Luz verde a los 'enchufes' de los centros de datos de Azora y Benbros en Aragón

Red Eléctrica invertirá 13 millones para ampliar la subestación Peñaflor 400 kv y construir las posiciones de consumo para que los dos promotores cuenten con un suministro de garantías

Acceso a la subestación Peñaflor 400 kilovoltios, ubicada en Villamayor de Gállego.

Acceso a la subestación Peñaflor 400 kilovoltios, ubicada en Villamayor de Gállego. / Jaime Galindo

Zaragoza

El suministro energético es uno de los cuellos de botella a los que se enfrenta el aluvión de centros de datos que se cierne sobre Aragón. Red Eléctrica, el operador semipúblico del sistema de transporte, invertirá 13 millones de euros para reforzar la subestación Peñaflor 400, ubicada en el término municipal de Villamayor de Gállego, para permitir el acceso a dos proyectos electrointensivos: el promovido por Azora Capital en Villamayor de Gállego, que cuenta ya con el aval del Gobierno de Aragón, y el de Benbros, un promotor energético que se ha asociado con ACS, la multinacional liderada por Florentino Pérez.

El operador del sistema acaba de obtener la autorización administrativa previa y de construcción para acometer la ampliación de la subestación, lo que incluye un nuevo transformador de 400 kv a 220 kv para reforzar la conexión entre ambos parques, dado que Peñaflor funciona como un doble nudo con dos tensiones distintas. Con esta actuación se habilitan cinco posiciones de consumo (el conjunto de elementos de mando y control que permiten atender una línea eléctrica), que hasta ahora estaban autorizadas pero que nunca habían sido construidas porque nadie las había solicitado.

Fuentes de Red Eléctrica indican que las obras estarán terminadas en unos ocho meses y la actuación está incluida dentro de las modificaciones puntuales de la planificación del operador para el periodo 2021-2026, el plan quinquenal que ordena las inversiones en la red de transporte. Servirá para garantizar el suministro "a varios agentes de tipo consumidor que cumplen con los requisitos establecidos en la regulación vigente", recoge la resolución publicada el pasado lunes en el Boletín Oficial del Estado.

Esos consumidores responden a dos centros de datos. El de Azora, una gestora de fondos española especializada en el negocio inmobiliario, tiene aprobada una declaración de interés general de Aragón para una inversión de 1.150 millones de euros y cuenta con un enchufe en la subestación con 150 megavatios de capacidad. En la presentación del proyecto, fuentes de la compañía detallaron que la inversión podría alcanzar los 1.950 millones de euros si consiguieran duplicar la capacidad y alcanzar los 300 MW, lo que permitiría una mayor potencia para su data center. En el caso de ACS y Benbros, la inversión sería igualmente milmillonaria y también tiene concedido un acceso de 150 MW.

El gran acierto de estos dos promotores fue solicitar el acceso al nudo de Peñaflor 400 kilovoltios, que comparte ubicación física con el de Peñaflor 220 kv. Este último es uno de los seis que está saturado por el aluvión de peticiones para enchufarse al sistema de Red Eléctrica en el entorno de Zaragoza, hecho derivado de la concurrencia de proyectos de centros de datos que aspiran a conectarse. El aluvión tiene en vilo a gigantes como Amazon Web Services y Microsoft, que han anunciado sus intenciones de invertir más de 22.000 millones entre las dos, y de al menos otros tres promotores de iniciativas tecnológicas.

Impulso a la autopista eléctrica Peñalba-Mangraners

Más allá de los proyectos industriales, Red Eléctrica sigue recabando autorizaciones para ampliar la subestación Peñalba, ubicada en el municipio monegrino que le da nombre, y el refuerzo de la línea de transporte de energía con una tensión de 220 kv hasta la subestación Mangraners, en Lérida. Este es uno de los ejes claves en la interconexión entre Aragón y Cataluña al mejorar el mallado de la red de transporte en el noreste, lo que permite evacuar los excedentes de energía (generados sobre todo por la expansión de las renovables en Aragón) a otras comunidades.

En cuanto a la subestación de Peñalba, la importancia de conferirle mayor seguridad y fiabilidad se explica porque alimenta la línea ferroviaria de alta velocidad en el tramo que conecta Zaragoza y Lérida. La inversión es de 72 millones de euros y las obras podrían comenzar dentro de tres o cuatro años, según apuntan desde el operador del sistema.

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