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Crónica política | Apriétense, por si no hay hueco

La izquierda a la izquierda del PSOE se agita por las desavenencias entre los socialistas y Sumar en el Gobierno. La cita por la Ley de Energía engorda un calendario que ya ha contado con encuentros entre los máximos líderes o citas por transportes. En Aragón, Podemos reestrena sede y sueña con liderar un espacio en el que IU y CHA mantienen una base sólida.

Acto de campaña en 2023 con representantes de CHA, IU y ZeC frente a las Cortes.

Acto de campaña en 2023 con representantes de CHA, IU y ZeC frente a las Cortes. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

ZARAGOZA

La izquierda a la izquierda del PSOE vuelve, crisis de Gobierno mediante, a repensar su posición en el tablero político con la mirada puesta en las elecciones autonómicas y municipales de 2027. Aunque el estallido por la compra de armamento a Israel y las inversiones milmillonarias en la industria armamentística del Gobierno de España solo han hecho temblar a PSOE y Sumar, el terremoto tiene eco en las comunidades autónomas. Podemos recupera su papel de outsider, de nueva política, y quiere renacer en un territorio en el que nunca hubo unión en la izquierda alternativa y en el que tanto Chunta Aragonesista como Izquierda Unida parten con ventaja organizativa y parlamentaria. 

Los podemistas reestrenaron sede en Aragón, y han vuelto a un hogar que ya habitaron. Comandados por Pablo Fernández, secretario de Organización a nivel nacional, confirmaron el renacimiento de su pacto con Alianza Verde y se presentaron como la referencia de la izquierda alternativa para 2027. Nada más, nada menos. Nada, tampoco, quisieron decir sobre la comunión con otros partidos: ni IU ni CHA fueron mencionados por un Fernández que encomendó «tareas políticas» a la Ejecutiva de Podemos en Aragón y «trabajo de calle». Mejor no mencionar que hablar como habló de Sumar: el rosa del partido de Yolanda Díaz no se mezcla con el morado de Podemos en la paleta de ningún pintor. 

Antes de pensar en unir o separar el bloque de la izquierda, Podemos Aragón tendrá que coser su propio organismo. La nueva Ejecutiva y el propio Fernández confirmaron la “inexistente” relación con Andoni Corrales, diputado en las Cortes y único representante institucional de peso de los podemistas en la comunidad. No hay llamadas, ni mensajes ni comunicaciones oficiales. La nada absoluta entre la gente que organiza el partido y el hombre que dice sí, no o abstención y decide el sentido de voto. Por ahora, Podemos no se plantea abrir expedientes ni sanciones, pero en Madrid ya se estudia qué hacer para que la situación no dañe más.

Chunta como referente

Mejor pintan las cosas para Chunta Aragonesista. Los últimos sondeos le marcan como la resistencia a la izquierda del PSOE. CHA se ha quedado con la referencia en Madrid, capitalizando la presencia de Jorge Pueyo. De facto, el joven diputado representa a los aragonesistas después de que Sumar sea, políticamente, antónimo a su nombre. Además, los aragonesistas tienen base y ya han empezado a moverse por el territorio. Miran, también, más allá de Aragón, con alianzas con partidos como Compromís.

Entre CHA e Izquierda Unida hay nexo, diálogo abierto. Muestra de ello es que a nivel municipal ha habido invitaciones cruzadas y coloquios compartidos entre aragonesistas como Pueyo y miembros de Zaragoza en Común, tanto los actuales concejales como el exalcalde Pedro Santisteve. La predisposición marca el camino e Izquierda Unida ha vuelto a tomar la iniciativa: Antonio Maíllo, líder de IU a nivel nacional, ya hizo esta semana una llamada a volver a unir a todo el espectro político. 

Los resultados, mejores o peores, de la izquierda alternativa decidirán el futuro color de los Gobiernos. Lo saben también en el PSOE Aragón, donde sueñan con volver a ser el partido que llegue al 40% y pueda formar un Ejecutivo autonómico comandado por Pilar Alegría. Manteniéndose en el 30%, o el espacio más progresista se hace fuerte o las derechas tienen más sencillo que sus políticas permanezcan dentro del Pignatelli. 

La unión de la izquierda

La conversación en la izquierda vuelve a ser la misma. A dos años de las elecciones, en pleno conflicto dentro del Gobierno central, la canción siempre sonada de la unión vuelve a las bocas y a los oídos de líderes y ciudadanos adscritos a ese espacio político. El temor, y más en el caso aragonés, es de que el barco haga un viaje más pero no encuentre puerto. En la comunidad nunca se han presentado, con papeleta única, Chunta, IU y Podemos en nivel autonómico o municipal. Las alianzas se han reservado solo para los comicios nacionales, con un diputado casi asegurado y la aspiración casi imposible del segundo, y para las citas europeas. 

La lección del Ayuntamiento de Huesca, donde la fragmentación extrema puso en bandeja el Gobierno a la popular Lorena Orduna en 2023, es el ejemplo reciente que se expone en los pasillos. También las encuestas, miradas con cautela pero que vuelven a arrojar, y ya van tantas veces, que o juntos o pocos. 

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