Entrevista | Yao Jing Embajador de la República Popular de China en España

Yao Jing, embajador de China: "Aragón es prominente, incluso famoso, para la comunidad empresarial china"

El embajador de la República Popular de China en España, Yao Jing, en el salón de recepciones de la legación, momentos antes de la entrevista.

El embajador de la República Popular de China en España, Yao Jing, en el salón de recepciones de la legación, momentos antes de la entrevista. / Alba Vigaray

Madrid

En el madrileño barrio de Ciudad Lineal se erige un bloque de estilo brutalista que podría albergar cualquier institución distinta a la embajada del extraordinario y plenipotenciario embajador de la República Popular China en España. La sobriedad del acceso contrasta con el lujoso salón de recepciones de corte imperial, donde el afable Yao Jing (Ningbo, 1969) recibe a las autoridades que quieren estrechar sus lazos con el país del dragón. Y aunque no domina el castellano, pues lleva apenas un año y medio en el cargo, ha jugado un papel preponderante en las inversiones chinas que Aragón ha captado en los últimos meses. 

PREGUNTA (P): ¿Qué ven los empresarios chinos de especial en Aragón?

RESPUESTA (R): Aragón es ahora mismo bastante prominente, incluso famoso, para la comunidad empresarial china. Tiene un entorno muy proempresarial. Cuando me reuní con el señor Azcón (Jorge, el presidente del Gobierno autonómico), del que digo que es un amigo, me dijo que su gobierno tiene ese tipo de política, que les gustaría atraer inversiones. La semana pasada hubo una delegación de Aragón aquí en la embajada con empresas del sector del automóvil. Nos preguntaron cómo encontrar una tecnología y socios adecuados. Aragón está entre Madrid y Barcelona, tiene puertos secos, ferrocarril, aeropuerto... Y creo que es clave la energía verde. Cuando llegas en tren puedes ver los molinos, y eso hace que la electricidad sea más barata. La combinación de todo ello se convierte en una atracción para las empresas chinas.

(P): Las energías renovables son una de las piezas clave de la gigafactoría de Stellantis y CATL. ¿Qué significa este proyecto para la relación entre Aragón y China?

(R): CATL es el proveedor número uno de baterías para vehículos eléctricos. Y nosotros creemos que el vehículo eléctrico es bueno para la transición verde, para nuestra lucha contra el cambio climático. Estoy contento de que se haya decidido instalar la gigafactoría en Aragón, creo que es una buena elección del lugar. Esta tecnología y este tipo de industria son buenas para la región, para el país, sobre todo porque las baterías implican una cadena de suministro completa. Hace dos semanas estuve en Extremadura y visité un proyecto de una fábrica que va a proporcionar materiales para las baterías de Zaragoza. Por cada euro invertido en el proyecto de Zaragoza, se atraerán seis euros de inversión para toda la cadena de investigación y desarrollo.

"Tenemos y queremos comprar más productos del campo, entre ellos carne de cerdo, a España y Aragón"

Yao Jing

— Embajador de China en España

(P): ¿Leapmotor va a fabricar coches en la planta de Stellantis Figueruelas?

(R): Como he comentado, la gigafactoría va a atraer más inversiones en la cadena de suministro. Stellantis tiene mucha conexión con China y Leapmotor ha expresado su intención de invertir en Europa. Su presidente estuvo en Zaragoza en febrero. No sé cuál será su decisión final porque están consultando en otros países de Europa. Por mi parte, les doy la bienvenida y el apoyo para que vengan a España, a Aragón, pero la decisión es suya. El Gobierno chino apoya que las compañías chinas vengan a Europa porque creemos que España es un importante socio para la industria, el desarrollo y el crecimiento. Además, vuestras leyes y normas son predecibles. Y es cierto que abrir una fábrica en Europa es más caro que hacerlo en otros países en desarrollo, pero creo que los beneficios lo compensan. Hay una industria automotriz muy fuerte y un buen mercado. 

(P): ¿Qué posibilidades tiene Aragón de acoger una fábrica de coches chinos de MG, BYD o alguna otra marca? 

(R): No tengo información oficial al respecto. Pero he leído en medios y periódicos que empresas como MG, BYD, Leapmotor y muchas otras están dispuestas a abrir sus fábricas en Europa. La elección del lugar la deben tomar las empresas. Este es un avance positivo, ya que las empresas chinas prestan cada vez más atención a Europa y a la cooperación industrial con los países europeos. China y Europa deberían ser socios económicos e industriales. Entre sus opciones se mencionan a menudo España, Zaragoza y Aragón. Esto también me parece bien, porque estas empresas, al menos, prestan atención. Pero Europa es un mercado integrado, así que, dondequiera que instalen sus fábricas, todos los países europeos se beneficiarán. Mi trabajo es tender puentes con España, pero si deciden irse a otro país europeo, no hay problema. 

El embajador Ying, en un momento de la entrevista.

El embajador Ying, en un momento de la entrevista. / Alba Vigaray

(P): ¿Por qué ha cambiado esta postura? Antes, China era considerada la fábrica del mundo, y ahora está decidiendo invertir en lugares de todo el mundo. 

(R): Sí, creo que durante las últimas décadas a China se le ha llamado la fábrica del mundo. Producíamos productos básicos de consumo diario, de bajo valor añadido. Porque antes, nuestro problema era la población, así que teníamos una enorme oferta de mano de obra barata. Eso fue hace 20 o 30 años. Hemos priorizado a las personas y su bienestar y desarrollamos una industria que llamamos de procesamiento: importamos tecnología y máquinas y los procesamos aquí. Comprábamos de un lado para venderlo en otro. Pero ahora las cosas han cambiado un poco: nuestra mano de obra es costosa porque la población está disminuyendo y envejeciendo, por lo que algunas de estas industrias de procesamiento se trasladan a otros países. Por otro lado, hace 10 años comenzamos lo que llamamos la industria impulsada por la innovación y la tecnología, que aportan más valor añadido. Impulsamos la industria verde y las industrias digitales. El vehículo eléctrico y la Inteligencia Artificial forman parte de ello. 

(P): ¿Y qué hay del lado opuesto, DE las industrias españolas y aragonesas que podrían invertir en China? 

(R): Las empresas españolas tienen una inversión de casi 5.000 millones de euros en China. Y lo apreciamos, nos gusta que empresas grandes como Mondragón, Gestamp o Fersa vengan. Antes nos beneficiaba porque ellos invertían su dinero, su tecnología y su línea de ensamblaje y nos ayudaron a modernizarnos en infraestructuras, como el tren de alta velocidad, o en el sector servicios, y en especial el turismo. También destacamos sus conocimientos en la industria médica o la cerámica. Seguimos deseando que la industria española abra fábricas en China. Por eso, creo que muchas delegaciones viajan a Aragón y a Zaragoza para asegurarnos de que también podamos prestar atención a China.

"Hay mucha gente que nos culpa de ser una nación no democrática, pero creo que no entienden muy bien lo que es China. Respetamos la democracia, creemos que es la mejor manera de gobernar un país porque la democracia da el derecho al pueblo".

Yao Jing

— Embajador de China en España

(P): Las ventas del sector cárnico, y en especial del porcino aragonés, son la mitad que hace cinco años. ¿China quiere comprar más productos españoles?

(R): Aragón es uno de nuestros principales suministradores de carne de cerdo. Hay un debate sobre el desequilibrio comercial entre China y España, sobre que vendemos demasiado y compramos muy poco. Y tenemos que comprar más, como se acordó en el último viaje del presidente Pedro Sánchez a China. En 2019, China sufría una epidemia de gripe porcina, pero ahora podemos criar nuestros propios cerdos, así que la oferta nacional aumenta. Aún así, hay que hacer una lectura en porcentajes: España sigue siendo nuestra primera importadora del sector cárnico con un 25% del total, mientras que en 2019, cuando le comprábamos el doble de volumen, esa cifra representaba el 10% del global. 

(P): Pero ¿China va a incrementar las compras de cerdo español?

(R): Sí, por supuesto, y otros productos agrícolas, como mariscos, otras partes del cerdo o vino. Cualquier cosa que quieran vender en el mercado chino, siempre podemos aceptarlo. En segundo lugar, también estamos pensando en conectar a la comunidad empresarial. Queremos enviar dos delegaciones. Una vendrá aquí para conectar con sus productores agrícolas de vino, carne de cerdo, etc. Vendrán como grandes compradores, como importadores. Será durante 2025, tenemos que cerrar la fecha con el Ministerio de Comercio (Economía). Además, habrá una segunda delegación enfocada a la maquinaria. El pasado noviembre, había una gran empresa importadora de jamón de China. Así que la enviamos a Aragón para que encontrara a los productores locales de jamón. Y ahora mismo he oído que han firmado buenos contratos. Pero ya saben que este es un problema estructural. No podemos lograr el equilibrio de la noche a la mañana.

Sobre los aranceles, el rearme de Europa y la democracia en China

(P): Estados Unidos y China han acordado una pausa temporal de los aranceles. ¿Es el principio del fin de esta guerra fría?

(R): La negociación se celebró el fin de semana pasado en Suiza. Es la primera vez que los gobiernos de China y EEUU se reúnen. Se suspendió el altísimo y prohibitivo arancel que impuso EEUU. Y creo que esto es positivo, ya que significa que este tipo de arancel unilateral, al que llamamos abuso, se ha detenido, sentando las bases para las futuras negociaciones entre China y EEUU. No estamos a favor de los aranceles, así que este primer paso para encontrar una solución razonable y adecuada es beneficioso para la economía global.

(P): ¿Qué podemos esperar desde Europa en el futuro? 

(R): El problema arancelario comienza en EEUU, porque dicen que este arancel unilateral les ayudará a reequilibrar o reindustrializar el país. Sin embargo, nosotros creemos en el sistema de comercio internacional establecido durante las últimas siete u ocho décadas. Vemos que la UE ha iniciado una negociación con Estados Unidos y lo celebramos porque si ambas partes pueden resolver estos problemas será bueno para la economía global. En segundo lugar, la UE también tiene su propio principio: no están a favor de este tipo de barrera comercial, no están a favor de la guerra comercial, no están a favor de este unilateralismo. Creo que esto también demuestra los principios que la UE ha mantenido en el pasado: multilateralismo y respeto por las normas del comercio internacional. 

"China no está a favor de los aranceles ni del incremento del gasto militar"

Yao Jing

— Embajador de China en España

(P): ¿Y España? ¿Qué papel juega en la relación entre Estados Unidos y China? Pedro Sánchez ha sido el primer líder y líder europeo que ha viajado a China. 

(R): Esa visita, definitivamente, es muy significativa. Tanto los líderes chinos como los españoles lo dejaron muy claro. Ambas partes no están a favor de esta guerra comercial, en que usen medios arancelarios para dañar la economía global. Además, expresaron su determinación de salvaguardar el multilateralismo, estas reglas económicas y comerciales internacionales. Y creo que en lo que respecta a China, es muy oportuna. España es una economía muy importante, con un crecimiento del 3% y un sector de servicios en auge. En tercer lugar, la política industrial española creo que es muy buena porque también están trabajando en la reindustrialización. Para construir sobre la industrias basadas en alta tecnología y para lidiar con los desafíos globales como el cambio climático. Así que creo que con este tipo de elementos juntos podemos ver que España es muy responsable y también es un actor muy importante en la economía global. Esto es importante para nosotros. 

(P): No todo el mundo está de acuerdo en España. Ha habido grupos políticos que han criticado la visita de Sánchez. ¿Cómo se lo toma?

(R): La visita de Pedro Sánchez es buena, positiva, pero hay que ser consciente de que la comunidad global está bastante, debería decir, dividida. Hay diferentes voces que hablan de que China es una especie de fuerza negativa, como aparece en los medios de comunicación de todo el mundo. Algunas personas piensan que China no debería estar realmente conectada. Pero a nosotros nos gustaría mostrar al mundo que China insiste en mantener las normas internacionales. Y que tenemos nuestra propia tecnología, nuestra propia industria, que estamos abiertos y listos para recibir a todos los que estén dispuestos a cooperar con nosotros. La relación entre China y EEUU solo concierne a estas dos naciones. Y ningún país debería tomar partido. China no está pidiendo a ningún país que tome partido.

(P): También se critica la creciente relación entre España y China porque su país no es una nación democrática. 

(R): Hay mucha gente que nos culpa de ello, pero creo que no entienden muy bien lo que es China. Respetamos la democracia, creemos que es la mejor manera de gobernar un país porque la democracia da el derecho al pueblo. Este es el significado fundamental de la democracia: que el pueblo gobierne, tome el dominio. Sin embargo, la historia en Europa y en China es diferente. China tiene 1.400 millones de personas y España, alrededor de 50 millones. ¿Cómo puede el pueblo chino llevar a cabo su democracia? Pues a la manera china. Del mismo modo que lo hace España. Creo que esas acusaciones son de países no democráticos, que ignoran la historia de China. Ahora mismo, de hecho, tenemos un sistema político similar al occidental, con elecciones desde la base hasta la cima y en el que el pueblo es el principal propietario de todo el sistema de gobierno. Nuestro sistema democrático es diferente del occidental, pero creemos que es bueno para nosotros. Por eso algunas personas dicen: ¡Oh, no es democracia, porque es un sistema totalmente diferente! Este tipo de mentalidad solo se mira a sí mismo, no mira al otro. Esa es una forma antidemocrática de mirar a otros países. 

(P): ¿Qué opina China de la voluntad de Europa para rearmarse? ¿Pueden contribuir a este rearme o lo ven como una amenaza?

(R): No lo creemos. El gasto militar de China es un poco diferente al de los europeos, creo que básicamente se trata de proteger los intereses soberanos de nuestro territorio. Tenemos algunos problemas como Taiwán, que es una provincia rival. Europa lo que quiere ahora es reconstruir sus industrias militares para proteger sus propios intereses. Como principio, China no piensa que el militarismo ayude a nadie en los conflictos internacionales, como está ocurriendo en Ucrania. Es mejor negociar, discutir soluciones de paz, y eso es lo que vamos a promover en la reunión en Turquía, si es que se lleva a cabo. El gasto militar no ayudará al progreso de la sociedad, por lo que en general no estamos a favor de incrementarlo. Sin embargo, Europa está legitimado para hacerlo si tiene inquietud por su seguridad. Pero deberíamos poner más recursos en el desarrollo, en la industria y en la economía.

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