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Pozas azul turquesa, cuevas y pasarelas colgantes: así es la ruta de senderismo más espectacular de Aragón

Sus paisajes quitan el aliento y la ruta es una auténtica joya al lado de un precioso pueblo típico aragonés

Las pasarelas de Alquézar sobre el río Vero.

Las pasarelas de Alquézar sobre el río Vero. / Istock / Juanhdez

Lidia Lozano

Aragón guarda entre sus fronteras preciosos paisajes que pueden descubrirse mediante impresionantes rutas de senderismo. Una de las más bonitas se incluye aguas turquesas y transparentes, enormes cañones y pasarelas suspendidas en mitad de la naturaleza. Esta concretamente se ubica en la Sierra de Guara en Huesca, muy cerca de uno de los pueblos más bonitos de España, que la Organización Mundial del Turismo designó como uno de los mejores del mundo.

Este pueblo oscense de la comarca de Somontano de Barbastro destaca por su maravillosa Colegiata con iglesia románica y claustro gótico. Se trata de la villa de Alquézar, que no supera los 400 habitantes, pero que, aun así, cuenta con un castillo árabe del siglo IX y una muralla que lo protegía antaño. Desde su creación en la Edad Media, su entramado y arquitectura no ha cambiado prácticamente, por lo que todavía conserva una esencia medieval única.

La ruta de las pasarelas

Pero la joya de la corona se encuentra algo alejada del propio pueblo, en el Cañón del río Vero. Allí se extienden unos tres kilómetros de sendero -accesible para casi todo el mundo- desde donde admirar el majestuoso paisaje que lo rodea. La ruta se conoce como 'las pasarelas de Alquézar' y comienza en la plaza Rafael Ayerbe, junto al Ayuntamiento y bajo la Colegiata. El nombre lo recibe de los numerosos tramos en los que hay que caminar sobre pasarelas suspendidas en los cañones.

Desde la plaza se baja al río Vero por el Barranco de la Fuente, siguiendo una rampa de piedra en el primer desvío a la izquierda. Las primeras pasarelas son de madera y descienden entre la Peña Castibián y los Muros de la Colegiata. A partir de ahí surgen siete tramos de pasarelas para facilitar la bajada al río. A lo largo de todo el sendero se reparten miradores, pozas de aguas turquesas, cuevas e incluso saltos de agua completamente impresionantes.

Entre pasarela y pasarela se pueden disfrutar de algunas vistas concretas como las del Barranco de la Fuente, que se caracteriza por su vegetación adaptada a la humedad de la zona; o cuevas como la de Picamartillo, Cholito o Palomera, que alberga en su interior fragmentos de pinturas rupestres. Una vez abajo, podremos ver la vieja presa y, posteriormente, un nuevo tramo de pasarelas, esta vez metálicas. Al final de ellas, la antigua central hidroeléctrica de Alquézar.

A partir de este momento se abren dos posibilidades. Una es regresar al pueblo y seguir explorando su belleza medieval y otra es continuar hasta el mirador sobre el río Vero, desde el que se observan las mejores vistas de todo Alquézar. A pesar de no ser un paseo demasiado complejo, no deja de ser una ruta de montaña con 180 metros de desnivel positivo. Para realizar la ruta hay que adquirir una entrada que cuesta cinco euros o dos para Federados en Montaña.

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