El Gobierno de Aragón elimina de su censo ganadero casi 1.200 granjas ‘fantasma’

Agricultura pone al día el registro de explotaciones ganaderas al retirar el 8,5% de las listadas gracias a la actualización de una base de datos que reflejaba estructuras paradas desde hace dos décadas

Un rebaño de ovejas descansa sobre el pasto del Pirineo aragonés, en una imagen de archivo.

Un rebaño de ovejas descansa sobre el pasto del Pirineo aragonés, en una imagen de archivo. / ARCHIVO EL PERIÓDICO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Zaragoza

El Gobierno de Aragón, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Alimentación, se ha puesto las pilas para dibujar «la foto fija» del sector ganadero en la comunidad, uno de los puntales de la economía aragonesa. La actualización del censo de explotaciones ganaderas en activo ha eliminado del antiguo registro 1.170 explotaciones, todas ellas sin funcionamiento desde hace al menos tres años y muchas con lustros de inactividad. El objetivo con esta medida es lograr un retrato fiel del sector en la comunidad, favorecer la implantación de nuevas explotaciones y conocer a fondo cuál es la realidad de la ganadería aragonesa. 

El Registro de Explotaciones Ganaderas (REGA) es la base de datos en la que se anotan todas las granjas de la comunidad. El proceso de actualización, que se desarrolló durante los últimos meses de 2024 y lo deja actualizado a 31 de diciembre de 2024, muestra que en Aragón hay ahora 12.673 explotaciones. Antes de esta iniciativa, la comunidad tenía en registro hasta 13.847 granjas. O lo que es lo mismo: se han eliminado 1.170, un 8,48%, porque no tenían ninguna actividad desde al menos hacía tres años. 

La actualización ha afectado a explotaciones de todo el territorio autonómico, pero el impacto es desigual. La iniciativa de la consejería que dirige el popular Javier Rincón ha hecho que 657 granjas de Teruel desaparezcan del censo, por las 497 de la provincia de Zaragoza. En Huesca tan solo se han retirado del registro 22 explotaciones, todas ellas destinadas a pastos. 

La propuestas fue un compromiso interno de la consejería, que cuando asumió las riendas tras la salida de Vox del Ejecutivo, el pasado verano, encontró que había granjas sin censos ni actividad actualizada desde 1998. La base de datos ha retirado varias explotaciones, de todo tipo de especies, sin movimiento desde hace una veintena de años. El proceso que se ha llevado a cabo reconoce dos fases. Aquella granja que está durante un año sin actividad –no registra ni la entrada ni salida de animales– se considera inactiva. Si durante otros dos años sigue sin haber movimiento dentro de esa explotación, se da de baja del registro autonómico. 

Los objetivos de esta medida

«Hay que tenerlo todo actualizado, dar facilidades a la nueva implantación y que el censo se ajuste a la realidad», considera Aitziber Lanza, directora general de Calidad y Seguridad Alimentaria. En la actualidad, las granjas deben mantener una distancia mínima entre ellas de 1.000 metros y los límites los marcan todas las explotaciones que aparecen en el REGA. Incluso las inactivas, de ahí parte de la actualización. «Si no se ha dado de baja del registro, no se pueden poner dentro de esa distancia», detalla Lanza. 

Influye, además, el número de UGM (Unidad de Ganado Mayor) que tiene cada granja asignada y que condiciona si se pueden autorizar nuevas explotaciones. «El objetivo es lograr una foto real de lo que hay en el sector», insiste Lanza. Una imagen que servirá para conocer mejor al sector ganadero y su influencia final en la producción de la comunidad. Según el último balance de la Producción Final Agraria de Aragón, la ganadería aporta 4.131 millones de euros a este indicador, el 68% del total. Hasta 12.800 personas trabajan en el sector ganadero.

La extraordinaria afección de la puesta al día del REGA ha hecho que la consejería decida publicar la actualización en el BOA. Esta publicación tendrá lugar en los próximos días, pero ya se ha notificado a los ayuntamientos con explotaciones desactivadas que el proceso les afecta. Los consistorios han recibido una carta por parte del departamento en la que se explican los motivos de la actualización y se adjunta la lista de granjas afectadas, para que conozcan cuáles se encuentran en su termino municipal. Los ayuntamientos pueden ponerse en contacto con los vecinos afectados para ponerles, por otra vía más, al tanto de la situación.

La desaparición de la granja del registro no es la eliminación física de esta, por lo que la estructura seguirá en su mismo lugar. Si uno de los dueños de la explotación deseara reactivar el movimiento en su granja, debería comenzar de cero el proceso de instalación, empezando por el Inaga y actualizando su situación a la actual normativa. 

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