Una afición en auge: la llamada internacional de los grandes peces

Este fin de semana un pescador ha compartido en sus redes la captura de un gigantesco ejemplar de siluro de más de 2,30 metros de largo. La captura se ha producido en el pantano de Mequinenza y es un ejemplo del salvaje atractivo que tiene el enclave para los aficionados de todo el mundo. Este mismo fin de semana el embalse ha sido testigo, además de la celebración del Desafío Sensas, una competición internacional, referente en el mundo de la pesca con participantes procedentes de Francia, Italia y Portugal, así como del resto de autonomías. De hecho, la pasada edición se celebró en Extremadura y el auge del deporte piscícola en la comunidad ha llevado a los organizadores a desplazar su ubicación. 

Las cifras proporcionadas por el consistorio del Bajo Cinca indican que el pasado año cerca de 25.500 pescadores de todo el mundo escogieron el entorno del pantano para la práctica de este deporte, lo que se tradujo en casi 69.000 licencias de pesca de un día. De esta manera se constata la importancia y el peso de esta actividad deportiva en la zona por el volumen, que crece de forma global, y por el importante impacto en la economía de la redolada.

El sector de la pesca en Aragón exhibe juventud y espera un récord de licencias

La estancia media es de tres días y en cuanto a la procedencia destacan Alemania, Rumanía, Francia y Chequia. Además, según destaca el presidente de la Federación Aragonesa de Pesca, José Antonio Rodríguez, existe una amplia colonia de aficionados que ha comprado casas o alquilado terrenos para instalar allí su campamento base. 

Este año Aragón se ha consolidado como un destino de excelencia para la pesca deportiva y se espera la celebración de cinco campeonatos de trascendencia internacional, como el de este fin de semana en Mequinenza. «Queremos ser el ojo del huracán», indica Rodríguez. 

Es especialmente significativo el auge de los ríos trucheros como el Aragón, el Gállego, el Cinca, el Guadalaviar o el Manubles, que por la calidad de las aguas llaman la atención de pescadores procedentes de EEUU o Canadá. «Hemos logrado un buen equilibrio generando empleo en el medio rural, pues este turismo necesita servicios igual que el resto de negocios en la naturaleza», reconoce el representante de la federación.