Una empresa valenciana que aparece en el caso Koldo en Aragón no llegó a terminar las aulas del Ana María Navales
El patio exterior y el parque del colegio Ana María Navales de Zaragoza visto desde la azotea del nuevo edificio de Primaria. / Rubén Ruiz
Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC) es una de las empresas más salpicadas por los contratos que supuestamente fueron motivo de mordidas para José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán. De hecho, esta firma afincada en Valencia formó una UTE con la aragonesa Marco Infraestructuras para la conservación de parte de las carreteras de Teruel. También influyó, para mal, en el desarrollo del colegio Ana María Navales.
LIC se hizo con el contrato para el colegio zaragozano en agosto de 2022, con el Gobierno del socialista Javier Lambán en el poder. La empresa presentó una oferta por 9.099.608,40 euros, lo que suponía una rebaja del 5% respecto a la licitación. También una reducción de plazos para las aulas de primaria y de infantil. Sin embargo, desde el inició acumuló retrasos y los trabajos llegaron a pararse en mayo de 2023. La empresa realizó deficiencias en la zona de infantil y cayó en concurso de acreedores, con impagos a proveedores y subcontratistas. La situación obligó a actuar al Departamento de Educación del Gobierno de Aragónen diciembre de 2023, cuando cesó definitavemente la actividad.
El Ejecutivo autonómico anunció entonces una licitación urgente para poder finalizar el aulario de primaria, con la mirada puesta en el curso 2024-2025. El contrato recayó en Construcciones Mariano López Soriano, que retomó las en el verano de 2024, tras ocho meses de parón en la construcción del centro educativo. La semana pasada, la consejera de Educación, Tomasa Hernández, visitó junto a los profesores del colegio las instalaciones. La responsable del ramo aseguró que el Ana María Navales estrenará las aulas de primaria en el próximo inicio de curso. La segunda fase de las infraestructuras para el segundo ciclo de educación primaria comenzarán esta semana.
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