Inserción laboral contra el '¿y yo para qué sirvo?': Cáritas logra empleos en Aragón para el 25% de las personas a las que acompaña

La entidad invirtió una cifra récord de más de 5 millones de euros para mejorar la autonomía personal

Imagen de archivo del programa de empleo de Cáritas.

Imagen de archivo del programa de empleo de Cáritas. / CÁRITAS ARAGÓN

David Chic

David Chic

Zaragoza

En unos años de crecimiento económico y bonanza con el empleo en Aragón, el sistema produce nuevas formas de pobreza y exclusión que afectan a determinados grupos sociales que se encuentran marginados y en situaciones de exclusión. "Las políticas públicas deberían introducir medidas compensatorias e inclusivas para que los más débiles puedan beneficiarse de los logros económicos conseguidos en grupos como los parados definitivos, los demandantes no cualificados de primer empleo, ancianos, emigrantes o grupos étnicos", evidencia el presidente de Cáritas en Aragón, Carlos Gómez Bahillo.

Cáritas logró en 2024 reinsertar en el mercado de trabajo al 25,33% de las 3.315 personas que acompañó en la búsqueda de empleo. La entidad invirtió en la comunidad una cifra récord de 5.362.601 de euros para la mejora la autonomía personal a través del empleo, de los cuales más de tres millones corresponde a iniciativas de economía social. Así se desprende del Informe de Economía Solidaria de Caritas Aragón 2024 que han presentado esta semana.

El perfil de las personas que han optado por esta vía de inserción es variado. En todo caso, los participantes en los programas de empleo durante 2024 han sido en su mayoría mujeres, mayores de 45 años y con estudios básicos. "En muchas ocasiones nos encontramos con personas que carecen de competencias digitales, presentan dificultades de aprendizaje, escasa experiencia laboral o problemas de conciliación familiar, además de graves carencias socioeconómicas y baja autoestima que les lleva a la desmotivación", añaden desde la entidad.

Este camino a la inclusión permite superar el mantra del ¿y yo para qué sirvo? en el que muchas veces entran las personas que no han tenido oportunidades laborales a lo largo de sus vidas. Esto se debe, sobre todo en el caso de las mujeres, a que han tenido que estar pendientes de los cuidados de su familia. "Nos encontramos con personas muy desmotivadas", insiste Gómez. Colectivos como los migrantes en el medio rural, las personas obligadas a trabajar en la economía sumergida, o los jóvenes que han perdido el tren de la escolarización también se ven beneficiados por el programa de inclusión.

Más allá de garantizar empleos, la entidad reclama más atención pública ante los excluidos de la planificación capitalista. "Desde Cáritas vamos a seguir apostando por la economía solidaria, no solo como opción posible y deseable, sino como un modelo necesario para que todas las personas podamos tener un futuro. Es más necesaria que nunca una economía con valores, una economía que cuida, una economía que recupera su significado de administrar los recursos de la casa común, con justicia y equidad”, en palabras de Carlos Gómez Bahillo, presidente de la entidad aragonesa.

Y casi tan variado como el perfil de las personas que buscan su inserción a través de la entidad es el sector de destino al que pueden optar. La red Cáritas ha logrado convertirse en una de las mayores promotoras de empresas de inserción de Aragón y un referente dentro de la economía social, contando actualmente con cuatro empresas de inserción y un centro especial de empleo en sectores comprometidos con el medio ambiente, como el reciclaje textil, la jardinería, la recuperación de muebles o la limpieza que han proporcionado contratos de inserción a 151 personas en este último año.

El presidente de la entidad señala que el gran problema al que se enfrentan en la actualidad está en las personas que no han logrado papeles de trabajo. Muchos de ellos han superado procesos de acogida, pero todavía no han logrado permisos de residencia que les permitan optar a contratos legales. Y ahí entran en algo que Gómez considera "un limbo absurdo". Sobre todo porque existen sectores económicos, como puedan ser la construcción o la industria, que reclaman a personas que ya tienen una capacitación práctica para trabajar en la obra o en talleres y a los que no se les puede reconocer su desempeño profesional.

Apuesta por el Comercio Justo

Por otro lado, Cáritas en todo Aragón impulsa de manera firme el Comercio Justo mediante sus tres tiendas abiertas al público y sus tres puntos de venta permanentes. Además, desarrolla acciones de sensibilización y comunicación siendo altavoz de miles de productores en todo el planeta. Para todo ello, Cáritas invirtió en Aragón este pasado año 2024 un total de 85.176,37 euros en sus diferentes proyectos de Comercio Justo.

"Pobreza, condiciones de trabajo abusivas, precios muy por debajo de costes, salarios míseros, explotación infantil o deforestación son algunas de las problemáticas que se esconden detrás de productos tan cotidianos como el café, la ropa o los artículos de cuidado personal. Todos tienen en común la desigualdad en el reparto de beneficios a lo largo de su cadena: el cultivo de sus materias primas se realiza principalmente en países de América Latina, Asia o África, mientras que la mayor parte de su valor añadido e ingresos millonarios quedan en el Norte global repartidos entre unas pocas empresas multinacionales", indican.

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