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El bonito pueblo de Huesca de tan solo dos letras que es un auténtico remanso de paz

Se encuentra en el Sobrarbe y en su casco urbano no hay ningún comercio

Iglesia de San Saturnino de Oto

Iglesia de San Saturnino de Oto / Llegar sin avisar

El Pirineo es sin ninguna duda una de las zonas más bonitas de España. Los pueblos de piedra emergen entre la belleza de la naturaleza para dejar unos paisajes que hacen las delicias de todos los visitantes. Siempre es una buena fecha para hacerte una pequeña escapada hasta el norte de la provincia de Huesca, pero mucha gente no sabe por donde empezar.

La nieve es el principal atractivo en invierno del Pirineo con millares de personas acudiendo cada fin de semana a las diferentes actividades de esquí. Con la llegada del buen tiempo, las diferentes rutas senderistas se plagan de curiosos que quieren conocer los parajes del Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido. Además, pueblos como Jaca, Benasque, Biescas o Aínsa multiplican su población en verano con gente que huye de las altas temperaturas y tiene segundas residencias en la zona.

Hay gente que conoce al dedillo el Pirineo, pero todavía quiere recorrer algunos pueblos muy pequeños donde reina la paz en medio de la naturaleza. Uno de los pueblos más bonitos de toda la zona se encuentra en el Sobrarbe a tan solo diez minutos caminando de Broto. Estamos hablando de Oto, una pequeña localidad encantada con calles y edificios de piedra que te enamorará en un instante.

Para llegar a Oto, vecino pequeño de Broto, se puede hacer paseando por uno de los paisajes más fascinantes de todo el Pirineo. Desde el camino de la Cascada del Sorrosal sale una carretera que termina en este pequeño pueblo oscense donde no hay ningún tipo de comercio, pero sí diferentes casas rurales y pequeños hoteles donde reina la tranquilidad. La historia de Oto se remonta a tiempos anteriores a la Corona de Aragón y está muy ligada a su vecino Broto. Actualmente, viven en el pequeño pueblo pirenaico algo más de 70 habitantes.

Tal como recuerda el propio Ayuntamiento de Broto, en Oto hay señalización de La Ruta de los Hospitalaríos, que recorre el antiguo camino de San Nicolás de Bujaruelo hasta Oto. La Orden de San Juan de Jerusalén se estableció en el valle de Broto en el siglo XII, con la función de auxiliar a los peregrinos y proteger la ruta que entraba desde Gavarnie (Francia) por el puerto de Bujaruelo. Ellos construyeron los Hospitales de Gavarnie y de San Nicolás de Bujaruelo. Para su asentamiento eligieron Oto por su situación defensiva, donde erigieron la iglesia románica. La estancia de los hospitalarios en Oto se prolongó hasta comienzos del siglo XV, momento en que el pueblo se incorporó a la Corona de Aragón.

Lo más destacado de Oto

Para darte una vuelta por el casco urbano no necesitas más de media hora, pero deberás contemplar la estructura defensiva de dos edificios: la iglesia de San Saturnino y la atalaya de la Fon de la Escalada. La Torre de Oto junto a la Casa Solariega de San Jorge, que sirvió para vigilar al enemigo francés y una más que posible invasión, también fue utilizada también como cárcel durante mucho tiempo. Tiene cuatro pisos que se comunican entre si por una escalera de madera. A las afueras de Oto también encontramos la ermita de San Sebastián.

Torre de Oto

Torre de Oto / Llegar sin avisar

Otro de los puntos más visitados de Oto es sin ninguna duda el camping, uno de los mejor valorados de todo el Pirineo. El camping dispone de 281 parcelas, de 60 a 100 m2, aptas para tiendas de campaña, caravanas y autocaravanas. 

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