La ruta de senderismo a un paso de Aragón que te lleva a la roca del Rey León sin salir de España

Puede que, durante todos estos años, hayas dado por hecho que la roca que aparece al inicio de El Rey León es un paisaje ubicado en África. Y, de acuerdo, no negamos que en los 30 millones de kilómetros cuadrados que posee el continente exista alguna roca similar. Pero nosotros hemos encontrado una igualita sin salir de España y, lo mejor, al final de una ruta de senderismo apta para toda la familia.

A un paso de Aragón, en el corazón de Navarra, apostado en mitad de un bosque de hayas y rodeado de cumbres que rasgan el cielo, se esconde uno de los secretos mejor guardados para los amantes de la naturaleza: el Mirador de Zamariain. Una terraza natural de piedra suspendida sobre el vacío que regala una de las mejores vistas de toda la región.

Situado en el Valle de Aezkoa, este balcón de piedra se ha ganado el cariñoso apodo de 'roca del Rey León'. Y no es para menos. La sensación que tienen los caminantes al asomarse a su plataforma natural es, más o menos, la que tendría bebé Simba al ser presentado a la sabana en manos de Rafiki. Solo que aquí no hay animación, trampa ni cartón: el vértigo es real.

Cómo llegar al Mirador de Zamariain, la joya de la Selva de Irati

Con sus 17.000 hectáreas, la Selva de Irati es uno de los hayedos-abetales más grandes y mejor conservados de Europa. Y se puede disfrutar en todo su esplendor desde lo alto del Mirador de Zamariain. Las vistas panorámicas incluyen el río Irati serpenteando a lo lejos, las cumbres del Corona, el Larrogain y la Peña de Izaga recortándose en el horizonte, y el robledal de Beteludes plegando su alfombra vegetal a los pies del visitante.

La ruta para llegar hasta esta terraza natural es apta para todos los públicos, niños y perros incluidos. Son poco menos de 7 kilómetros en sentido circular, que se recorren en unas dos horas sin prisa. El punto de partida es la plaza principal de Garaioa, una pequeña localidad navarra situada en la comarca de la Sakana, a una hora en coche desde Pamplona y a algo más de una hora desde Sos del Rey Católico. Una vez situados en el pueblo, la cuidada señalización y lo evidente del sendero hacen imposible perderse.

La ruta de senderismo que debes hacer al menos una vez en la vida: la más larga de España está en Aragón

El camino atraviesa pastos, helechales y bosques de avellanos, robles y hayas. A cada paso, el entorno se vuelve más rico y el caminante se ve más inmerso en la naturaleza. Según el sendero va ganando altura, el aire se llena del aroma húmedo del bosque y, si se camina en silencio, no es raro cruzarse con algún corzo.

Después de una hora, habremos llegado a nuestro destino. Aquí es recomendable hacer un alto generoso para absorber bien las vistas. Una vez hayamos impreso la imagen en nuestra retina, continuaremos por el otro lado de la ruta de senderismo, que nos devolverá a Garaioa.

El mirador de Zamariain, un balcón para valientes

Aunque la sencillez del trayecto lo hace apropiado para niños, hay que tener en cuenta que necesitaremos un extra de atención según nos vayamos acercando a nuestro objetivo. El Mirador de Zamariain no tiene barandillas ni protecciones. Se trata de una plataforma de piedra natural que se adentra en el vacío, provocando una intensa sensación de vértigo. Por eso es importante extremar las precauciones, sobre todo si se visita con niños o en días de lluvia, cuando el terreno puede estar resbaladizo.

Para quienes no puedan o no quieran caminar tanto, existe la opción de acercarse en coche hasta la mitad del recorrido y hacer solo el tramo final a pie (unos 25 minutos), lo cual permite disfrutar del mirador sin recorrer toda la ruta.

El mejor momento para visitar el mirador de Zamariain

Aunque es accesible todo el año, es en primavera y en otoño cuando esta caminata muestra sus mejores galas. Pasado septiembre, la luz tenue, el crujir de las hojas bajo los pies y la paleta de colores dorados y rojizos visten de un halo mágico toda la caminata. Antes de verano, en cambio, el manto colorido de las flores convierte el paseo en un trayecto bucólico.

A veces, para viajar a lugares extraordinarios, no hace falta salir de España. Basta con perderse por los caminos de Navarra y dejar que una roca te muestre el mundo desde otra perspectiva. Desde la perspectiva del futuro rey de la selva, concretamente.