El Bajo Aragón se estremece con una rompida de la hora de película

El estruendo de los bombos y tambores hace temblar la tierra con el cineasta Javier Macipe y el nieto de Luis Buñuel como protagonistas

Rompida de la hora en Andorra.

Rompida de la hora en Andorra. / Servicio Especial

Zaragoza

El Bajo Aragón ha vuelto a estremecerse con su tradicional rompida de la hora, el acto más emblemático de la Semana Santa en los pueblos que forman parte de la Ruta del Tambor y el Bombo. Así se ha vivido en siete de los nueve municipios que la integran (Albalate del Arzobispo, Alcorisa, Andorra, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén), donde el reloj se paró a las 12 de la noche del Jueves Santo, que marca el inicio oficial de un estruendo colectivo y vibrante en el que miles de personas tocan al unísono con sus mazas y baquetas. Este viernes le tocará el turno a Calanda. Todo un rito social de esta zona de Teruel que este año ha tenido un aire cinematográfico.

Con esta tradición se conmemora el fallecimiento de Jesucristo, simbolizando el temblor de la tierra que se produjo cuando murió, según recoge el evangelio de San Mateo. Además de una expresión única de devoción religiosa, el acto es una muestra de identidad colectiva, donde el sonido ensordecedor de los tambores y bombos marca un momento de catarsis comunitaria.

Los vecinos de los siete municipios han vuelto a mostrar la pasión y el compromiso con que viven esta celebración ante la atenta mirada de los miles de visitantes y turistas que un año más se acercaron a vivir este emocionante momento. La vibración de los instrumentos alcanzaron a sentirse en localidades de la provincia de Zaragoza como Caspe o Maella. La rompida de la hora fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2018 y formó parte de las obsesiones del universal Luis Buñuel.

A las doce en punto de la noche ha llegado el momento esperado, el instante anhelado durante todo el año por los vecinos de estas localidades turolenses, ataviados con túnicas negras, moradas o azules, en el que levantaron sus mazas al cielo para estrellarlos contra la piel de sus instrumentos.

La peculiaridad es que cada uno de los municipios tiene una forma distinta de comenzar este rito: la primera campanada del reloj de la iglesia en Urrea de Gaén, un toque de corneta en Andorra, Samper de Calanda, o Alcorisa, el golpe al bombo gigante en La Puebla de Híjar, o el movimiento del bastón de mando del alcalde en Híjar.

En Andorra el protagonista fue el director de cine Javier Macipe, ganador del Goya a la Mejor Dirección Novel 2024 por su película La Estrella Azul. El cineasta, con raíces en la vecina localidad de Ariño, dio el primer mazazo desde el balcón de la casa parroquial en la plaza del Regallo de la villa minera.

Albalate del Arzobispo, donde el acto se realizó en la plaza de la Iglesia, tuvo este año un papel destacado. La rompida de la hora del municipio fue la elegida esta vez para ser retransmitida en director por las cámaras de Aragón TV. Hasta allí se acercaron además, la ministra de Educación, Pilar Alegría, la vicepresidenta del Gobierno de Aragón, Mar Vaquero, y otras autoridades de la comunidad.

Y en Calanda, que espera hasta este mediodía para hacer temblar la tierra siguiendo el texto de San Mateo, va a estar presente Diego Buñuel, el nieto del director de películas en las que también resonó el estremecimiento de los bombos como Nazarín, La edad de oro o Simón del desierto, Luis Buñuel.

Siguiendo con una jornada de corte cinematográfico, el director David Trueba tiene previsto colarse este viernes entre los asistentes para rodar algunas escenas de su próxima película, Siempre es invierno

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