San Jorge vence al dragón en la plaza de toros de Alcañiz

El cambio de escenario no alteró el resultado de la batalla. San Jorge volvió a vencer ayer en Alcañiz al dragón, en un combate que este año se celebró en la plaza de toros de la localidad turolense. La reforma de la plaza de España obligó a trasladar uno de los actos principales del Día de Aragón en el municipio a este nuevo escenario.

Centenares de vecinos abarrotaron el graderío del coso alcañizano. Tantos que, como mencionaban en algunos comentarios en redes sociales, varios se quedaron fuera sin poder disfrutar en primera persona de un combate que, pese a su sabido resultado, sigue atrayendo. La Fiesta de Interés Turístico de Aragón de Alcañiz convierte al municipio en la única localidad que tantos años después sigue recreando la histórica batalla.

El enfrentamiento entre el santo y la bestia fue uno de los actos que se mantuvo en el programa del Día de Aragón. El Ayuntamiento de Alcañiz, como la mayoría de las instituciones de la comunidad, canceló o aplazó muchas de las actividades culturales para respetar los tres días de luto oficial por la muerte del papa Francisco. Por ejemplo, el mercado medieval típico de estas fechas se traslada al próximo sábado en el parque de La Glorieta. Sí se mantuvieron ayer los puestos de venta de libros y rosas junto a la plaza de toros.

Sobre el ruedo, San Jorge no tuvo que recurrir a la espada, que permaneció enfundada durante toda la contienda. El patrón de Aragón venció a la bestia con un ramo de rosas y montando a caballo, como muestra del triunfo del amor sobre el mal. El mito sigue respetando la historia redactada por el periodista Darío Vidal, que a mediados de los años 90 guionizó esta tradición que ya es un imprescindible de la celebración del Día de Aragón.

El buen clima también ayudó a la nutrida afluencia de público, ya que el sol iluminó toda la mañana el coso alcañizano. La Unión Musical Nuestra Señora de Pueyos y la Asociación Musical Lira Alcañizana amenizó en directo el combate de un santo que volvió a encarnar Ángel Alcaraz, que repetía la actuación que estrenó el año pasado. El propio Alcaraz, en declaraciones a Aragón TV, comentaba que el ruedo era «mejor» para los caballos, un escenario «más agradecido» para los animales ya que se evitan resbalones. También, el graderío, que cuenta con hasta 4.400 butacas, permite mejorar la visibilidad a los asistentes, además de facilitar asiento durante la hora que dura el espectáculo.