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Aperturas comerciales en España: de la barra libre de Madrid al cierre total del País Vasco

España presenta un auténtico mosaico de regulaciones comerciales con diferencias muy marcadas entre comunidades autónomas, desde la libertad total para el gran comercio que se da en Madrid a las cero aperturas en domingos y festivos que se produce en el País Vasco. En Aragón y otras nueve comunidades son diez días

Interior de unos grandes almacenes de Zaragoza en un día de la campaña de rebajas. | JAIME GALINDO

Interior de unos grandes almacenes de Zaragoza en un día de la campaña de rebajas. | JAIME GALINDO

Zaragoza

Si un consumidor visita Puerto Venecia un domingo de marzo, puede ver una película, comer en un restaurante, pero no comprar unos zapatos. La situación contrasta con lo que ocurre en Madrid, donde los centros comerciales abren siempre el último día de la semana. Por el contrario, en Bilbao no es posible ir de compras en una jornada dominical.

España presenta un auténtico mosaico de regulaciones comerciales. Las diferencias entre comunidades son muy marcadas. El extremo en la liberalización del sector de grandes superficies se da en la Comunidad de Madrid y Ceuta, donde hay barra libre para la apertura en domingos y festivos para las tiendas de de más de 300 metros cuadrados. Cada establecimiento decide cuándo lo hace. Si no se supera dicha superficie, también hay plena libertad para abrir en todo el territorio nacional.

La mayoría en diez días

Esta red comercial permanece por tanto cerrada por imposición legal el equivalente a dos meses (56 domingos y festivos) en casi todo el territorio español, salvo que los establecimientos estén incluidos excepcionalmente en alguna de las zonas de gran afluencia turística.

Así lo establecen los respectivos gobiernos autonómicos como una manera de proteger al pequeño comercio frente a los grandes y de favorecer la conciliación familiar y personal de los trabajadores del sector. Desde el gran comercio discrepan de esta visión y defienden que, en plena era digital, estas restricciones les hacen perder competitividad frente a las plataformas de comercio eléctrico, que puede vender de forma ininterrumpida.

El caso del País Vasco

En los últimos años, no obstante, ha empezado a cambiar el panorama incluso en comunidades que tradicionalmente eran contrarias a la liberalización comercial. Es el caso de Cataluña, donde se permiten 32 domingos de apertura al año en las zonas de Barcelona o municipios que están calificados como de alta afluencia turística. Desde el ayuntamiento de la ciudad condal defienden el cambio introducido hace tres años y aseguran que tras esta ampliación ha aumentado un 15% el empleo en el sector, un 22% el gasto turístico en comercios y se redujo un 18% el impacto del comercio on line.

En materia de impuestos también existe un mapa desigual. Hay cuatro comunidades autónomas, entre ellas Aragón, que gravan a los grandes establecimientos comerciales con un tributo específico denominado el IGEC. La Comunidad Valenciana también lo tenía hasta hace poco, pero lo ha derogado con efecto retroactiva desde el 1 de enero de 2025. Aragón ha dado pasos para rebajar el tipo, pero no para suprimirlo.

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