Alerta sobre la pérdida «flagrante» de la biodiversidad: SEO Birdlife penaliza un enclave natural aragonés

Las saladas de Alcañiz salen del inventario de la entidad al quedar solo dos parejas de sisones

Una imagen del embalse de la Estanca de Alcañiz desde el observatorio ornitológico de las saladas.  | COMARCA BAJO ARAGÓN

Una imagen del embalse de la Estanca de Alcañiz desde el observatorio ornitológico de las saladas. | COMARCA BAJO ARAGÓN

David Chic

David Chic

Zaragoza

La pérdida de biodiversidad en Aragón es una realidad «flagrante». Al menos así lo ha considerado la entidad SEO Birdlife en su último inventario de zonas de protección al sacar a las saladas de Alcañiz de una lista de prestigio internacional que sirve para definir las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) que regulan la protección de los ecosistemas en el ámbito europeo.

El coordinador en Aragón de SEO, Luis Tirado, indica que la comunidad está recibiendo agresiones serias contra la biodiversidad en los entornos de las pistas de esquí y por las modernizaciones de los regadíos, así como por el desarrollo de las renovables. De hecho, consideran que no se está abordando la extensión de las zonas de protección para permitir este tipo de desarrollos industriales. «A pesar de que tenemos mucha más información, se están imponiendo los intereses empresariales», ha lamentado.

Por el momento, en el nuevo Inventario de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) presentado este mes en Valencia, la entidad conservacionista denuncia que las saladas de Alcañiz, un espacio que cumplía con los criterios globales por la presencia del sisón (Tetrax tetrax), un ave en peligro de extinción que contaba con 60 parejas reproductoras, ha perdido la mayoría de los ejemplares y en este momento solo se cuenta con dos parejas y por lo tanto ya no cumple con los criterios establecidos por la organización ornitológica. «El desarrollo de los regadíos está detrás de este retroceso en la especie», considera Tirado.

Este nuevo mapeo, que actualiza el realizado en 2011, recoge en toda España 483 espacios, que suman un total de 24,5 millones de hectáreas, lo que supone alrededor de un millón más que hace catorce años. En Aragón precisan que se han ampliado los límites en la IBA del Moncayo, dejando la superficie de las zonas inventariadas en la comunidad en 1.542.684 hectáreas. Con todo, esta mejora significativa en el conjunto estatal se ve empañada por seis espacios que parecen no cumplir los criterios necesarios para su mantenimiento. Además de las saladas aragonesas, pierden su posición en la clasificación espacios naturales de Canarias, Castilla y León, Extremadura, Galicia y Valencia.

La entidad también ha detectado otras áreas críticas en Aragón, a pesar de que todavía se mantengan por su relevancia para la fauna. La mayor amenaza detectada, según Tirado, se encuentra en las poblaciones monegrinas, pues las aves esteparias están recibiendo «una agresión enorme» por el desarrollo de las energías renovables y la modernización agraria. «En todos estos casos no se retiran del inventario porque introduciendo medidas agroambientales se podrían recuperar, algo que ya ha pasado en zonas del Pirineo que sufrieron agresiones en el pasado», establece.

De igual modo, en cuanto a las saladas de Alcañiz, SEO especifica que no todo está perdido. Pero consideran que será necesario tomar «decisiones rápidas» para lograr la vuelta de las parejas reproductoras y garantizar el hábitat al resto de la fauna. Así, indican que también es «fundamental» emprender acciones de restauración y conservación en este espacio.

«La revisión pretende, por un lado, poner de relieve la riqueza ornitológica de España y la responsabilidad de las instituciones para la gestión y mantenimiento en el estado de conservación favorable de las poblaciones de aves», indica Tirado. De este modo, la entidad ecologista trasladará la nueva categoría de los espacios al Ejecutivo autonómico para que se tomen las medidas que sugieren.

Los muladares para las aves necrófagas aragonesas cumplen 20 años

Las entidades ecologistas celebran este año el 20 aniversario de la red de muladares para aves necrófagas creada tras la prohibición del abandono de cadáveres en el campo. En estos momentos existen 45 puntos de alimentación de alimoches, milanos, buitres o quebrantahuesos, todos ellos en riesgo o en peligro de extinción.

La importancia de estos comederos reside no solo en el suplemento de alimentación que aportan a las poblaciones de carroñeros sino en la circunstancia de que se convierten en punto de atracción social, lo que facilita que poblaciones del entorno se mantengan o incluso se incrementen.

Este es el caso del alimoche en el valle del Ebro. Muladares como los existentes en Cinco Villas y en especial el muladar de Tauste son esenciales para el mantenimiento de las poblaciones de esta especie en todo el entorno de Navarra y Aragón, como lo demuestran los controles continuos de aves anilladas en el vecino parque Natural de las Bardenas Reales de Navarra y en las áreas protegidas de Loma Negra en las Bardenas aragonesas.

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