¿A qué se dedican las mejores notas de Selectividad de los últimos años?
Los aragoneses Carmen Labarta, Gonzalo Crespo, Ariadna Salazar cuentan a este diario qué caminos siguieron después de examinarse de la Evau

Carmen Labarta, Gonzalo Crespo y Ariadna Salazar, tres aragoneses que estuvieron entre las mejores notas de Selectividad hace años. / Servicio Especial
Tiempo de vacaciones. Los alumnos de Aragón han hecho este jueves su último examen de la PAU y por ahora sus esfuerzos se centran en irse de vacaciones y disfrutar de los amigos. Al menos, hasta el 11 de junio, que es cuando saldrán publicadas las notas que les harán decidir qué camino tomar. La decisión no es fácil: las opciones son muchas y la competitividad es alta. ¿Qué hacen ahora aquellos aragoneses que sacaron la mejor nota de su promoción?
Carmen Labarta, mejor nota en 2016

Carmen Labarta, en el Parque Grande de Zaragoza. / Servicio Especial
Sale de una guardia en el hospital La Paz de Madrid y, contenta, comparte que este es ya su tercer año de residencia en la especialidad de Cardiología. Con un 13,9, Carmen Labarta fue la mejor nota de la PAU de 2016 en Aragón, y desde entonces han pasado ya casi diez años que ha dedicado al estudio de medicina. "Solo me veía trabajando como médico. En eso tuve pocas dudas", reconoce.
Según cuenta, a ella le gustaban mucho las asignaturas de Matemáticas y Física, pero su vocación sanitaria era todavía más fuerte. Así, en la PAU, se presentó a Química, que le ponderaba para esta carrera, pero también a Física. Labarta echa la vista atrás y recuerda los "nervios" con los que se presentó a la prueba. "En el colegio nos prepararon muy bien, porque teníamos exámenes finales y estos eran igual a lo que íbamos a hacer después en la PAU, pero siempre hay un punto de nervios", dice. Es esa sensación que llega al saber "que te lo juegas todo para entrar en la carrera".
Algo parecido sintió cuando se presentó, unos cinco años después, al mir. "Fue como vivir una PAU en su versión 2.0", señala. Según explica, también entonces tenía "nuevamente nervios, muchos meses de preparación, estudio y mucha incertidumbre". "Me fue bien y supongo que haberme enfrentado a la PAU y haberlo hecho bien me ayudaría en algo", señala. Pero afirma que aquella nota de acceso a la universidad queda ya casi como una "anécdota".
Gonzalo Crespo, mejor nota en 2019

Gonzalo Crespo, el aragonés que sacó mejor nota en la Evau de 2019. / Servicio Especial
Gonzalo Crespo es el joven que mejor nota sacó en la Evau de 2019 en Aragón: un 13,995. "Llevaba una media de 10 en Bachillerato y en la EVAU solo me falló el inglés, con un 9,95. Todavía se la tengo guardada a ese profesor...", cuenta. Desde aquel examen ha pasado algo más de un lustro y Crespo ha continuado sus estudios con unas notas muy altas.
Sus andaduras en la Universidad de Zaragoza comenzaron aquel septiembre, cuando se matriculó en el grado de Ingeniería Electrónica y Automática. Recuerda el grado como “cuatro años de bastante esfuerzo, pero también de muy buenas experiencias”. “Terminé en 2023, graduándome como el mejor expediente de la promoción”, indica.
Ahora cursa el último año de máster en la Universidad Técnica de Delft, en Países Bajos. “Me estoy especializando en el diseño de convertidores de electrónica de potencia, que son sistemas encargados de transformar la energía eléctrica desde su punto de generación hasta el punto de uso, de la manera más eficiente posible”, explica.
Crespo rememora aquel junio de 2019 en el que tuvo que hacer frente a la Evau. “Estaba algo nervioso, sobre todo por tener que enfrentarme a varios exámenes seguidos en tan pocos días”, señala. Aunque no tenía claro qué estudiar, entre sus opciones sí estaba cursar una ingeniería. “Por aquel entonces, las ingenierías tenían una nota de corte relativamente baja (alrededor de un 5 o 6 sobre 14), así que no tenía demasiada presión en ese sentido”, explica.
Además, él llevaba una "buena media de Bachillerato". "En mi instituto, el IES Pilar Lorengar, nos habían preparado muy durante el curso", afirma. Y, aunque salía "bastante contento" de cada prueba de la Evau, "no esperaba tener todos los exámenes tan bien". Pero sus resultados fueron óptimos, y finalmente se decantó por Ingeniería Electrónica. "Cuando me dieron la nota, algunas personas me animaron a optar por carreras con notas de corte más altas, como el doble grado de Física y Matemáticas o incluso Medicina... Pero yo tenía claro que quería hacer ingeniería", señala.
Pasados ya los años, recuerda la Evau "como una anécdota". "No sé si esa nota me abrió puertas porque, al final, cuando acabas la carrera y entras en el mundo laboral, queda un poco lejos", expresa. Lo que sí considera es que "ser capaz de obtener una nota así dice mucho sobre la capacidad de esfuerzo y constancia de una persona". "Si se mantienen esos niveles de implicación, es muy probable que se consigan también los objetivos académicos y profesionales en el futuro", asegura.
Ariadna Salazar, entre las mejores de 2020

Ariadna Salazar haciendo turismo. / Servicio Especial
Un año más tarde, aquel fatídico 2020 del covid, se presentó a la Evau la aragonesa Ariadna Salazar. Su nota, dice, "la tiene grabada": 13,739. Atiende la llamada de teléfono con un susurro, pues está en una biblioteca en Turín donde está ahora haciendo el Erasmus. Allí cursa 5º del doble grado de Física y Matemáticas, al que se matriculó en la Universidad de Zaragoza.
"Entre Física y Matemáticas no sabía que elegir, y al final hice Fismat porque me dio la nota y me ahorraba el tener que tomar esa decisión. Claro no lo tuve nunca, pero una vez que vi la nota pensé en intentarlo", dice ya desde fuera de la biblioteca. Ahora, echa la vista atrás y se replantea si fue la mejor decisión. "Igual me habría recomendado coger solo uno de los grados", dice.
Salazar esperaba tener una buena nota porque en el instituto le habían preparado muy bien. Con todo, considera que el cambio de modelo por la pandemia le benefició "Fue una etapa estresante, pero más porque era el año del covid y había mucha incertidumbre. El examen fue uno más, como tantos que hicimos", cuenta la joven aragonesa.
Sus esfuerzos ahora los invierte en terminar su TFG, que presentará en Zaragoza en julio y con el que terminará los que han sido cinco años de estudio. "Ha sido duro", admite. Sus siguientes planes pasan por hacer un máster en Física y Tecnología Cuántica en el campus de Leioa (Bilbao) de la Universidad Vasca, para el que ya ha hecho la inscripción. "El objetivo es entrar en investigación de Física Cuántica y, si no, lo que se ponga en mi camino. No tengo una ruta muy fijada", expresa.
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