El metal de Aragón, sediento de talento: "Estamos rechazando pedidos porque no podemos cubrirlos"

Poco o nada se parece hoy el sector del metal a ese taller entregado a las llamas, el humo y los chispazos que llenaba de hollín la piel del trabajador. Aun así, piensan los empresarios, la imagen está tan impregnada en el imaginario colectivo que los atractivos del mundillo (unas de las tablas salariales mejor valoradas, evolución de la carrera profesional o conciliación) no cala entre los potenciales empleados. Por ahí se agranda la brecha entre oferta y demanda de un sector plagado de vacantes, que la Federación de Empresas del Metal de Zaragoza (FEMZ) cifra en 15.000 en el medio plazo.

"Estamos rechazando pedidos porque no podemos atenderlos con la calidad de servicio que requieren nuestros clientes. El problema es grave en Aragón, pese a las inversiones que llegan, no podemos cubrir los empleos que generamos", asegura Mar Castellón, directora de Operación de Incliza, una empresa familiar aragonesa especializada en instalaciones térmicas.

Para suturar esa brecha, más de 800 potenciales trabajadores se dan cita con 40 empresas que ofrecen 100 vacantes en la feria Metalízate, organizada en las instalaciones de Lacor Formación por la FEMZ y el grupo educativo. Ana Gracia, directora comercial de Lacor, no tiene dudas: "Los jóvenes están apostando por el metal porque es un sector muy fuerte en Aragón que tienen grandes necesidades de contratación. Lo primero y más importante es que faltan personas que quieran dedicarse a oficios. Y lo segundo, que falta formación específica para crecer en ellos".

"Hay quien todavía piensa en ese taller sucio, donde te ensucias las manos, trabajando entre sopletes, fuego y humo, y no como un sector que ha evolucionado tecnológicamente. Y sobre todo tiene futuro, hay empleo hoy y lo habrá dentro de muchos años, con posibilidades de evolucionar y un convenio muy potente a nivel salarial con Zaragoza como pionera del sector", agrega Pilar Burgués, responsable del área de Empleo de la FEMZ. "Los salarios están por encima de otros convenios, y las empresas están evolucionando: saben que si no cambian la rigidez de los horarios no van a tener futuro. Hay compañías familiares que se están adaptando a las necesidades de los trabajadores", resume la directiva de la organización.

CAF, una de las empresas que busca técnicos

Una de las grandes empresas del sector que ha acudido a la cita es CAF, la fabricante de ferrocarriles beasaindarra, que está sedienta de talento. "Estamos creciendo en la planta y necesitamos perfiles de fabricación y montaje de instalaciones eléctricas, fontanería, soldadura, mecánica... Son difíciles de encontrar porque hay mucha demanda y los estándares de calidad cada vez son elevados", apunta Saúl Oliver, responsable del área de gestión de personas de CAF Zaragoza.

"Cuesta mucho encontrar talento con los requisitos que buscamos", apunta Oliver, citando la automatización de procesos, el 'lead manufacturing' o el entorno digitalizado como algunas señas de la transformación del sector. "Hace no mucho veías a la gente con los planos en papel y la caja de herramientas, pero ahora los entornos son mucho más modernos, la mayoría va con tablets por los talleres", señala el responsable de CAF, que cita el inglés técnico y la motivación para viajar al extranjero como algunas de las claves que buscan en la compañía.

Tres historias de búsqueda de empleo

Entre los centenares de demandantes de empleo que se han acercado a la feria se distinguían todo tipo de perfiles según la edad, el género y la experiencia profesional. Yancouba Sangare tiene 24 años y llegó hace uno desde Mali. "He venido junto a mis compañeros a buscar trabajo. Queremos trabajar, pero es difícil, así que también queremos formarnos como carpinteros, albañiles, soldadores o electricistas", explica el joven. "Todavía no he podido encontrar empleo, pero me gusta el trabajo en equipo", señala. Y por supuesto, algo de dinero, porque "sin dinero no se puede tener una buena vida", expresa Sangare.

Como él, Joshua, un nicaragüense de 18 años, también está en búsqueda activa de empleo, aunque en su caso lleva tiempo intentando formarse. "No he podido entrar a trabajar aún, pero he estudiado cursos de almacenamiento, de logística, tengo el título de carretillero y he estado estudiando soldadura. Me gustaría entrar en este sector", dice el joven. "Los diseños que suelo ver en redes o anuncios me gustan, y creo que hay un buen ambiente laboral", expresa.

A la feria también han acudido un importante volumen de mujeres. Algunas de ellas, como Laura Mangas, quieren volver al ruedo laboral después de un periodo de paro de larga duración. "Llevo tiempo queriendo volver a trabajar, porque he estado desempleada desde 2008, y con eso quiero decir que sin cotizar, porque he hecho otras actividades como la coordinación del comedor escolar. Pero ahora estoy decidida a volver a trabajar y he echado varios currículos para puestos de administrativa", explica la mujer, de 52 años.