Los aranceles de Trump salpican a Aragón y amenazan con lastrar su crecimiento

La deriva política de Estados Unidos dispara la preocupación en las empresas de la comunidad, cuyas exportaciones a este mercado se sitúan en 235 millones

Movimiento de un contenedor de la naviera Maersk en la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ). | EL PERIÓDICO

Movimiento de un contenedor de la naviera Maersk en la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ). | EL PERIÓDICO / jorge heras pastor

Zaragoza

La amenaza de Trump de imponer aranceles se ha cumplido. Tras tres meses de especulaciones y vaivenes, el nuevo presidente de los Estados Unidos ha anunciado unos gravámenes del 20% para los productos y servicios provenientes de la Unión Europea (UE). En el caso de Aragón, el impacto económico que puede sufrir de forma directa es reducido y limitado por el escaso peso que tiene este país en su negocio exterior. A pesar de ello, la comunidad autónoma no se salva de una quema que puede acabar lastrando su crecimiento.

Por lo pronto, el peso del mercado norteamericano en las exportaciones aragonesas es bajo: apenas llega al 2% del total. No obstante, se trata de un socio estratégico y omnipresente en el mundo de los negocios. Hay 748 empresas locales que venden productos y servicios a esta potencia mundial y para el 30% de ellas supone una parte importante de su negocio.

En juego un negocio de 235 millones

Más de 700 empresas aragonesas venden productos y servicios a la que es la primera potencia mundial, de las que en torno a 200 lo hacen de forma regular y una cuarentena de ellas lo hacen con volúmenes económicos que superan el millón de euros. La cifra ha ido creciendo en las dos últimas décadas, en las que las relaciones económicas entre ambos territorios se han estrechado y fortificado, aunque han pasado por diferentes ciclos y altibajos.

EEUU ocupa actualmente el puesto decimotercero como destino de las exportaciones de la comunidad autónoma, con un negocio que ascendió a 235,1 millones de euros el pasado año, prácticamente la misma cantidad que en 2023 (234,1 millones). Apenas supone el 1,4% del total de la facturación exterior de Aragón, que en 2024 se situó en los 16.766,6 millones a precios corrientes.

El castigo de Trump a Aragón

El castigo de Trump con los aranceles del 20% se traduciría en un sobrecoste que rondaría los 40 millones para las empresas aragonesas que venden a Estados Unidos teniendo en cuanta que algunos sectores ya soportaban algunas tasas, como el 7,5% de la agroalimentación o el 1% de la maquinaria.

En conclusión, el volumen de las ventas aragonesas que puede verse amenazado es pequeño. No por ello es menor el temor y la incertidumbre que genera el anuncio de Trump en los empresarios de la comunidad.

Además de tratarse de un socio estratégico y omnipresente en el mundo de los negocios, los efectos derivados de la guerra comercial abierta en el mundo por el magnate norteamericano pueden acabar haciendo mella en la economía regional en un momento en el que se encuentra en plena efervescencia. También puede generar más de alguna grieta en algunos sectores, como el vino, el más expuesto a los aranceles.

Preocupación en el Pignatelli

El Gobierno de Aragón no oculta la preocupación por el impacto que puede llegar a tener en la economía, el empleo o el consumo de la comunidad. "Lo que se produce es una quiebra de una forma de vida que tenemos establecida desde hace más de 70 años", ha señalado el consejero de Hacienda, Interior y Administración Pública, Roberto Bermúdez de Castro.

La imposición de los aranceles puede derivar, ha añadido, en "un enfriamiento de las expectativas de crecimiento de la economía", lo que tendría un impacto directo en los ingresos de la comunidad autónoma, que, como ha recordado, se basan principalmente en el IVA y el IRPF, "muy unidos al ciclo".

Desde Bruselas, la vicepresidenta del Gobierno de Aragón y miembro del Partido Popular, Mar Vaquero, ha señalado que la ofensiva arancelaria de Trump es “una oportunidad para Europa reforzar esa posición de protección a los Estados miembros.”

Vaquero ha pedido medidas “equilibradas e inteligentes que consigan sobre todo reforzar el papel de Europa y la confianza de los estados miembros.” "Es muy importante la coordinación, la unidad, y transmitir certidumbre a todas nuestras empresas", ha recalcado.

Utilizando el contexto global de nuevos competidores como China y la guerra arancelaria con Estados Unidos, la vicepresidenta también ha pedido a la UE que flexibilice el “peso regulatorio” de las normativas europeas el cual “resta competitividad a las empresas”.

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