Machismo de ida y vuelta: otros ataques sufridos por las políticas en Aragón

Un pequeño repaso a la hemeroteca refleja que los casos de machismo en la política de Aragón no son el pan de cada día, pero tampoco un hecho aislado. El machismo impregna a la sociedad española, a los partidos, y es ejercido tanto por hombres como por mujeres.

Aunque en general los discursos oficiales no se desvían del apoyo a la causa feminista y de la denuncia del machismo, en la práctica parlamentaria a veces se cuelan mensajes y actitudes machistas que afectan a todo el arco parlamentario. A veces, quienes practican estas actitudes con otras mujeres después se han sentido víctimas del mismo machismo. Si el foco se amplía a las redes sociales, bajo la impunidad del anonimato, los ataques se multiplican.

Hay casos en unos partidos y en otros. Y en prácticamente todas las legislaturas desde que las mujeres han ido adquiriendo mayores cotas de poder.

Esta misma legislatura, el escándalo machista más sonado en las Cortes de Aragón implicó al diputado del PSOE, Álvaro Burrell, y a la entonces diputada y ahora directora general de Comercio, Carmen Herrarte. Esta última denunció que Burrell le había llamado "sinvergüenza" en una sesión de la comisión de Educación y que le había dado un manotazo en otra reunión anterior. Desde el PSOE, Burrell denunció las "injurias" de Herrarte y los socialistas criticaron que el pasado de Herrarte la deslegitimaba para la denuncia contra el diputado.

Se referían los socialistas a que la propia Herrarte fue noticia nacional por asegurar, en su etapa de concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Zaragoza, que la líder de Podemos Irene Montero era ministra de Igualdad por haber sido "fecundada por el macho alfa". Aunque entonces los concejales del PSOE y de Zaragoza en Común reclamaron que retirara sus palabras, no lo hizo.

Carmen Herrarte: "Irene Montero está donde está porque la ha fecundado el macho alfa"

La exministra de Igualdad también fue la diana de los ataques de Marta Fernández (Vox), en su etapa de diputada, antes de ser presidenta de las Cortes de Aragón. Fernández aseguró que Montero "solo sabe arrodillarse para medrar", y después le negó el saludo cuando la ministra participó en un acto en el Parlamento aragonés.

También un caso, el de Fernández, de machismo de ida y vuelta. Porque ella misma denunció en el Especial del 8M de este diario que se sintió atacada cuando, en su toma de posesión, se habló "de la largura de su falda y de sus pendientes". Ahora, celebra haber sido la impulsora del primer gabinete de presidencia de las Cortes formado al cien por cien por mujeres.

Tensión entre la presidenta de las Cortes de Aragón y la ministra Irene Montero

En anteriores legislaturas, las exdirigentes de Podemos Violeta Barba y Maru Díaz también recuerdan "micromachismos". Pero las dos confiesan, consultadas por este diario, que ninguno de los episodios machistas que padecieron fueron "de la gravedad" de los ataques que está sufriendo Alegría.

"Recuerdo comentarios en reuniones oficiales sobre el físico, consejos no pedidos sobre tu trabajo... Cuestiones que seguro no le comentarían a un presidente varón", rememora Violeta Barba, quien fuera la primera presidenta de las Cortes de Aragón.

Su compañera de partido, Maru Díaz, primero como coordinadora de Podemos Aragón y, después, como consejera de Ciencia y Universidad en el Gobierno de Lambán, también recuerda algún episodio machista. "Nunca tuve ataques al nivel de los que está teniendo Pilar Alegría, y menos mal. Pero recibía insultos machistas en mis redes sociales y en mis vídeos, sobre todo en la primera etapa de Podemos", explica.

La diferencia entre el mundo real y el virtual también la ha notado la actual senadora autonómica socialista, Mayte Pérez, exportavoz del PSOE en las Cortes y exportavoz del Gobierno de Lambán. Pérez recuerda las coletillas machistas que le repetía el presidente Azcón cuando les tocaba confrontar en el Parlamento. "No se ponga nerviosa, parece una radio...", ha recordado la turolense, que, por otro lado, critica a "aquellas mujeres que en un debate fuerte recurren al comodín del machismo para ganarlo".

En las redes sociales, denuncia, son muchos los mensajes que ha recibido "insinuando que no nos merecemos nuestro puesto, sino que nos los regalan a cambio de sexo".

La actual vicepresidenta del Gobierno de Aragón, Mar Vaquero, reconoce que "hay cosas que se asumen como cargo público", aunque también se acuerda de los comentarios del expresidente Javier Lambán cuando confrontaba con él como líder de la oposición del PP en las Cortes y que llegó a hacer una alusión a la película de Almodóvar 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' para referirse a las diputadas de la bancada popular. Así, Vaquero se ha preguntado "si hay que ser de izquierdas para que se condenen los insultos machistas".

En su caso personal, recuerda especialmente un momento desagradable: cuando el entonces consejero de Presidencia, Vicente Guillén, le hizo "una peineta" en un pleno autonómico. Entonces, dice, no denunció que fuera una actitud machista, y desde el PSOE negaron esta actitud de Guillén. Pero el político turolense acabó saliendo a la tribuna a pedirle disculpas por si su gesto, que sí que reconoció que había sido "un exceso", había "molestado a alguien".

Machismo de ida y vuelta, a veces difícil de reconocer cuando afecta al rival político, pero que sigue afectando a todos los partidos y a toda la sociedad.