Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

La economía aragonesa mantiene su "dinamismo" y no se frena ni con Trump

El producto interior bruto (PIB) crece un 3,5% en el cuarto trimestre de 2024, un décima más que en España y casi el triple que en la eurozona

La economía aragonesa no se frena ni con Trump

La economía aragonesa no se frena ni con Trump / SERVICIO ESPECIAL

Zaragoza

La economía aragonesa mantiene su buena racha. Los últimos datos sobre la evolución de la riqueza y el empleo confirman la tendencia positiva de la comunidad en plena ola de anuncios de inversiones empresariales. El dinamismo ha continuado en el cuarto trimestre de 2024, con una suave aceleración de crecimiento anual del PIB hasta el 3,5% tras la última revisión realizada, una décima por encima del promedio nacional (3,4%) y alejado del 1,2% anual de la media de la eurozona.

Así lo indica el Boletín Trimestral de Coyuntura publicado este martes el Gobierno de Aragón, que muestra como la comunidad cerró el pasado año con un crecimiento del 3,2%, cuatro décimas más que en 2023 (2,8%). El repunte del PIB en el cuarto trimestre de 2024 fue además una décima superior al de verano (3,4%) y supone la mayor tasa anual de los diez últimos trimestres.

"La comunidad mantiene su fuerza"

"La economía aragonesa sigue con fuerza", ha asegurado el director general de Política Económica del Ejecutivo autonómico, Javier Martínez, que ha destacado el "buen comportamiento" del desempleo y una "cierta disminución" del ritmo de la inflación. "A pesar de los signos de ralentización que se están viendo a nivel global, nuestra comunidad mantiene su fuerza", ha apuntado.

Así lo muestran, ha añadido, los primeros indicadores de 2025, que "constatan que los riesgos geopolíticos no frenan el dinamismo de nuestro territorio", gracias en parte a los "primeros efectos" de las inversiones anunciadas en 2024, que alcanzaron los 40.000 millones de euros.

A nivel mundial la actividad económica se mostró resiliente en 2024, con una expansión robusta en Estados Unidos y varias economías emergentes, incluida China, mientras que la UE tuvo en desempeño mucho más modesto, lastrada por la leve recesión en Alemania y la debilidad de Italia y Francia.

Tendencia a la ralentización

Sin embargo, los indicadores de actividad más recientes han empezado a señalar una tendencia a la ralentización global. La confianza de empresas y hogares se ha debilitado en algunos países, y los indicadores de incertidumbre en torno a la política económica han repuntado de forma muy llamativa, en respuesta a los vaivenes de las medidas anunciadas por la nueva administración Trump en Estados Unidos.

Las medidas de proteccionismo comercial que se están anunciando, si se mantienen en el tiempo, "perjudicarán el crecimiento global y presionarán al alza sobre una inflación que todavía se muestra persistente en muchos países", según recoge el Boletín Trimestral de Coyuntura. En síntesis, los aranceles se traducirán en más inflación y menos crecimiento.

Crecimiento vigoroso de Aragón y España

En este contexto, tanto la economía española como la aragonesa crecieron de forma vigorosa en 2024, por encima del promedio de la eurozona. La inflación se moderaba gradualmente y el mercado de trabajo se comportaba de forma positiva, aumentando la población activa y el empleo junto a una disminución del paro.

El perfil trimestral dibujado por la economía aragonesa a lo largo de 2024 fue de una suave aceleración, terminando el año con un crecimiento del PIB del 3,5% anual en el cuarto trimestre. El empleo aumentó un 0,6% anual en otoño, lo que sitúa la tasa de paro en el 7,6% de la población activa, la segunda más baja del país y tres puntos por debajo de la media nacional.

En materia de precios, la tasa de inflación repuntaba ligeramente en el cuarto trimestre impulsada por la energía, situándose en el 2,6% anual en media del otoño.

Los indicadores parciales disponibles en el arranque de 2025 sugieren que la economía aragonesa y española mantienen un tono dinámico, aunque algo menos vigoroso que en el otoño, con señales positivas en servicios y algo más débiles en industria y en comercio exterior, acompañado de un buen comportamiento del mercado de trabajo.

Las perspectivas a corto y medio plazo son de moderación en el ritmo de crecimiento, aunque las previsiones están sujetas a una elevada incertidumbre, siendo muy dependientes de las decisiones que adopte la Presidencia de Estados Unidos.

El balance de riesgos continúa inclinado a la baja, donde persisten factores como las tensiones geopolíticas, el deterioro de la cooperación multilateral y la fragmentación de los mercados, a lo que se ha unido una "caótica política exterior" de la nueva administración Trump.

Tracking Pixel Contents