«La integración de los medios civiles es una lección que podemos aprender de Valencia»
El Teniente Coronel Jefe del IV Batallón de Intervención de Emergencias de la UME, Joaquín Núñez Regodón, hace balance de la intervención de la unidad en Valencia tras la dana. La Unidad Militar de Emergencias cumple en 2025 su 20 aniversario y desde su nacimiento ha tenido base en Zaragoza. El pasado miércoles, 23 de abril, personificó la recepción de la Medalla al Mérito Profesional de Aragón.

El teniente coronel Núñez Regodón, en Paiporta. / UME
¿Cómo se ha recibido entre las filas del IVBatallón de la UME el reconocimiento por el Día de Aragón?
Con mucha satisfacción. El viernes tuvimos un acto interno para hacer extensivo el reconocimiento a todo el batallón: hay gente que lleva desde los inicios y hemos puesto en valor el trabajo hecho durante estos años y hemos lanzado el reto y el compromiso para seguir manteniendo el rumbo para ayudar a la ciudadanía y gestionar las emergencias.
¿Cómo ha cambiado el batallón en los 20 años que lleva en Zaragoza?
Solo hay que ver los edificios y las instalaciones, que son mucho más modernos. Aún tenemos alguna de las primeras autobombas con las que trabajábamos expuestas en el patio de armas... Pero la renovación ha sido continua. Los vehículos son mucho más nuevos, más seguros y más eficientes, así como los equipos de protección individuales. Todo ha cambiado mucho, y en cuanto a lo orgánico, el primer núcleo eran escasamente 20 personas. Ahora somos casi 500.
¿Cómo se coordinan con el operativo de emergencias del Gobierno de Aragón para no pisarse los zapatos?
En realidad, es muy fácil. Nosotros tenemos muy claro cuáles son nuestras competencias y cuándo empezamos a intervenir. Y la dirección general (la de Interior, que depende de la Consejería de Hacienda del Gobierno de Aragón) también conoce perfectamente cuándo la magnitud de la emergencia requiere esfuerzos adicionales y se deben pedir medios al Estado. Hay un protocolo que pasa por el delegado del Gobierno, que a su vez lo eleva al ministerio del Interior y al de Defensa. Cuando vamos a una emergencia, siempre nos ponemos al servicio del director al mando, sea una inundación o un incendio. Nunca hemos tenido problemas de competencias en ese sentido.Ni en las riadas del Ebro ni en la catástrofe de Valencia.
Ahora que ha transcurrido algo de tiempo, ¿qué grado de magnitud le confieren a lo sucedido en Valencia?
Una tragedia enorme. Había mucho trabajo que hacer, desde la búsqueda de supervivientes al principio a la retirada de vehículos y la limpieza de viales después o el apoyo al reparto de suministros a la población. Había tanto que hacer desde el primer momento... La magnitud inicial, con lodos muy importantes en todas las calles, fue muy visual. Pero hubo mucho trabajo que hacer durante los meses posteriores que no se vio, como la gestión de los vertederos gigantescos en los que se habían depositado los vehículos y las campas de lodos, para las que tuvimos que crear unas fosas enormes. Cuando el problema empezó a desaparecer de las ciudades, apareció en los garajes, en los huecos del ascensor, en las inmediaciones de los municipios. Es satisfactorio ver cómo los comercios han ido reabriendo poco a poco, cómo los niños han vuelto a los colegios. Lo que queda ahora queda una fase más larga, que durará varios años, y se basará en reconstruir los puentes, polideportivos, auditorios, carreteras y el resto de grandes infraestructuras municipales y estatales, aunque nosotros ya estamos desvinculados.
¿Les valió su experiencia en las riadas del Ebro? ¿O fue un episodio radicalmente distinto?
Está claro que teníamos experiencia en materia de búsquedas o de achiques. Pero la realidad es que aquellos que han estado en las grandes riadas del Ebro, como la de 2015, 2018 o 2021, coinciden en que lo que ocurrió en Valencia fue mucho mayor. La gente de la UME estaba preparada por la experiencia acumulada, pero no se puede comparar.
¿Qué lecciones se han aprendido?
Ahora estamos en el proceso de identificar esas lecciones en distintas áreas, como el control de medios o logística. LaUME está llevando a cabo un estudio transversal con todos sus batallones y se han marcado una serie de hitos para alcanzar objetivos. Contestar ahora sería adelantarme a ese proceso, ya que hay muchos aspectos: la integración con los medios civiles o la mejora de algunos materiales. Y sobre todo, que la emergencia no termina cuando nos replegamos, sino que después hay mucho que analizar e identificar para estar mejor preparados para la siguiente situación que pueda venir.
El sentimiento que se trasladó desde los municipios afectados, sobre todo durante los primeros días, fue que se llegó tarde. ¿Se pudo haber llegado antes?
No lo creo. La misma noche del 29 teníamos a 140 efectivos del batallón de camino a Valencia. Luego se ha visto con el tiempo: las carreteras estaban inundadas, había colapso en todos los accesos. La respuesta fue inmediata.
¿Hacia dónde camina el batallón de la UMEde Zaragoza en materia tecnológica?
Por un lado, la UMEen su conjunto está haciendo un esfuerzo muy grande en mejorar los medios técnicos. Por ejemplo, todos los batallones contamos desde hace unos años con drones aéreos, y ahora hemos implementado los terrestres, tanto en Valencia como en la próxima campaña antiincendios. Es una unidad más puntera que, además de adquirir lo más novedoso del mercado, está investigando (desde el centro de León) junto a universidades y empresas privadas qué pueden ser las necesidades del futuro.
¿Y en concreto, el cuarto batallón?
La renovación de los materiales es continua. Con motivo de la dana, están llegando nuevas autobombas, camiones plataforma con brazos articulados. Pero yo quisiera destacar que el cuarto batallón de Zaragoza tendrá en octubre, si no hay ningún imprevisto, la certificación del equipo de búsqueda y rescate en montaña, lo que permitirá ponerlo a disposición del mecanismo europeo de Protección Civil.
¿Qué supondrá y cuántos efectivos lo integran?
El equipo está técnicamente preparado, pero necesita aptitudes de mando y control, despliegue logístico... Hemos hecho unos ejercicios de adiestramiento y ahora empezaremos una fase de preparación hasta octubre. Cada comunidad autónoma tiene sus competencias, que luego transfiere a diferentes cuerpos de seguridad, como en el caso de Aragón con los Greim de la Guardia Civil. La UME siempre está preparada para catástrofes de una mayor dimensión: múltiples víctimas atrapadas, muchos desaparecidos de forma simultánea o proyectar ayuda a un país que no tiene esa capacidad. El equipo está compuesto por 18 personas, pero es modulable para tener autonomía, por lo que si se suman sanitarios y el equipo de mando para trabajar 24 horas podemos hablar de 40 personas. Serán capaces de desplegar un campamento donde quiera que se les ponga para brindar apoyo sanitario, lanzar búsquedas con perros o utilizar drones.
- Estos son los supermercados que te van a pagar por devolver tus envases vacíos
- El túnel de la A-68 bajo el cuarto cinturón de Zaragoza abrirá en verano con casi un año de retraso
- Desalojado un edificio en Delicias tras derrumbarse el suelo de un patio interior: 'Parecía un terremoto
- Incendio en La Cartuja de Zaragoza: arde la nave de una empresa de reciclaje en el PTR
- Las tormentas vuelven a causar estragos en Aragón: retenciones en la A-68 y trombas de agua
- Las obras en la A-2 dejan cortes en el tráfico en Zaragoza este fin de semana: estas serán las zonas afectadas
- Las familias del colegio Valdespartera denuncian 'escasez' en las raciones del menú escolar: 'Los niños pasan hambre
- Se vende por jubilación el hotel de un pueblo de Huesca donde Orlando Bloom celebró su cumpleaños