Mazón adelanta por la derecha a Azcón y aprobará presupuestos en la Comunidad Valenciana

El líder del PP en el Levante asume gran parte de los postulados de Vox para sacar adelante las cuentas autonómicas, mientras que en Aragón los populares y la ultraderecha niegan contactos

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, abraza a Carlos Mazón, en la investidura del primero como jefe de la DGA.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, abraza a Carlos Mazón, en la investidura del primero como jefe de la DGA. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Zaragoza

La Comunidad Valenciana tendrá presupuestos para 2025, algo que en Aragón sigue siendo una incógnita. El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado este viernes por la mañana la confección de las cuentas autonómicas. El líder del PP en la comunidad ha asimilado buena parte de las exigencias de Vox, en una acción aplaudida por Génova y celebrada por Santiago Abascal. Mientras, en Aragón, la distancia entre el Gobierno de Jorge Azcón y la ultraderecha ha aumentado en los últimos tiempos, con enfrentamientos en sede parlamentaria y la negociación de los presupuestos sin comenzar.

Fuentes del Gobierno de Aragón han confirmado a este diario que no ha habido contactos con Vox de manera oficial para comenzar a negociar las cuentas autonómicas. Desde el Pignatelli se ha destacado que cada comunidad sigue sus tiempos. Un mensaje similar de fuentes de Vox en el territorio: no ha habido conversaciones sobre los presupuestos de Aragón para 2025.

El caso de la comunidad que gobierna Jorge Azcón no es único entre los barones populares que necesitan del apoyo de la ultraderecha para aprobar sus cuentas o la mayoría de sus iniciativas parlamentarias. Castilla y León, Murcia, Extremadura y Baleares viven en circunstancias similares al Ejecutivo aragonés, pendientes de iniciar unas negociaciones con Vox. La ultraderecha defiende en todas sus intervenciones que las exigencias son "las mismas" en todo el territorio nacional, con la inmigración, la rebaja fiscal o las políticas verdes copando sus discursos.

Las exigencias de Vox en la Comunidad Valenciana

La ultraderecha ha exigido en materia migratoria la eliminación a todas las ONG que colaboren en el reparto de inmigrantes, la incorporación de pruebas fiables de diagnóstico y el impulso de un plan de retorno. En materia de cooperación al desarrollo, "el mayor recorte de la historia" en este campo y eliminar por completo las subvenciones a entidades propalestinas y el fin del convenio de 600.000 euros con UNRWA. La reducción de la cooperación ya fue una conquista de Vox en los presupuestos aragoneses de 2024, ya que el presupuesto en esa partida se redujo drásticamente en la DGA.

Ayudas a las familias y fomento de la natalidad, la rebaja de impuestos (el Gobierno de Aragón solo lo hará si Vox aprueba los presupuestos) y un plan de reconstrucción entre ambos partidos para la recuperación la Comunidad Valenciana tras la dana.

La ultraderecha también pide acabar con las partidas destinadas a la Agenda 2030 y la eliminación de las tasas ligadas al Pacto Verde Europeo. En cuestiones más ideológicas, recortarán el presupuesto de la Academia Valenciana de la Lengua y subvenciones al valenciano. Se reducirán las subvenciones a "agentes ideológicos" y se suprimirán las partidas para Memoria Democrática. En Aragón, PP y Vox derogaron la ley autonómica y pusieron en marcha un Plan de Concordia que destina 110.000 euros a intervenir en fosas comunes.

En el Pignatelli, los postulados más extremos de Vox no gustan. El seno del PP en Aragón no quiere pasar por el aro de las mayores exigencias de Vox. Tampoco el tiempo corre a favor del Gobierno autonómico, al que poner en marcha la maquinaria del techo de gasto y los presupuestos se dilatará en torno a mes y medio. Es decir, que de anunciar esta semana la elevación al pleno del techo de gasto, las cuentas no se aprobarían hasta comienzos de mayo. La incógnita en el Pignatelli es si merece la pena sacar adelante uno de los presupuestos más tardíos de los recientes años.

La distancia entre PP y Vox en Aragón

La relación entre conservadores y ultraderechistas no atraviesa su mejor momento en la comunidad y muestra de ello son los últimos enfrentamientos dialécticos en los plenos autonómicos. La semana pasada, el consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, defendió la importancia de las autonomías para el desarrollo de Aragón frente al portavoz de Vox, Alejandro Nolasco, que tachó de "basura" la separación territorial del Estado.

"El sistema autonómico no funciona y es una auténtica basura", espetó entonces Nolasco, que juntó en el mismo grupo a PP y PSOE, "cómplices en el bipartidismo y con pactos vergonzosos". Vehemente se mostró Bermúdez de Castro en su respuesta: "Las comunidades no son una basura. No se entiende que una persona que considera que son basura haya estado un año gobernando". "Desde Madrid se ve todo con una lejanía salvaje y cuanto más te acercas al ciudadano, más fácil es resolver sus problemas", resumió entonces el consejero de Hacienda, en un alegato por las comunidades autónomas. La distancia también se marca en los pactos por la financiación, que aunque se dilatarán una semana más, deja en el mismo equipo a todos los partidos en las Cortes salvo a la ultraderecha.

Previamente, también Bermúdez de Castro separó su discurso del de Vox. El consejero de Interior rechazó los exabruptos de la ultraderecha contra los menores tutelados por el Gobierno de Aragón. Ante la pregunta del diputado de Vox, Fermín Civiac, sobre "cuánto nos cuesta a los aragoneses y las aragonesas el mantenimiento de los menas", Bermúdez de Castro le respondió que "cuando un menor de cualquier tipo entra en un centro de menores no lo señalamos, no lo marcamos, no decimos lo que es y, por lo tanto, atendemos a cualquier menor como lo atenderían en su casa", recalcó el consejero, entre aplausos de las bancadas del PP y del PSOE. El responsable de Interior señaló que el Gobierno autonómico no tiene "ninguna" competencia para regular la inmigración irregular.

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