La tienda más yanqui de Zaragoza: "No tenemos culpa de la política de Trump"

Los polémicos aranceles entran de lleno en la tienda 'Taste of America', abierta desde hace 12 años en una céntrica esquina de la ciudad, que confía en no ser víctima de los platos rotos por el presidente de los Estados Unidos

La zaragozana Luisa Callejas, dueña de la tienda Taste of America, situada en la esquina de Conde de Aragón con César Augusto.

La zaragozana Luisa Callejas, dueña de la tienda Taste of America, situada en la esquina de Conde de Aragón con César Augusto. / EL PERIÓDICO

Zaragoza

El sabor más auténtico de los Estados Unidos se siente y se respira en una céntrica esquina de Zaragoza. En el cruce de Conde Aranda y la avenida César Augusto, lleva ya casi 12 años en marcha la tienda Taste of America, donde se venden más de 2.000 productos de la cultura y la gastronomía originaria de este icónico país. En el rincón más genuinamente yanqui de la ciudad no está pasando desadvertida la polémica que han generado los aranceles impuestos por Donald Trump, un asunto de plena actualidad que se ha convertido en la comidilla de los clientes.

Con estanterías repletas de cereales icónicos, bebidas de sabores y golosinas virales en redes sociales, el local es un imán para jóvenes y curiosos. Sin embargo, detrás de los envoltorios coloridos se cuelan estos días los desafíos de la guerra comercial emprendida por el polémico y millonario presidente estadounidense.

Luisa Callejas es la dueña y fundadora de este pequeño negocio, una emprendedora zaragozana que subió la persiana del local en 2013 como franquicia de la marca Taste of America. "Tenemos unas directrices, pero orientas los productos según tu clientela", explica. Entre los productos que más vende destacan las Fantas de sabores, la Coca-Cola de vainilla y las chucherías vinculadas a tendencias como El Juego del Calamar o el youtuber MrBeast.

Fachada de Taste of America en Zaragoza

Fachada de Taste of America en Zaragoza / EL PERIÓDICO

Pero no todo es dulzura. Los aranceles y las normativas europeas hacen ya tiempo complican la importación de algunos productos. "Siempre ha habido problemas. Algunos productos no pasan la aduana por diferencias en los ingredientes", comenta. Esas dificultades ahora pueden agravarse con la deriva arancelaria de Trump y las previsibles represalias de respuesta que lance la UE. 

Superar los obstáculos

Callejas confía en sortear los obstáculos logísticos y comerciales que pueden surgir: "Ahora traemos más artículos de otros sitios, como Canadá o México, de donde ya vienen muchas cosas". No teme ser víctima del boicot a productos estadounidenses que podría desatarse, algo que cree que carecería de sentido porque buena parte de lo que vende proviene de proveedores y productores españoles y de otros países

"Hasta ahora no he notado nada. No tenemos la culpa de la política de Trump. Sería injusto que se nos utilice como chivo expiatorio", afirma la tendera. Reconoce que sí ha sufrido el señalamiento de un usuario en redes sociales, pero cree que es algo excepcional. "Ninguno de mis clientes tiene ese parecer. El problema es que desde siempre hay gente antiamericana que ahora tiene la excusa de serlo más", apunta.

Una clienta 'made in USA'

Luisa insiste en que su negocio, pese a la temática, es "español". "Muchos proveedores son de aquí, empleamos a gente local… La política no debería afectarnos, pero lo hace", comenta. Aun así, mantiene el humor: "Hay clientes que me preguntan por los aranceles como si yo tuviera la culpa".

Entre los clientes que este viernes por la mañana han pasado por la tienda destacaba Ana, una mujer originaria de Chicago que lleva más de 40 años en España. "Con vergüenza y pena" describe el momento político que vive EEUU con la vuelta de Trump al poder.

"América no es solo Estados Unidos; es Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica", recalca, molesta por la retórica divisiva. Se declara aliada de "Canadá y Europa" en la actual coyuntura, al tiempo que muestra su apoyo a esta tienda que visita cada cierto tiempo porque "tiene muy buenos productos".

Con un nebulizador que difunde aroma a dulce en la tienda, Luisa y Ana representan dos caras de una misma moneda. La primera, que lucha por mantener vivo su negocio al margen de la polvareda política que levanta Trump. La segunda, que recuerda que detrás de los productos hay personas e ideologías que trascienden fronteras. 

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