Azcón califica de "disparate" la ley de bienestar animal y Planas le responde que tiene el "absoluto acuerdo" del sector

Figan levanta el telón en la Feria de Zaragoza en una edición marcada por la innovación y el capital humano que busca incrementar un 15% los 50.000 asistentes de 2023

Zaragoza

Figan, la imprescindible cita en la Feria de Zaragoza que congrega cada dos años a lo más granado del sector ganadero, levantó este martes el telón de su decimoséptima edición con el objetivo de incrementar un 15% los 50.000 visitantes de su última edición. Lo hace en esta ocasión con una apuesta por la innovación, por el capital humano y, claro, por la sostenibilidad tanto económica como ambiental en un sector que siempre está en el punto de mira por la contaminación.

Por ahí ha aprovechado la coyuntura el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, para lanzar un dardo político y exigir «modificaciones sustanciales» en la nueva normativa de bienestar animal al Ministerio de Agricultura y a Bruselas, que obligará a disminuir la densidad de la cabaña de cada explotación, es decir, las cabezas de ganado por metro cuadrado. Azcón ha ido más allá y ha calificado de «disparate» muchos de los artículos del reglamento, aunque su aplicación se ha demorado hasta marzo de 2026 por una moratoria ministerial para "facilitar la adaptación de las explotaciones afectadas".

Por cuestiones de agenda no coincidieron Azcón y el titular de la cartera de Agricultura, Luis Planas, que ha visitado la feria tres horas más tarde, y desdijo lo afirmado por el presidente aragonés. El ministro ha defendido que la legislación se ha lanzado "con absoluto acuerdo del sector", refiriendo que las líneas de consenso se alcanzaron con las organizaciones agrarias tras las movilizaciones del año pasado, que considera "absolutamente lógicas". Ha añadido el ministro, en referencia a las palabras de Azcón: "En estos temas, conviene conocer de lo que se habla y no hacer una declaración política sin más. Hay que saber de dónde venimos y hacia adónde vamos. Las normas en materia de bienestar animal no solo son el presente sino el futuro del sector. La producción sostenible y el bienestar animal está para quedarse, tenemos que valorizar los productos ganaderos, en particular de la carne, de cara a los consumidores".

Las dos versiones, evidentemente, chocan de forma frontal. Azcón había lanzado un mensaje alineado con las patronales del sector cárnico, en concreto del porcino, y habló de que la norma que regulará la capacidad de las granjas tendría "consecuencias muy dañinas para el sector, como reducir en un 14% el espacio" que pueden tener las explotaciones, lo que para una granja de 2.000 plazas implica un recorte de 250 cabezas. «Todas esas dificultades que Europa les está trasladando a los ganaderos no tienen sentido», dijo el político aragonés, que, preguntado sobre si el Ejecutivo aragonés defiende un modelo tendente a las macrogranjas (así se conoce a las instalaciones que deben declarar sus emisiones contaminantes al ministerio por su tamaño, que de forma general están por encima de las 750 Unidades de Ganado Mayor), ha expresado que «lo que no se puede hacer es cambiar las reglas a mitad del partido».

Por otro lado, más allá de las cuestiones relativas a la capacidad de las explotaciones, existe además un proyecto de reglamento comunitario sobre el transporte de animales vivos y que está en estos momentos en discusión. Planas aha asegurado que el Gobierno de España "tiene divergencias con la propuesta de la Comunidad Europea" y pidió discutir los cuatro puntos de la propuesta, en especial la cuestión de la logística, que, de base, prohibiría el transporte de ganado a más de 30 grados de temperatura.

En el plano internacional, frente a los posibles aranceles que EEUU quiere imponer al sector vitivinícola, el ministro ha abogado por la prudencia pero desde una posición contundente: "Se está negociando, se está hablando y, evidentemente, mucha firmeza. Es decir, si alguien afecta a los intereses nacionales de España en materia de agricultura o ganadería o de la Unión Europea, tendrá la respuesta correspondiente", dijo Planas, aludiendo a que "siempre ha existido una excelente relación con EEUU y la UE, pero que en modo alguno España aceptará amenazas o ultimátums".

Así fue la apertura política de Figan, pero es lo que se queda en el zaguán que recibe a las visitas institucionales. Dentro de las instalaciones de Feria de Zaragoza se congregan hasta el próximo viernes 1.121 marcas participantes (812 españolas y 309 procedentes de 25 países) y 106 delegaciones comerciales. El presidente de Feria de Zaragoza, Jorge Villarroya, ha aludido a la presencia de las tres lonjas "más importantes del país" (Binéfar, Ebro y Lérida), así como a la organización del foro lácteo y del programa Figan Conecta Talento, para reivindicar una edición "clave" de Figan. Hasta el viernes, en las instalaciones feriales.

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