Vacaciones más allá de Salou: dónde se van los estudiantes de Selectividad

Parece una regla no escrita ser estudiante en Aragón, acabar la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) y elegir como primer destino Salou. "Da igual cómo haya salido, ya se ha acabado", se escucha a la salida de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza. Los futuros universitarios celebran a coro que el verano, para ellos, acaba de empezar.

Después de tres intensos días de nervios, estudio a última hora y alguna decepción que otra, los casi 7.000 aragoneses y aragonesas ya han pasado su prueba de fuego. Ahora tienen la mirada puesta en las vacaciones y, en el futuro más inmediato, "salir hoy mismo por el Casco de Zaragoza", "mañana fiestas en Zuera" y luego "una semana a Salou". Izaskun Mazón y Jorge Gracia han salido "contentos" de la Selectividad, confiados en que les alcance la nota para hacer Fisioterapia y Magisterio. Después de ir juntos a la Costa Dorada y pasar "un día en PortAventura" les espera "ir de fiesta de pueblo en pueblo" para cerrar este curso "tan duro".

Otros como Adrián Ginés y sus amigas, se han decidido por el sur de España: "El martes nos vamos a Sevilla hasta el jueves y luego nos vamos a Granada y a Córdoba". En la Facultad de Derecho, Jara Arilla asegura que después de la semana que también pasará con sus amigos en Salou, tocará "dormir" para recuperar la energía y "tomar el sol".

Emma Hernández y sus amigas esperarán un poco más esas ansiadas vacaciones en la provincia de Tarragona. Se van en dos semanas a Salou y, mientras, "a las fiestas de nuestros pueblos y a disfrutar". Nombran las fiestas patronales de Épila y de La Muela con la emoción de haber acabado una PAU "para no repetir". Miguel Fernández, quien califica la prueba de "decente" optará por el aire fresco de la comarca de la Ribagorza, ya que estará hasta agosto en su pueblo, Chía. Su objetivo es cursar el Grado en Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural.

"El sábado a Salou, después fiesta y fiesta y a trabajar un poco". Son los planes de Sara García, quien sostiene que "ya no es la PAU como tal" lo difícil de llevar, sino que "lo más duro es segundo de Bachillerato" y "la presión" que se ejerce desde el principio. Por eso, su compañera Yara García también tiene los planes cerrados: después de Salou toca "relajarse un poco ya de estos años en la playa con la familia".

Ikhlasse Oumeziane también se va "obviamente" a Salou este sábado y "no vuelve hasta que toque". Para el 11 de junio, que es cuando se publican las notas de la Selectividad "estarán aún ahí". Quien decide huir del ruido, como caso excepcional, es su compañero Unax Orruño: "Me voy a Irlanda solo a un curso de inglés dos semanas de retiro", explica a este diario.

En definitiva, ya sea desde las zonas rurales o desde las playas de Salou, los estudiantes ansían dar comienzo a su temporada estival real, lejos de los apuntes y de la disciplina que les permitirá, con suerte, alcanzar el camino profesional con el que soñaban.