El pabellón de Zaidín, improvisado refugio para 300 pasajeros del AVE: "Utilizamos los tatami de gimnasia rítmica como colchones"

El pabellón de Zaidín se convirtió este lunes en el alojamiento improvisado de 305 viajeros del AVE que une Madrid con Barcelona. El apagón eléctrico sucedido en la jornada de este lunes provocó que dicho tren quedara parado a tan solo un kilómetro del municipio oscense, lo que condujo a una ola de solidaridad por parte de los vecinos de dicha localidad. "Por suerte, la accesibilidad a ese punto de la vía era relativamente sencilla y desde la Guardia Civil se nos ordenó habilitar nuestro polideportivo porque iban a desalojar a los pasajeros del tren", señala la alcaldesa María José Vicente.

Personal del ayuntamiento, incluida la alcaldesa, junto con vecinos y bomberos de la Diputación de Huesca acudieron al rescate: tuvieron que cortar la valla, desbrozar el terreno hasta la pista más cercana y abrir camino en un talud de 12 metros.

A excepción de una de las viajeras, que estaba embarazada y tuvo que ser trasladada en helicóptero, el resto de los pasajeros fueron dirigidos con vehículos municipales de Zaidín y Fraga hasta el pabellón municipal. "La idea era ofrecer un espacio que fuera cómodo para estas personas. Utilizamos los tatami de gimnasia rítmica como colchones y buscamos agua y fruta para que pudieran beber y comer", explica Vicente.

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Las tareas de asistencia a los viajeros se vieron perjudicadas por la pérdida del suministro eléctrico. En ella participaron efectivos de la Cruz Roja, Protección Civil del Bajo Cinca, trabajadores municipales de Zaidín, vecinos y el Ayuntamiento de Fraga.

Resultaba imposible la comunicación con las autoridades y con los servicios de emergencia a lo que se añadía la complejidad para encontrar víveres. "Los comercios y las tiendas del pueblo estaban cerradas pero aun así todo el mundo estuvo a la altura. El municipio demostró su solidaridad", destaca la primera edil.

Al caer la noche, sobre las 22.00 horas y, todavía sin suministro eléctrico en Zaidín, el presidente de la Diputación de Huesca, Isaac Claver, junto al jefe de Bomberos, Óscar Aguarta, llegó al pabellón con avituallamiento para dar de cenar a todas las personas que estaban en el pabellón. Sobre las 22.30 horas volvió la luz a Zaidín y comenzó el traslado de los pasajeros hasta la capital aragonesa. "Fueron cinco los autobuses que transportaron a los viajeros hasta Zaragoza a partir de la medianoche. Entre las 2.15 y las 2.30 horas salía el último vehículo de Zaidín", concreta Vicente.

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De este grupo de pasajeros, unas 20 personas que viajaban en el AVE fueron recogidas por familiares a lo largo de la tarde. "Nadie ha hecho noche en nuestro municipio, aunque estábamos preparados si era necesario", apunta la alcaldesa. Una muestra más de solidaridad en una jornada de auténtico caos en la comunidad y el país.

Daniel Gregorio, subinspector de bomberos de la Diputación Provincial de Huesca, estuvo coordinando la operación de rescate de más de 300 personas de distintos países que se quedaron colgadas en este trayecto. En medio del caos, Gregorio se confiesa "alucinado" con la "comprensión" de los afectados. "No había luz ni había comunicaciones, pero fueron todos muy comprensivos. Manejar a un número de personas tan grande es muy complicado porque se pueden generar tensiones, pero el comportamiento de todos ellos fue ejemplar", destaca.

Su equipo, formado por 59 personas, estuvo trabajando hasta las 4 de la madrugada, ofreciendo asistencia a los afectados en el traslado hasta Zaidín y, después, hasta Zaragoza con los buses del Gobierno de Aragón.

"En dos horas evacuamos a 305 personas, nos dimos prisa porque ya caía la noche y, sobre todo, para evacuar a una mujer embarazada, que fue lo que aceleró todo", explica, rememorando un "día complicado" que le recordó a los momentos iniciales de la dana de la Comunidad Valenciana, "porque todos estaban incomunicados". "Lo que hace falta ahora es que esto tarde mucho en repetirse para poder aprender a mejorar nuestra respuesta", señala.