Uno de los arcos romanos más impresionantes de España está cerca de Aragón: es un lugar infravalorado

El legado romano está muy presente en numerosos pueblos y lugares de Aragón, con restos arqueológicos tan importantes como el Mausoleo de Fabara, la villa de La Malena en Azuara, la presa de Almonacid de la Cuba o la red de museos romanos de Zaragoza: el Foro, el Teatro y el Puerto Fluvial. No obstante, a un paso de la comunidad existen también importantes vestigios que son testigos del pasado y herencia del paso de esta cultura clásica por nuestro país.

Un ejemplo es este precioso pueblo de Soria con uno de los arcos romanos más impresionantes de España a un paso de Aragón. Esta provincia es una de las más infravaloradas del país. Se tiende a pensar que los pueblos bonitos están en otros lugares, pero estamos muy equivocados. Soria también alberga lugares de una belleza increíble, con una historia mágica y repleto de rincones pintorescos a más no poder.

En lo alto del valle del Jalón, a una hora de Soria capital y a menos de 2 horas de Zaragoza por la A-2, se ubica la maravillosa Medinaceli. Debido a su privilegiada ubicación, fue un lugar que enamoró a diferentes civilizaciones, por lo que su historia es de lo más rica. Esto, unido a la belleza de su entorno y sus panorámicas, ha provocado que Medinaceli sea uno de los destinos más visitados de la provincia.

El esplendor romano de Medinaceli

Sus orígenes se remontan a la época celtíbera, pero la villa floreció durante la estadía de los romanos, que llamaron a la ciudad Occilis. Llegó a ser una parada muy importante de la Vía Augusta, que era la ruta principal que conectaba el litoral mediterráneo con el interior peninsular. Más tarde, los musulmanes la nombraron Medina Salim ('Ciudad de Salim'), que acabó derivando en el actual Medinaceli.

El mejor plan para hacer en esta villa soriana es caminar por sus estrechas calles empedradas para descubrir los entresijos de un pasado y un presente muy unidos. Murallas, mosaicos, palacios, conventos, iglesias... Y el monumento más emblemático: el Arco Romano de Medinaceli, el único en España con tres vanos. Su construcción es del siglo I y se erigió en honor a Augusto, aunque simboliza el esplendor de toda una civilización.

Se encuentra a la entrada del pueblo, sin ningún tipo de ornamentación y solitario frente al paisaje natural y a la propia villa. Aunque sus ocho metros de altura no son tan imponentes como algunos desearían, lo que sí impresiona es que no ha sido prácticamente restaurado en toda su historia. Esta villa de Soria esconde también otros monumentos impresionantes que son merecedores de una visita.

Otros monumentos destacables

Tras sobrepasar la antigua puerta de entrada, nos topamos con una de las plazas castellanas más alucinantes: con fachadas porticadas, grandes dimensiones y el Palacio Ducal gobernando el entorno. Por las calles que derivan de ella se puede llegar hasta la Colegiata de Santa María de la Asunción, de estilo gótico, o al Convento de Santa Isabel.

No solo hay un arco en Medinaceli. Aunque el romano sea el más atractivo y popular, hay otro árabe, de una simplicidad mucho mayor. Esta construcción también fue utilizada por los romanos como una de las cuatro puertas de acceso a su campamento. También destacan las murallas y el nevero histórico, así como la iglesia de San Román del siglo XIII y el viejo castillo del XV que se utiliza como cementerio.