El 'vistoso' pueblo de Teruel con un precioso molino y un pasado muy minero

Perdió gran parte de su población cuando se cerraron las minas y desde su casco urbano nace la Vía Verde más larga de toda España

Panorámica de Ojos Negros

Panorámica de Ojos Negros / COMARCA DEL JILOCA

Aragón esconde pueblos que son auténticas joyas. Pequeñas localidades repartidas por los rincones de Zaragoza, Huesca y Teruel que son desconocidas incluso para los propios aragoneses. La llegada del verano provoca que un aluvión de ciudadanos busquen desesperadamente un plan para hacer durante el fin de semana. Una escapada de un día que les permita volver a casa huyendo del tradicional calor de la capital aragonesa.

El Pirineo, las sierras turolenses y los parajes acuáticos se llenan cada sábado y domingo durante junio, julio y agosto. Tal es la afluencia en ocasiones que viajeros se quedan sin saborear una buena experiencia. Hay algunos vecinos que incluso han denunciado públicamente la táctica de algunos perfiles de redes sociales que promocionan pozas, rutas o pueblos haciéndose completamente virales.

Muchos pueblos de Teruel también se han posicionado como destinos turísticos en los últimos años gracias a una ardua labor de promoción. Cabe recordar que la provincia ha sufrido ferozmente el fenómeno de la despoblación dejando muchas localidades con muy pocos vecinos. Y es que Teruel y Zaragoza cuentan con casi cincuenta municipios con menos de 50 habitantes.

La minería jugó un papel fundamental en la economía turolense hace varias décadas. Con el cierre de las minas, algunas localidades perdieron su principal negocio por lo que muchos vecinos se vieron obligados a emigrar en busca de nuevas oportunidades hacia la ciudad. Tan importante era la minería en algunos pueblos que incluso su toponimia es un homenaje a este duro oficio.

Hoyos negros

Ojos Negros es un pueblo de la comarca del Jiloca con 328 habitantes que cuenta con uno de los nombres más curiosos de toda España. Esta localidad turolense debe su nombre a los hoyos negros, minas de hierro, que fueron el motor económico de toda la zona hasta 1987. La minería condicionó los asentamientos de población cercanos al casco urbano tal como atestiguan algunos yacimientos arqueolóficos. Además, Ojos Negros pasó de tener 3.000 habitantes en 1960 a no alcanzar los 350 en la actualidad por culpa del adiós a la minería.

Los minerales son parte esencial de un pueblo que contó con unas salinas reales explotadas hasta el siglo pasado. Tras unos duros trabajos de reparación, las salinas de Ojos Negros, originarias del siglo XIV, ya se pueden visitar desde el pasado mes de enero.

Otra obra de ingeniería del municipio turolense es el molino de viento de Ojos Negros que tanto recuerda a los típicos manchegos. Este molino es de torre mediterránea y cubierta de forma cónica bastante peraltada. El edificio,  originario del siglo XVI-XVII y restaurado en el año 2000, cuenta con dos plantas -camareta y moledero-. La primera se La primera se utilizaba de almacén y la segunda alberga la maquinaria: la rueda dentada, la rueda catalina, el eje, la volandera. El pasado mes de enero, este molino sufrió un duro percance ya que las fuertes rachas de viento arrancaron las aspas.

Molino de Ojos Negros

Molino de Ojos Negros / TURISMO DE ARAGÓN

El casco urbano

Volviendo al casco urbano de Ojos Negros podrás conocer algo más de su historia gracias a los restos del castillo medieval. Su torre del homenaje era conocida como 'de la cárcel'. Esta fortaleza tenía una gran importancia defensiva durante los conflictos entre Aragón y Castilla. La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Pilar es el edificio religioso más popular del pueblo, que también cuenta con dos ermitas como la de Santa Engracia y San Pascual.

Antiguo ferrocarril en Ojos Negros

Antiguo ferrocarril en Ojos Negros / AYUNTAMIENTO DE OJOS NEGROS

Tal como explica la comarca del Jiloca en su página web, dentro de la arquitectura de Ojos Negros destacan la casa de los Mateo y la Casa Grande, el aljibe de la Torre, la Fuente Vieja y la fuente del Charáiz. Saliendo del pueblo, en dirección a la carretera N-211, encontrarás a mano derecha un camino que conduce a una pequeña surgencia de agua denominada «El Ojo de Mierla« que guarda una curiosa historia.

Además, desde Ojos Negros nace la Vía Verde de los Ojos Negros, paraíso del cicloturista, con 159,7 kilómetros de recorrido desde Teruel a Valencia (o viceversa) que la convierten en la más larga de España

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