Javier Arredondo Vázquez | Presidente del Foro Aragonés de Pacientes

A fondo | La Sanidad Pública y la Atención Primaria en Aragón

A nivel político estamos hartos de ver que en lugar de aunar esfuerzos y resolver los problemas se enzarzan en discusiones

Protesta en el centro de salud de Las Fuentes Norte en Zaragoza, esta semana.

Protesta en el centro de salud de Las Fuentes Norte en Zaragoza, esta semana. / Josema Molina

Javier Arredondo Vázquez

Zaragoza

Que la Sanidad Pública salió lastrada del covid es algo que sabemos todos, pero si partimos de la base de que anteriormente ya tenía síntomas de agotamiento nos damos cuenta de que estamos en una fase en la que hay que empezar a tomar medidas en serio. Pero lo más acuciante es la Atención Primaria. Estamos llegando a un punto de no retorno por varios motivos y parece ser que la solución no es sencilla, pero es necesario actuar cuanto antes, pues nos estamos quedando sin margen de maniobra y esto es así.

Desde hace muchos años, gobernase el partido que gobernase, se dedicó a adelgazar la Atención Primaria, como si fuera algo superfluo e insignificante, reduciendo profesionales, bien por medio de jubilaciones forzosas, bien no contratando nuevos profesionales tal y como se iban jubilando otros, bien por el abandono de estos de la sanidad pública ante la sobrecarga de trabajo y el poco reconocimiento por las distintas administraciones de esta especialidad. Sumemos la falta de medios y lo poco atractiva de la oferta de empleo, en la que la tónica general ha sido la interinidad de los nuevos profesionales, ante la falta de Oferta de Empleo Público, impidiendo que estas personas pudieran realizar un proyecto de vida después de tantos años de estudios. Todos sabemos que llegaban a encadenar contratos de días, semanas o meses, cambiando continuamente de centro de trabajo y en algunas ocasiones, incluso de municipio.

Hemos llegado a una situación de desgana y falta de motivación, que el año pasado quedaron más de 70 plazas de mir sin cubrir en Atención Primaria y si esto es preocupante, más preocupante es que en los próximos años hay previsto más de 300 jubilaciones de estos profesionales, solamente a nivel de médicos y si contamos con Enfermería de Atención Primaria –que es imprescindible e infrautilizada–, vemos que la situación a no muy largo plazo, máximo cinco años, es catastrófica.

Hemos de ser conscientes, que Atención Primaria es la puerta de entrada a una Sanidad bien engranada y eficaz, no es solamente una puerta de paso, es donde la mayoría de los casos se resuelven y eso con unos medios a todas vistas escasos, con profesionales agotados y desmotivados en muchas ocasiones y sobre los que muchas veces recaen las culpas tanto desde la Administración como de los usuarios, llegando en algunas ocasiones a las agresiones no solamente verbales, también a las coacciones y agresiones físicas, producidas por algunas personas ante la tardanza de citaciones o que piensan que no han recibido una atención adecuada.

Pero hemos llegado a un punto en que Atención Primaria hace agua por todos los sitios, no es normal que en algunos centros de salud se estén dando citas a dos o tres semanas vista, no es lógico que muchos pacientes no tengan la oportunidad de consultar con su especialista de Primaria y ante el atasco producido, acudan a urgencias hospitalarias, colapsando a su vez estos servicios, que como su nombre indica es para eso: una urgencia que ha de ser tratada a nivel de hospital. No es normal que la atención en estas urgencias, al estar colapsadas, se vaya a nueve o doce horas de espera, para ver en muchas ocasiones catarros más o menos fuertes y otras patologías que han de ser vistas y resueltas en Atención Primaria. 

Un problema común

Creo que debemos entender que esto es un problema de todos, que todos somos participes y todos somos responsables de poder revertir esta situación. Desde el punto que nos toca a los pacientes (y pacientes somos, hemos sido o seremos todos). Desde siempre se ha echado en falta una formación de utilización de los recursos sanitarios, porque al contrario de lo que muchas personas creen, la sanidad pública no es gratuita, pues se mantiene con los impuestos de todos y el modelo que tenemos es la envidia de casi todos los países del mundo, pues garantiza o debería garantizar la salud de toda la población y es así, como utilizando bien los recursos entre todos en general, ayudaremos a mantenerla.

A nivel político, estamos más que hartos de ver que en vez de aunar esfuerzos todos los partidos y empezar a crear una base desde los puntos de encuentro en común y las distintas opiniones políticas, se enzarzan en unas discusiones parlamentarias que más parecen un Sálvame Deluxe, que un sitio para lo que han sido puestos allí por los ciudadanos: que es para resolver los problemas importantes de la sociedad. Les emplazo a los diputadas y diputados de las Cortes de Aragón a que empiecen a resolver los problemas reales de la población y que creen unas bases para resolver este y otros asuntos desde un verdadero consenso. Es necesario, que en este caso hagan políticas para los ciudadanos y no política de partido.

La Administración sanitaria , en este caso, desde la consejería de Sanidad, se debe buscar una solución pactada entre todos los intervinientes, sanitarios, Administración y pacientes, que en este caso vamos a ser los realmente perjudicados. Sabemos que la solución no es sencilla, pues la falta de profesionales es notoria al igual que la falta de presupuesto. Entendemos que quizás con un decreto no se solucionen los problemas y menos aún si este no está pactado entre todas las partes.

Otro gran peligro que vemos es que se caiga en la tentación de privatizar la sanidad de todos, porque entonces ya no sería pública, sería otra cosa. Y vuelvo a recordar que los verdaderamente perjudicados seríamos los pacientes; y pacientes, somos todos.

(El Foro Aragonés de Pacientes agrupa a más de setenta asociaciones de pacientes, además de todos los Colegios Profesionales Sanitarios de todo Aragón)

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