Las intensas lluvias disparan la reserva de agua en la cuenca del Ebro

Llueve sobre mojado en algunas zonas de Aragón y este aumento de las precipitaciones se deja notar tanto en los ríos como en los embalses de la cuenca del Ebro. Según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en este año hidrológico la cuenca tiene un 15% más de agua reservada que la media de los últimos ejercicios, o lo que es lo mismo, 1.000 hectómetros cúbicos más de reserva de agua a estas alturas del año agrícola.

Así, se prevé una temporada de riegos sin problemas y también un menor riesgo de incendios, por la importancia de la humedad del terreno. Y en la práctica, este año rico en precipitaciones está aumentando el trabajo en la Confederación Hidrográfica del Ebro, que debe gestionar las avenidas -aunque sean menores- y laminar los caudales a través del desembalse de los pantanos que regulan las distintas cuencas.

Este pasado fin de semana fue muestra de ello, con el desembalse de miles de litros de agua en los pantanos de El Grado y Mediano, en Huesca, que funcionan como un mismo sistema de regulación del río Cinca y sus afluentes. Ambos están prácticamente llenos desde el inicio del año hidrológico, como consecuencia de las tormentas y la dana de septiembre y octubre, lo que exige una gestión constante de los volúmenes almacenados, el desembalse y las previsiones meteorológicas previstas.

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De hecho, los datos del organismo de cuenca reflejan que esta está "llena al 90%", lo que implica una gestión constante de las infraestructuras de regulación. Este pasado fin de semana, en previsión de las tormentas que descargaron en la tarde del sábado y la mañana del domingo, el viernes día 9 se comenzó a desembalsar en los embalses de Mediano y El Grado. Mediano estaba el viernes al 94%, con 410 hectómetros cúbicos; y El Grado, al 97%, con 389 hectómetros cúbicos. El domingo, después de desembalsar y antes de almacenar las lluvias del sábado, Mediano se encontraba al 92% con 400 hm³ y El Grado, al 97%, pero con 395 hm³.

La semana pasada, el presidente de la CHE, Carlos Arrazola asistió al pleno de la Comisión de Desembalse, donde reconoció que "los 7 primeros meses del actual año hidrológico han sido muy buenos en cuanto a reservas, aunque ha habido que gestionar distintos episodios de lluvias intensas e incluso de efectos de Danas y lluvias torrenciales que han provocado el incremento del caudal de los ríos y daños materiales en algunas partes de la cuenca". Y avanzó que en los trabajos en cauce que se están llevando a cabo como consecuencia de las lluvias torrenciales, se prevé realizar una inversión total de unos 800.000 euros. 

Sobre las reservas de agua, el jefe de Explotación de la CHE, Mario Carreras, subrayó que la cuenca del Ebro cuenta en estos momentos con un "15% más de agua y 1.000 hm3 más, en números redondos, que un año medio". "Se encuentra casi al 90% de llenado", añadió.

En este sentido, aclaró que salvo la subcuenca del Siurana y el Asmat, todas las demás subcuencas han tenido un incremento porcentual de aportaciones respecto a un año medio. "Destacan las cuencas de los ríos pirenaicos Cinca, Ésera y Noguera Ribagorzana, que han tenido unas aportaciones muy por encima de un año medio", informaron desde la CHE.

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El 'top 10' de precipitaciones, en Huesca

Desde la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, Arcadio Blasco confirmó que la provincia de Huesca es la que acumula un mayor volumen de precipitaciones de Aragón. En concreto, los últimos fines de semana de mayo se han registrado lluvias por encima de la media, con valores destacados.

Este sábado, Formigal registró 54 litros por metro cuadrado; Torla-Ordesa, 45; Panticosa, 43; y Huesca, 43. Nueve de las diez estaciones con una mayor precipitación acumulada este sábado estaban en Huesca, con cifras destacables también en Sabiñánigo (35), Canfranc (32) o Biescas (36).

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Arcadio Blasco, delegado de la Aemet en Aragón, explicó que "entre el 1 de septiembre y el 31 de marzo, el año agrícola ha sido muy húmedo; el quinto más húmedo de toda la serie histórica, propiciado tanto por la dana de octubre y noviembre como por los episodios de lluvias de marzo".

El balance del mes de abril arroja un resultado "normal" en cuanto a precipitaciones, pero si el mes de mayo mantiene el ritmo de las dos primeras semanas "sería más húmedo" que la media. Por ahora, matiza, es pronto para sacar conclusiones de la media de todo el año hidrológico, pero si este mes concluye con más precipitaciones, se registraría una de las primaveras más húmedas de los últimos años. "Faltan todavía 15 días. Esta semana vienen tormentas, de nuevo, pero si después se registran 15 días muy secos, se compensaría la situación", señala.

"En Aragón vivimos de tormentas y esto hace que, en función de los episodios, tengamos años secos o húmedos", concluye Blasco.