La contracrónica del Congreso del PSOE Aragón: Piruletas y quinielas para los que sí estaban en la fiesta de Alegría

La militancia del PSOE Aragón acude a la puesta de largo de Pilar Alegría en una jornada con reencuentros, muchos ‘selfies’ y ganas de tomar un nuevo rumbo en el seno del partido. La cita, plagada de ministros convertidos en estrellas, ilusiona a golpe de discurso a cargos intermedios y afiliados de base.

Una militante se hace un selfi con la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.

Una militante se hace un selfi con la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Zaragoza

Con la acreditación, un mapa para no perderse en el complejo montaje del Congreso, una libreta con fuerza para cambiar y una piruleta con forma de corazón. La entrada a la fiesta de Alegría incluía regalos y ganas de disfrutar a una militancia socialista aragonesa que respondió a la puesta de largo de la nueva secretaria general del PSOE autonómico.

Estáis aquí fue la música elegida por la ministra para su entrada en la sala junto a sus compañeros de cartel. Sidonie, uno de los referentes de ese indie español que se ha hecho con la música de todos los actos políticos, lanzaba un mensaje nada oculto: los que estaban eran los que importaban. Un nombre y una ausencia en la mente de todos, Javier Lambán, del que se acordó sobre todo Emiliano García-Page en su vídeo de saludo. Amigos para siempre.

El cierzo, mal aliado para los ministros y líderes venidos de más allá de las fronteras aragonesas, fue la excusa de copiosos almuerzos y calientes cafés antes de que el cónclave comenzase. Dentro de la Multiusos, la llegada de Chivite, Bolaños, Alegría y Zapatero –vencedor por KO en la batalla por el fenómeno fan– calentó una sala que tiritaba cada vez que los fumadores abrían sus puertas.

Las bisagras se movían de ida y vuelta también con el poder orgánico con el teléfono en la oreja. Conversaciones cruzadas, mensajes en todas las direcciones y decisiones de última hora se iban tomando conforme pasaban las horas. Silencio de cara a la prensa y a los militantes de base, síes y noes a nombres, cargos y reparto de poder de la nueva Ejecutiva de Alegría. Hasta el final no había noticia, que con el atril bastaba.

Por el escenario desfiló primero Chivite, que retó a un dúo de jotas a Alegría. La aragonesa rechazó, dijo que sí bailaría y dejó la banda sonora para la líder socialista en Teruel, Mayte Pérez. Aguantó la ola sanchista la turolense, tuit lambanista mediante, a la espera de resolver su futuro en las Cortes y pugnar por el liderazgo del partido en Teruel.

El mismo tono distendido mantuvo el expresidente Zapatero durante toda su intervención. Sus sudores para conseguir fondos con Marcelino Iglesias para la Expo 2008 o su sorpresa al ver a Pedro Sánchez como participante de La Isla de las Tentaciones en el vídeo del PP levantaron risas. «Pensé que el vídeo era nuestro», dijo el expresidente, por el musculado Sánchez presentado por un PP «que tiene que utilizar la inteligencia natural». Jordi Hereu e Isabel Rodríguez asumieron la complicada tarea de amenizar la hora de la siesta. El catalán aceleró, por la izquierda, presumiendo tanto de la gestión industrial que tuvo que ser cortado por la moderadora. Rodríguez, que sacó pecho de la gestión inmobiliaria del Gobierno central, sufrió un lapsus con las revoluciones aceleradas. «¿Cómo se llama vuestro presidente?», tuvo que preguntar la titular de Vivienda al resto del ágora, al confundir a Azcón con Mazón, al que le pidió «la dimisión» en repetidas ocasiones. Aplaudida solicitud de la militancia, por cierto.

 Un presidente al que también aludió Alegría en su diálogo con Salvador Illa. La ministra se acordó de «la pizarrica» del popular para explicar la propuesta del ministerio para condonar la deuda. Risas sobre el profesor Azcón, que reaccionó disgustado a lo visto en el cónclave.

Este domingo aterriza Pedro Sánchez. Con menos quinielas, con las mismas piruletas. A ningún socialista aragonés le amarga ya el dulce de Alegría. 

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