El Gobierno de Aragón quiere que las grandes superficies comerciales puedan abrir más domingos y festivos

La nueva directora general de Comercio del Gobierno Aragón, Carmen Herrarte, aboga por iniciar el debate y flexibilizar las reglas del sector para favorecer la creación de empleo y la atracción de turismo

Ambiente en una jornada festiva de apertura para las grandes superficies en el centro comercial Puerto Venecia de Zaragoza.  | MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Ambiente en una jornada festiva de apertura para las grandes superficies en el centro comercial Puerto Venecia de Zaragoza. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA / Miguel Ángel Gracia

Zaragoza

El debate sobre si deben liberalizarse o no las reglas de juego que rigen para las grandes superficies vuelve a la palestra. Tras una larga etapa sin cambios en la materia, el Gobierno de Aragón cree que ha llegado el momento de reabrir la discusión con los agentes implicados, eso sí, partiendo de una posición claramente proclive a la ampliación del número de festivos y domingos de apertura, que actualmente está limitado a un máximo de diez al año para los establecimientos de más de 300 metros cuadrados.

Así lo ha avanzado a este diario Carmen Herrarte, la nueva directora general de Comercio, Ferias y Artesanía del Gobierno de Aragón, que asumió el cargo hace dos meses. A su juicio, es necesario extender el funcionamiento del gran comercio en días festivos para adaptarse a las demandas de consumidores y empresarios, siguiendo así la estela de otras comunidades autónomas que han dado pasos en esta línea. «Donde el índice de libertad es mayor, crece mucho más el comercio minorista», defiende.

El ejemplo de Madrid

Alude al modelo de «éxito» que, asegura, ha supuesto en la Comunidad de Madrid la entrada en vigor en 2012 de la ley de dinamización comercial, que tuvo «muchos detractores y agoreros que decían que el comercio iba a desaparecer», recuerda. «La realidad es que en este momento hay un 19,6% más de empleo, ocho puntos por encima de la media nacional, y un 20% más de ventas», afirma.

También cita el caso de Cataluña, a priori con una política más restrictiva en la materia, pero que en los últimos años también ha abierto la mano al gran comercio y permite más de 30 festivos al año en 26 barrios de Barcelona y decenas de municipios con alta afluencia turística. Y en Valencia, añade, «de facto hay libre apertura desde Semana Santa hasta Todos los Santos».

La patronal de El Corte Inglés o Ikea llevará sus demandas a las Cortes

La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que agrupa a empresas como El Corte Inglés, Carrefour o Ikea, va a intensificar las acciones para reclamar en Aragón un marco más flexible y abierto para los operadores de mayor tamaño. Para ello, la organización ha pedido acudir a la comisión de Comparecencias Ciudadanas de las Cortes de Aragón para dar a conocer su posición y, sobre todo, reclamar un incremento de los domingos y festivos de apertura para las grandes superficies, un cambio que el Ejecutivo autonómico ve con buenos ojos.  

Las demandas del gran comercio fueron trasladadas hace un año por Matilde García Duarte, presidenta de la patronal, al presidente de la comunidad autónoma, Jorge Azcón, en un encuentro que mantuvieron en Zaragoza. Ahora, Anged redobla su estrategia en favor de una liberalización de horarios en días festivos. «¿Por qué se puede ir a Puerto Venecia a comer o al cine un domingo, pero no a comprar una camisa?», cuestionan desde Anged, al tiempo que denuncian que plataformas digitales como Shein o Temu operan sin límites, mientras las tiendas físicas enfrentan barreras. 

«El consumidor ha cambiado. Puede comprar las 24 horas al día y los siete días de la semana por internet, pero no en tiendas físicas. Es una paradoja que perjudica al comercio local», defienden desde la asociación de las grandes distribuidoras, al tiempo que critican que Aragón mantenga restricciones «de los años 80», mientras comunidades como Madrid, Barcelona o Murcia hayan ampliado horarios (hasta 32 domingos al año en el caso catalán en zonas turísticas).  

Desde Anged insisten en que la flexibilidad horaria no es el problema central del pequeño comercio, sino «los costes laborales, la presión fiscal y la falta de relevo generacional».

Considera que hay que «escuchar al sector» de la gran distribución y a los consumidores, así como romper con «falsos discursos derrotistas». Recuerda que en ciudades como Jaca, el comercio depende en un 70%-80% de las ventas turísticas en fines de semana, pero la normativa actual limita su potencial. «Si quieres captar turismo, tienes que dar el servicio de tener las tiendas abiertas. No podemos atraer turistas y luego decirles que los domingos solo pueden ir a misa», afirma.

Aunque no detalla hasta donde podría llegar la liberalización comercial en Aragón ni en qué plazos podría producirse, Herrarte cree que lo importante es abrir un debate sereno con todos los agentes implicados. «No sé si va a haber un cambio o no, pero no hay que tener miedo a avanzar y a que los negocios facturen más y generen más empleo. Los datos dicen que ese es el camino», asevera.

La polémica está servida en un asunto que levanta ampollas entre los trabajadores del sector y el pequeño comercio. Ecos Zaragoza, la patronal que representa ese tejido, siempre ha defendido que el incremento de los festivos de apertura no aumenta el consumo ni el empleo, mientras que los sindicatos del comercio consideran que imposibilita la conciliación laboral de las plantillas.

«Nadie obliga a abrir, pero tampoco se puede impedir a quien quiera hacerlo», defiende Herrarte, quien también alude a los cambios de hábitos de los consumidores como argumento a favor de la flexibilización. «No se puede meter el miedo en nuestros comerciantes cuando los datos nos dicen que se factura más y se genera más empleo», insiste.

Las zonas turísticas

Actualmente son diez los festivos y domingos al año en que pueden subir la persiana los centros comerciales y grandes almacenes de la comunidad, una cifra inalterable desde 2018. El Ejecutivo de Jorge Azcón cree que ha llegado el momento de plantearse un cambio al alza, bien incrementando el número de días de apertura o ampliando la zona de gran afluencia turística (ZGAT) de Zaragoza, decretada en 2013. Esta catalogación permite la libertad horaria, pero en la capital aragonesa no ha tenido efectos al abarcar solo parte del Casco Histórico, que carece de grandes superficies.

Herrarte sostiene que el sector goza de buena salud en Aragón: «Se hace mucho hincapié en los comercios que se cierran, pero también se abren muchos y cada vez más profesionalizados». La comunidad cuenta con un censo de 11.300 establecimientos, con cierto dinamismo en las áreas urbanas y una situación crítica en los pequeños municipios, donde gracias al proyecto de multiservicios se mantienen esos puestos abiertos. «El comercio no está en crisis. El futuro es el formato analógico combinado con el resto de formatos», subraya.

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