Crónica política | Contigo, pese a ti

La insalvable distancia entre el Gobierno central y el PP no ha impedido que la DGA haya participado en varios encuentros bilaterales con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. La cita por la Ley de Energía, que se dará en los próximos meses, engorda un calendario que ya ha contado con encuentros entre los máximos líderes o citas por transportes

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al jefe de la DGA, Jorge Azcón.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al jefe de la DGA, Jorge Azcón. / EFE / CHEMA MOYA

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Zaragoza

No pasará a la hemeroteca como historia de amor la relación entre el Gobierno de España y el de Aragón con Pedro Sánchez y Jorge Azcón al frente de cada institución. La distancia que separa al PSOE del primero con el PP del segundo es una brecha insalvable, pero que limita el conflicto al discurso y a las mociones, mientras mantiene una relativamente fluida relación institucional.

Se le achacaba al expresidente Javier Lambán que su número aparecía en la terminal de Ferraz y Moncloa, que Sánchez se empeña en acercar todo lo posible, y no tenía respuesta. El cambio en la actitud del presidente del Gobierno ha propiciado que eso no pase con Azcón: la ronda con los líderes autonómicos y la toma de decisiones políticas de envergadura para todas las comunidades han amplificado el altavoz de un Azcón ya de por sí proclive a que su voz suene en Madrid sea como sea.

Sánchez llamó al aragonés, como al resto de líderes autonómicos sin importar el color, y el popular se trajo de Moncloa un acuerdo para el Fite. Más dinero para la provincia de Teruel parecía un tesoro, si se comparaba la recompensa con las declaraciones vacías de contenido que presidentes de autonomías llevaron de vuelta a su tierra. Más allá de la fotografía con el presidente del Gobierno, poco rascaron del Ejecutivo central muchos jefes autonómicos.

Si la cima de la relación entre el Gobierno de Sánchez y el de Aragón llegó a mediados de octubre, en plena efervescencia pilaresca, no hay que olvidar que antes y después se construyeron peldaños. La pujanza económica de Aragón, la exigencia de mejoras de infraestructuras de varios tipos y la presencia con voz propia en todas las reuniones sectoriales han hecho que, dentro de los márgenes, el acento aragonés haya resonado en las paredes de varios ministerios.

Hace casi un año, la entonces vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica recibía a Azcón, a Roberto Bermúdez de Castro (Hacienda y Función Pública) y a Manuel Blasco (Medio Ambiente y Turismo) en la sede del ministerio. La muestra de unidad la reflejaron con el carpetazo a cualquier trasvase y el compromiso con el Pacto del Agua. Azcón reclamó celeridad en las infraestructuras hidráulicas y Ribera rechazó Biscarrués. Esta misma semana, la sustituta en el Gobierno central, Sara Aagesen, ratificó que acudirá al Parlamento aragonés para abordar el Pacto del Agua.

Más reciente fue la reunión que mantuvo el presidente aragonés con la ministra de Defensa, Margarita Robles. Habitual visitante de Zaragoza y de su base militar, Robles conoció de primera mano –también estaba la alcaldesa Natalia Chueca– el futuro hub de defensa que se quiere desarrollar en la comunidad. Incluso tuvo fecha de presentación, aunque por cuestiones de agenda se cayó un acto que incluía la presencia de Robles.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, charla con Jorge Azcón y Octavio López en la estación de Canfranc.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, charla con Jorge Azcón y Octavio López en la estación de Canfranc. / Ministerio de Transportes

Óscar Puente, ministro de Transportes, se reunión con el presidente aragonés y con el consejero autonómico del ramo, Octavio López, en Canfranc. Las autovías del Pirineo salieron reforzadas de un encuentro en el que se abordó el futuro de las conexiones con Francia, un debate que tanto PSOE como PP impulsan en Europa a la espera de que el vecino galo termine su inacabable ronda de consultas para acelerar un proyecto con el que se relame la logística de la comunidad. Sin el presidente, la consejera de Educación, Tomasa Hernández, tuvo un encuentro guardado con celo con Pilar Alegría, ministra del ramo y ya líder del PSOE Aragón. El cambio en la dirección socialista, que tanta crítica ha levantado en la bancada popular, no impidió que ambas debatiesen sobre la gratuidad de la educación de los niños de 0 a 3 años.

No todo han sido síes: el Ejecutivo autonómico rechazó un encuentro bilateral sobre memoria democrática, tras la derogación del texto autonómico. No pasará lo mismo con la cita por la Ley de Energía, a la que el Gobierno central ha presentado 24 alegaciones. Para evitar el recurso de inconstitucionalidad, que podría firmarse en septiembre si no hay acuerdo. Hay precedentes recientes, en ambas direcciones, por la amnistía y la derogación del texto memorialista.

Sea como sea, la insalvable distancia entre PP y PSOE se acorta entre Gobierno de España y DGA. A base de acuerdos, reuniones y bilaterales. Política con el otro, pese al otro. 

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