Los médicos de familia salen a la calle contra la presión asistencial en Zaragoza

Los 1.372 profesionales de Atención Primaria tienen una cartera con más de 1.300 pacientes de media n La presión asistencial se multiplica en Zaragoza capital

Un grupo de pacientes espera a ser atendido en un centro de salud de la capital aragonesa.  | JOSEMA MOLINA

Un grupo de pacientes espera a ser atendido en un centro de salud de la capital aragonesa. | JOSEMA MOLINA

David Chic

David Chic

Zaragoza

La falta de profesionales es la queja más repetida a la hora de analizar la situación de la sanidad en Aragón. Desde el Gobierno de Aragón se han puesto en marcha medidas para corregir la tendencia como el pago de la carrera profesional para que no emigren a otras comunidades o un Plan de Fidelización para zonas de difícil cobertura que ha logrado cubrir 30 puestos. También se baraja la contratación combinada de parejas o la flexibilidad de jornadas. De cara a la situación de los médicos de familia, la consejería ha emprendido una modificación del servicio en Zaragoza que ha soliviantado a una parte de los profesionales por los cambios que implicará en sus condiciones laborales. 

En Atención Primaria en Aragón trabajan 1.372 médicos (294 de ellos realizando los turnos de urgencias), más 182 pediatras y 263 médicos residentes. Su media de pacientes está en 1.350, un dato «positivo», según la consejería de Sanidad, ya que lo recomendable es que haya menos de 1.500 por médico según las recomendaciones internacionales. Sin embargo, el dato no se corresponde con la realidad de gran parte de los centros de salud, pues existe una gran saturación en algunos de los cupos asignados.

En Zaragoza, aunque no se considere una plaza de difícil cobertura, es donde más se evidencian estos problemas de escasez de personal entre los médicos de familia. Además, en su día a día tienen que atender un número de consultas muy elevadas, haciendo que aumenten las demoras. 

Por eso, ante la imposibilidad de ser atendidos por su médico en un breve lapso de tiempo, aumenta el número de pacientes que hace uso de otros niveles asistenciales, por lo que aumenta la presión asistencial en urgencias. Añadido a estos dos problemas, se encuentra la reducción acordada con los sindicatos de la jornada laboral como mejora de la conciliación para los trabajadores, lo que aún agrava más el déficit de personal. En este contexto los profesionales temen que la reordenación profesional acabe obligando a realizar más horas extras de forma obligatoria. 

Los médicos y enfermeras de Cemsatse tienen previsto salir este domingo a la calle desde la sede de las Cortes de Aragón para protestar por la reforma propuesta por el Gobierno de Aragón que introduce cambios en las urgencias de Zaragoza. La entidad sanitaria advierte de que esta medida supone una sobrecarga para los trabajadores, ya que podrían verse obligados a encadenar turnos de 14 horas sin un periodo de descanso.

La clave presupuestaria

«Es inviable realizar cualquier tipo de mejora que no vaya acompañada de una subida presupuestaria». Así de contundentes se muestran en la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) a la hora de valorar los intentos de reordenación de las urgencias de tarde en la capital aragonesa. Y destacan que el axioma se traslada al resto de los retos sanitarios de la comunidad: falta de profesionales en las Cinco Villas, hospitales periféricos sin dotación y consultorios rurales prácticamente cerrados. En la inversión está la clave.

Los sindicatos que no apoyan la movilización de médicos de este domingo también consideran que la consejería de José Luis Bancalero debe seguir apostando por el aumento de los fondos para garantizar el correcto desempeño del servicio sanitario. Esto permitiría garantizar el aumento de las plantillas, pues muchos profesionales prefieren mudarse a otras comunidades, y también pagar más las horas de guardia que ahora estarán obligados a realizar. 

Por otro lado, todos ponen el acento en una vieja reivindicación que se trató de solventar con la creación de las urgencias de tarde en los centros de salud, pero que no se ha integrado en el sistema como era previsible. Para evitar estas anomalías reiteran la necesidad de abrir los centros de salud de forma ordinaria en horario de mañana y tarde, aunque eso suponga dedicar más recursos a la Atención Primaria. «El cierre a las tres de la tarde imposibilita el acceso a los médicos de familia a toda la población que por motivos laborales u otros, solo pueden acudir en turno de tarde», destacan desde la FABZ. Esto también se puede trasladar a las zonas rurales, donde la población está obligada a trasladarse a las capitales comarcales por la falta de un horario amplio para la atención de los ciudadanos. «Es la única forma de asegurar un servicio sanitario que mejore la calidad de vida de toda la población», recalcan.

Las entidades recuerdan que la atención de proximidad facilita el reconocimiento precoz de los problemas de salud. Esto evita el sobre diagnóstico, la medicalización y sobre todo disminuye las derivaciones a especialistas de segundo nivel, consiguiendo reducir las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios. 

Con la vista puesta en estos argumentos, los sindicatos y entidades vecinales le piden al Gobierno de Aragón que saque adelante sus próximos presupuestos con más ambición en el aspecto sanitario. Eso si logran los apoyos suficientes para aprobarlos. 

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