ella a través de una vía ferrata e incluso realizar el descenso de este impresionante salto de agua mediante rapel y vivir una experiencia completamente inolvidable en un paisaje único en el mundo.

La Cascada de Sorrosal en Broto, Huesca.

La Cascada de Sorrosal en Broto, Huesca. / istock / imv

Esta segunda opción es mucho más complicada que la primera, cuyo camino se extiende por tan solo 700 metros de largo. El trayecto de la vía ferrata dura en torno a dos o tres horas y atraviesa paredes verticales, puentes, escaleras, túneles e incluso una pequeña cueva. No es un camino apto para personas con vértigo, pero con el debido material no se corre ningún peligro y resulta un paseo espectacular, que recuerda a lo más profundo de Islandia.

Un pueblo que merece una visita

El pueblo de Broto, en el corazón de la comarca del Sobrarbe y a los pies del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se ubica en mitad del valle de Ara y constituye uno de los lugares más bonitos de la región aragonesa. Más allá de sus atractivos naturales, cuenta con otros monumentales como la Iglesia de San Pedro Apóstol -erigida en el siglo XVI y con una estructura similar a la de un castillo- en la que destaca la torre almenada coronada por un campanario.

La localidad de Broto, en Huesca.

La localidad de Broto, en Huesca. / Istock / Mediterranean

También cabe destacar la Casa del Valle, presidida por una torre defensiva del siglo XVI que se utilizó como cárcel durante varios cientos de años. Pero sin lugar a duda, lo más valioso del pueblo es el entorno. Se trata de un destino ideal para organizar escapadas espectaculares con excursiones que realmente valen la pena. Y un lugar perfecto para degustar la gastronomía pirenaica y completar la vivencia.

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