La cuenca del Ebro marca su mejor registro de los últimos seis años

Las lluvias de este mes de abril han seguido alimentando los ríos aragoneses marcando registros de récord. La reserva de agua embalsada en esta fecha es de 6.754 hectómetros cúbicos, lo que representa un 87% de la capacidad total de los pantanos, según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)). Este dato confirma el buen momento de los cauces y por primera vez desde que en 2018 se aprobó el actual plan especial en el que se regulan los indicadores de riesgo, tanto los de sequía como de escasez presentan cifras positivas.

La CHE contrasta la situación de esta primavera, tras las lluvias de las últimas semanas, con el récord de embalses vacíos del año 2023. En este tiempo se han revertido los indicadores hasta el punto que desde el comienzo de año se está trabajando en los "resguardos" que permiten mantener el nivel de los pantanos un poco por debajo de su capacidad máxima para almacenar las lluvias que todavía se están produciendo, sobre todo en la zona pirenaica.

El último parte de embalses presentado este lunes confirma que la cuenca está "restablecida completamente" y la situación es casi antagónica con la vivida en los años precedentes. El 2020, el año posterior a la aprobación de la actual planificación, fue el curso en el que los porcentajes de llenado estaban más cercanos a los niveles actuales. Sin embargo, fue la cuenca derecha, generalmente más afectada por las sequías, la que marcó los peores datos, con un aviso de prealerta por riesgo de sequía tanto en Mequinenza como en Caspe y Santolea. 

Así están los embalses de la cuenca del Ebro tras las lluvias de abril

El volumen embalsado actual mejora todas las marcas de las primaveras precedentes. El año pasado la cuenca almacenaba 5.871 hectómetros cúbicos, una cifra que representaba el 75% de la capacidad total de reserva en los embalses del Ebro. En aquella ocasión se superaba una prolongada sequía. De hecho, el promedio de los últimos cinco años (2020 a 2024) era de 5.687 hectómetros cúbicos, con un 73% de la capacidad total, teniendo en cuenta que el mínimo de los últimos cinco años se marcó en 2023 con 4.393 hectómetros cúbicos, dejando en aquella semana de abril los embalses a un 56% de la capacidad total.

La misma valoración positiva se puede hacer sobre el agua acumulada en la margen derecha, pues la CHE señala que en estas complicadas cuentas se almacenan 592 hectómetros cúbicos, siendo también el 87% de la capacidad máxima. En esta zona se ha superado una sequía todavía más intensa como demuestra que la reserva del pasado año por estas fechas era del 54%, cuando se marcó el registro mínimo. El promedio de los últimos cinco años (2020 a 2024) se coloca en el 67%, bastante por debajo de la situación actual.

Las lluvias se notan en los embalses: la cuenca del Ebro está por encima del 85%

Llama la atención ver estos días los grandes pantanos del norte de Aragón soltando agua, pero desde la CHE destacan la normalidad del proceso. En lo que va de año ya se han producido varios episodios de crecidas que han afectado a los ríos pirenaicos: Aragón, Cinca, Gállego y Ésera, así como a las Nogueras y al Segre en menor medida. Todas ellas han sido laminadas sin provocar incidentes aguas abajo gracias a la regulación de Yesa (rio Aragón), El Grado y Mediano ( Cinca), Búbal, Lanuza y La Sotonera (Gállego) y Barasona (en el Ésera). La imagen se repetirá en las próximas semanas hasta que comience la temporada de riegos.

En este proceso también se ha recuperado completamente la situación de Canelles, en la Noguera Ribagorzana. La CHE ha levantado este mes las restricciones a las actividades acuáticas en el pantano y ya se permiten los recorridos en catamarán que desplazan a los turistas que realizan el recorrido por el congosto del Mont Rebei. Actualmente, el embalse se encuentra al 78% de su capacidad, mientras que el año pasado en estas fechas estaba alrededor del 50%. 

La energía hidroeléctrica pontencial, según la CHE, en esta fecha es de 3.592 GWh, lo que representa un 79% de la capacidad máxima de la cuenca.