50 años de la presencia de las mujeres en la cofradía de El Silencio: "Nos sentimos muy orgullosas"

Las mujeres pudieron participar por primera vez en la procesión del Silencio en el año 1975

María Nieves, María José e Idoia, miembros de la Cofradía del Silencio, hace unos días en Zaragoza.

María Nieves, María José e Idoia, miembros de la Cofradía del Silencio, hace unos días en Zaragoza. / Laura Trives

Pilara Subías

Este 2025 se cumplen 50 años de la entrada de las mujeres en la Cofradía del Silencio de Zaragoza. Fue en 1975 cuando la junta de la hermandad decidió someter a votación la participación femenina. Tras un resultado unánime, ese mismo año 16 mujeres procesionaron al igual que el resto de sus compañeros. Entre las pioneras se encontraban María Nieves Rodríguez y María José Fondevilla, que ambas con 11 años fueron de las primeras hermanas en marcar la historia de la congregación. "Nos sentíamos y sentimos muy orgullosas de hacer lo que hacían nuestros padres, de seguir la huella de nuestra familia”, explican a este diario.

Hasta 1975, las mujeres únicamente podían ser camareras de la Virgen, es decir, las encargadas de vestirla y cuidarla. Sin embargo, la figura femenina "había sido muy importante", ya que las mujeres siempre habían estado presentes colaborando para que la Semana Santa llegara a "término". Una relevancia que ha quedado más que constatada en este medio siglo, hasta el punto de que en la actualidad más de la mitad de miembros de la junta son mujeres y también lo son la mayoría de cofrades.

El veto a las mujeres se debía a una "costumbre" propia de las cofradías de estar compuestas solamente por hombres. Una medida que sorprende a los más jóvenes como Idoia Úbeda, de 24 años, que lleva siendo miembro de la hermandad desde los cinco. "No sabía esto, como desde pequeña vi a todo el mundo en la procesión, simplemente imaginaba que todas las cofradías habían tenido mujeres siempre", afirma Úbeda. Excepto la Sangre de Cristo y la Piedad, el resto de cofradías de Zaragoza cuentan con la presencia de hermanas en la procesión.

Tanto María Nieves como María José han sido reconocidas por su trayectoria en la Cofradía del Silencio con una placa por a sus 25 años, y una cruz por sus 50 años. Unos galardones que han despertado la emoción de las más seniors y que han supuesto una meta para Úbeda. "Ojalá llegar a la trayectoria de mis compañeras. No sé si serán 50 procesiones, lo que si sé es que cada año que llega la Semana Santa estoy más convencida de que al siguiente quiero salir", recalca la joven.

A pesar de la diferencia entre generaciones, las tres cofrades coinciden en que la "ilusión" se sigue manteniendo intacta como el primer día. "Creía que con el tiempo te acostumbrabas a la sensación de salir en el paso. El año pasado por temas de trabajo no pude procesar y este año que vuelvo a participar, estoy igual de nerviosa que cuando empecé", subraya Idoia.

Historia de la cofradía

No obstante, existe un pequeño matiz que las más mayores destacan: el paso del tiempo. "La ilusión la sigues manteniendo pero también hay una cierta melancolía y tristeza al ver que nos faltan las personas con las que empezamos. Van pasando los años, va faltando personas y se notan las ausencias", añaden María José y María Nieves.

Además de ser una de las primeras hermandades de Zaragoza en incluir a las mujeres, El Silencio tiene también otra peculiaridad: no llevan tambores en la procesión, su único instrumento es la heráldica. Una característica que llama la atención "para lo bueno y para lo malo". "A la gente de primeras le parece curioso, pero los que quieren entrar a tocar el instrumento creen que es muy difícil y se echan para atrás", asegura Úbeda. 

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